El famoso chelista y amigo del presidente Vladímir Putin, aparece en la lista de los 'papeles de Panamá'.
EPA / Vostock-photoEl 3 de abril el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ, en sus siglas en inglés) presentó los resultados de una investigación con acusaciones contra políticos y empresarios de todo el mundo. Tras recibir de una fuente anónima una parte de una base de datos de la empresa panameña Mossack Fonseca, la cuarta empresa offshore más importante del mundo, el ICIJ ha publicado información sobre transferencias ilegales entre miles de compañías con cuentas opacas.
Una de las partes de esta investigación está dedicada a 13 políticos y empresarios de Rusia. La actividad de varios de ellos está presuntamente vinculada de forma indirecta con el presidente ruso.
“Sobre Putin no se ha publicado ninguna noticia en concreto, faltan detalles”, declara el secretario del prensa del Kremlin, Dmitri Peskov, que también aparece mencionado en el informe. Y pese a que en la propia base de datos el nombre de Putin no aparece mencionado ni una sola vez, “nos parece evidente que el objetivo principal de estas acusaciones ha sido y sigue siéndolo nuestro presidente”, especialmente en vísperas de las próximas elecciones presidenciales que se celebrarán en 2018, asegura Peskov.
Según los periodistas del ICIJ, Serguéi Rolduguin, un famoso chelista de San Petersburgo y amigo íntimo del presidente ruso, es una pieza clave en la red de empresas offshore del gobierno y el presidente. El ICIJ opina que este intérprete de fama internacional lleva una doble vida desde hace tiempo: por un lado es un músico y profesor modesto pero famoso, mientras que por otro lado es un “guardián del dinero de Putin” a cuyo nombre figuran varios grupos y empresas offshore con unos ingresos que ascienden a varios miles de millones de dólares.
Rolduguin nunca ha ocultado su antigua y sólida amistad con Putin. En la biografía principal del presidente ruso, En primera persona (2000), Putin narra cómo se conocieron en 1977 y cómo “no se volvieron a separar”.
“Para mí es como un hermano. Antes, cuando no tenía adónde ir, iba a su casa y allí dormía y comía”, recuerda Serguéi Rolduguin en este libro. Juntos iban al teatro con la “atractiva Liuda”, que más tarde se convirtió en la primera dama, Liudmila Pútina. Recorrían juntos las calles alborotadas, paseaban por de noche por Leningrado. Rolduguin es el padrino de la primera hija de Putin, Masha.
Tras licenciarse en el Conservatorio de Leningrado, Rolduguin comenzó viajar de gira por Japón. “Yo tenía más dinero que Vovka [Putin]. Le traía suvenires, camisetas y cosas así, de mis viajes”, cuenta el chelista.
Lo cierto es que los medios de comunicación no suelen referirse a Serguéi Rolduguin como el amigo de Putin. Generalmente se refieren a él en otros términos: como solista y director del Teatro Mariinski, como director musical, o como mecenas.
Solo en algunas ocasiones se menciona su participación minoritaria en el banco Rossiya, conocido por los medios de comunicación rusos y extranjeros como “el mejor banco para el círculo de amigos cercanos de Putin”. Según los documentos del banco, Rolduguin se convirtió en accionista en 2005 y tras una ampliación de capital adquirió un 3,96 % de las acciones por 375 millones de rublos (13.300.000 dólares según el tipo de cambio en 2005).
No obstante, Rolduguin siempre ha subrayado que no está interesado en el mundo de los negocios. “No soy un empresario, no tengo millones de dólares”, declaraba el músico en una entrevista en 2014 para The New York Times. Según el periódico ruso RBC, Rolduguin no ha participado en la dirección del banco.
Sin embargo, el famoso chelista intentó durante un tiempo compaginar su brillante carrera artística con la actividad administrativa. Durante un año fue rector del Conservatorio de San Petersburgo, tras lo cual comenzaron a vaticinarle el puesto de ministro de Cultura. Pero en lugar de ello, en 2005 Rolduguin pasó a ser director artístico de la Casa de la Música de San Petersburgo, que se trasladó al edificio de un palacio construido en el siglo XIX. Parte de la financiación de los trabajos de restauración de este edificio procedía del mismo banco Rossiya, y el monopolio gasístico Gazprom, según palabras del propio Rolduguin, “donó los pianos”.
El músico sigue haciendo hincapié en su falta de interés por los negocios: lo único que le importa es la música, el chelo, asegura, lo demás es secundario.
No obstante, las filtraciones de la empresa panameña Mossack Fonseca permiten sacar la conclusión de que Rolduguin es el rey de un imperio offshore, según aseguran los corresponsales del periódico opositor Nóvaya Gazeta que participaron en la investigación conjunta del ICIJ y que se encargaron de redactar la parte rusa.
A Rolduguin se le atribuyen cuatro compañías: dos directamente y otras dos a través de personas de su círculo de amistades. A través de estas empresas, según el informe, circulaban decenas de millones de rublos al día de oligarcas rusos, también amigos de Putin, que más tarde se destinaban a transacciones sospechosas y se invertían en la compra de activos estratégicos del país (Kamaz, Avtovaz, o Video International, una importante empresa del sector de la publicidad televisiva) o en instalaciones “recreativas”: palacios, clubes náuticos o balnearios. Además, estas compañías obtenían presuntamente créditos de forma ilegal.
De este modo, en las cuentas panameñas del amigo de Putin figura una fortuna de 2.000 millones de dólares, según cálculos de los periodistas. ¿Y cuál es el papel del presidente en todo ello? Según una fuente cercana a Rolduguin, escribe Nóvaya Gazeta, “el presidente necesitaba una persona en la que poder confiar totalmente para seguir a través de esta el estado de sus asuntos”. “Podemos llamarlo ‘custodio”, declara otra persona del círculo del chelista al mismo periódico.
Serguéi Rolduguin también ha respondido a la pregunta de la prensa sobre su presunta participación en las sociedades offshore de Panamá: “Tuve relación con este negocio hace mucho tiempo. Antes de la perestroika, así es. Los negocios comenzaron a crecer y han llegado hasta este punto. Con este dinero se subvenciona, entre otras cosas, la Casa de la Música. Pero esto es otro asunto”.
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