FBI, CIA y NSA investigan los supuestos vínculos de Trump con Rusia

 El FBI, la CIA, la Agencia de Seguridad Nacional (NSA, por sus siglas en ingles), el Departamento de Justicia y la red del Tesoro están investigando si el presidente electo Donald Trump pudo recibir fondos de Rusia, asegura el portal McClatchyDC, citando fuentes que pidieron el anonimato. También están en busca de delitos financieros. 

La semana pasada varios medios publicaron un informe sin verificar sobre los lazos que supuestamente Rusia mantiene con el político estadounidense, y que decía que el país eslavo lo está chantajeando porque tiene información confidencial. 

Trump negó las acusaciones y se embarcó en un duro cruce de declaraciones. 

Una fuente de McClatchyDC afirma que las agencias empezaron a investigar estos rumores antes de la publicación del dosier anónimo.

"El FBI y otras cinco agencias investigaron durante meses las intenciones de Rusia de influir en las elecciones de noviembre y si el dinero del Kremlin pudo favorecer secretamente al presidente electo Donald Trump", escribe el portal citando dos fuentes anónimas.

El portal asegura también que los investigadores sospechan que Rusia pudo financiar a Trump a través de las pensiones que paga a sus ciudadanos que residen en EEUU.

Se especula que ese dinero se habría utilizado para supuestamente pagar a piratas informáticos.

Las acusaciones de que los jubilados rusos presuntamente financiaban a Trump aparecieron por primera vez en un artículo de la revista Newsweek a pocos días de las elecciones de noviembre.

Un halo de secretismo envolvió la investigación y es que las agencias y el propio equipo de Trump se niegan a hacer comentarios a este respecto.

El miércoles, el ministro de Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, reiteró que las aseveraciones de que Moscú interfirió en la campaña electoral de EEUU son calumnias.

Hasta la fecha, EEUU no ha presentado prueba alguna que respalde sus acusaciones. 

Anteriormente, analistas rusos  explicaron que la publicación del dosier es un paso político de la administración del presidente Obama antes de abandonar la Casa Blanca.

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