El patriarca ortodoxo ruso Kiril se reunió con la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, en el inicio de su visita de tres días a Brasil, el último de los países de su gira latinoamericana.
El encuentro, inicialmente previsto en el Palacio do Planalto, sede del Gobierno, fue anticipado y se celebró en el Palacio da Alvorada, la residencia de la jefa de Estado brasileña.
Después de una recepción en el despacho de Rousseff, que fue abierta para el registro de imágenes por parte de la prensa, la mandataria y el patriarca se reunieron en privado en la biblioteca del palacio.
Luego del encuentro con la mandataria, el patriarca ruso viajará a Río de Janeiro, donde este sábado celebrará un culto en alto del Cerro del Corcovado, y luego se reunirá con el arzobispo de la ciudad, el cardenal Orani João Tempesta.
El patriarca ruso culmina el domingo, en Sao Paulo, su visita de tres días a Brasil.
En la mayor ciudad brasileña, el líder religioso encabezará una liturgia magna en la Catedral Ortodoxa Antioquina, próxima a la céntrica Avenida Paulista, y visitará la Iglesia Ortodoxa Rusa de Nuestra Señora de la Anunciación, en el tradicional barrio de Ipiranga.
Según un comunicado del Gobierno brasileño, la iglesia ortodoxa rusa cuenta con 150 millones de fieles en todo el mundo y en Brasil los practicantes están calculados entre 3.000 y 4.000, la mayoría en el estado de Sao Paulo.
El periplo latinoamericano de Kiril incluyó también visitas a Paraguay, la base rusa de Bellingshausen en la Antártida (Chile) y Cuba, isla donde participó el pasado 12 de febrero de un encuentro histórico con el papa Francisco.
La reunión en el aeropuerto de La Habana fue la primera de un pontífice católico y un líder de la Iglesia ortodoxa desde el cisma de 1054.
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