Los progresos de la industria militar de Rusia hasta recuperar el segundo lugar mundial perdido tras la disolución de la Unión Soviética, constituye un sólido respaldo en la modernización de su Estrategia de Defensa, Doctrina Marítima y de Seguridad.
Un informe del Instituto Internacional de Estocolmo de Investigación para la Paz (Sipri), publicado en la última semana de 2015, confirma que Moscú acaparó entre 2010 y 2014 el 27 por ciento del mercado de armas convencionales, solo superado por Estados Unidos, que controló 31 puntos porcentuales.
El Servicio Federal de Cooperación Técnico-Militar, por su parte, confirmó el cumplimiento en 2015 del plan de exportaciones de armas fabricadas en Rusia, con un ingreso superior a los 15 mil 200 millones de dólares.
Un portavoz de la agencia reguladora de ese servicio en el estado eurasiático anticipó que en 2016 el objetivo principal es preservar el segundo puesto en la cuota del mercado global de armamentos, y lograr al menos un monto similar al de las ventas del año recién concluido.
En relación con la cartera de pedidos castrenses a Rusia, la fuente informó que alcanza un valor de 55 mil millones de dólares, indicador que marca un récord absoluto para la última década.
Según el reporte del Sipri, del total de armas vendidas por Rusia en el año recién concluido, un 37 por ciento corresponde a los armamentos pesados.
Pese a reconquistar espacios abandonados tras la disolución de la Unión Soviética en el Medio Oriente, África, Latinoamérica y Asia, el 60 por ciento de esas ventas de Rusia se concentró en India, China y Argelia, señala el Sipri.
El experto de esa institución Siemon Wezeman explicó que el Kremlin utiliza este tipo de exportación como una vía de obtener recursos para modernizar su industria.
Recalcó el investigador superior del Programa de Armas y Gasto Militar del Sipri que cuanto más vende Rusia en el exterior, más puede invertir en su desarrollo industrial.
Una prueba de los avances en este terreno son los recientes golpes coheteriles contra el Estado Islámico (EI) en Siria desde miles de kilómetros, que despejaron cualquier duda sobre el potencial militar anunciado por Rusia en su Estrategia de Defensa.
Las Fuerzas Aeroespaciales rusas (incluida la Aviación Estratégica) mostraron la eficacia de misiles guiados de alta precisión con alcance de mil 500 kilómetros (Kalibr) disparados desde submarinos y buques de superficie, y otros lanzados por aviones estratégicos capaces de destruir blancos a cinco mil kilómetros.
ESTRATEGIA DE DEFENSA
Por indicaciones del presidente, Vladimir Putin, ante la permanente expansión de la OTAN hacia las proximidades de Rusia y el despliegue del escudo antimisiles de Estados Unidos en Europa, entre diciembre de 2014 y del año recién concluido, Moscú actualizó su Estrategia de Defensa y las Doctrinas Marítima y de Seguridad.
El programa estadounidense de ataque global rápido y el desarrollo de armas hipersónicas convencionales resaltan como amenazas reales en la Estrategia, según el periódico oficial Rossiskaya Gazeta.
Promulgado en un decreto por el presidente Putin, el documento señala como otros peligros para la seguridad del estado euroasiático el despliegue de efectivos de la OTAN con arsenales de alta precisión en las proximidades de sus fronteras.
En el texto publicado por el diario del gobierno ruso, sobresale la referencia explícita a formas de guerra no convencionales, como estimular y aprovechar las protestas de la población y la manipulación mediática.
Al abordar esta temática, Putin advirtió que la situación en torno a Rusia no es simple, porque Washington está emplazando un sistema antimisiles escalonado y han aumentado las operaciones de la OTAN en toda Europa, y en particular en el este del Continente.
El líder ruso es reiterativo en el concepto de que el Kremlin siempre defenderá consecuentemente sus intereses y soberanía, contribuirá a reforzar la estabilidad internacional y abogará por una seguridad igual para todos los países y pueblos.
Nuestra doctrina militar no cambia, sigue siendo estrictamente defensiva, pero protegeremos de manera consecuente y firme nuestra seguridad, advirtió el jefe del Kremlin en una reunión con jerarcas del Ministerio de Defensa.
El documento publicado por Rossiskaya Gazeta refleja ese punto de vista en su referencia a cómo contrarrestar las amenazas cuando orienta "el uso de la fuerza militar sólo después del agotamiento de todas las medidas no violentas".
Sin embargo, los principios del uso combativo de las Fuerzas Armadas y especialmente del arsenal atómico en caso de agresión contra Moscú o sus aliados permanecen invariables, pero ahora añaden la noción de "disuasión no nuclear".
Este último concepto implica un alto grado de disposición combativa de las tropas de propósito general para estar en capacidad de prevenir incidentes castrenses sin necesidad de utilizar el arma atómica, lo cual se garantiza con permanentes inspecciones y llamados sorpresivos a la realización de maniobras.
Putin reiteró en el año recién concluido críticas a los líderes occidentales porque creen que son vencedores y los demás, sus vasallos, y deploró de manera reiterada la expansión de la OTAN hacia el este tras la caída del muro de Berlín, pese a que la alianza declaró lo contrario.
Según el mandatario, Estados Unidos representa una amenaza para Rusia con el despliegue de sus escudos antimisiles y el emplazamiento de bases militares en todo el planeta.
Pese a las dificultades económicas, en el terreno castrense el Kremlin demostró recientemente de manera práctica que el contenido de su doctrina militar no es sólo teoría.
La incorporación de avanzados radares, un sistema de guerra electrónica y el equipamiento con motores del tipo NK-32 incrementan significativamente el potencial del bombardero supersónico estratégico ruso Tu-160, según publicaron medios periodísticos.
Esta nave de 275 toneladas de peso en despegue con una velocidad máxima de hasta dos mil kilómetros por hora, vuela dos mil 400 kilómetros por hora con su carga útil de hasta 40 toneladas, informó la televisora global RT.
Los Tu-160 ingresaron en la aviación rusa de alcance remoto en 1981, y actualmente incluyen en su arsenal bombas de caída libre o guiadas de diverso calibre (incluidas ojivas nucleares), misiles estratégicos de crucero X-55 o aerobalísticos X-15.
Subraya la literatura rusa especializada que con su carga máxima de combate esta fortaleza posee una autonomía de vuelo de 10 mil kilómetros, mientras que con la reducida esa distancia oscila entre los 14 mil y 16 mil kilómetros.
Otro ejemplo del potencial defensivo ruso fueron los disparos de prueba exitosos de cohetes balísticos intercontinentales RS-24 Yars, capaces de destruir los blancos previstos a miles de kilómetros en el polígono de Kura, en Kamchatka.
A fines de 2013, el presidente Putin informó en una reunión con altos jefes militares que este tipo de armamento más moderno, capaz de impactar hasta cuatro blancos con una ojiva, reemplazará gradualmente a los RS-12M2 Topol-M.
La cartera de Defensa rusa mantiene en secreto la mayoría de las características de este proyectil, clasificado con la denominación RS-24 Yars (SS-X-29 en los códigos de la OTAN).
Emplazado en plataforma móvil, esta versión modernizada del RS-12M2 Topol-M se diferencia sobre todo de su antecesor porque puede portar cabezas nucleares separables de guiado autónomo.
Con una altura de 43 metros y un grosor de dos, como mínimo transporta ojivas con potencia de entre 150 y 300 kilotones y posee un alcance cercano a los 10 mil kilómetros.
De tres etapas consta el vuelo de estos cohetes, alimentados por combustible líquido, característica que multiplica sus posibilidades con relación a la defensa antimisil del enemigo.
Las Fuerzas rusas de Misiles Estratégicos llevan a cabo un rearme activo con los sistemas Yars que, junto a los cohetes pesados Sarmat, constituirán la columna vertebral de la disuasión nuclear terrestre de Rusia en la primera mitad del siglo XXI.
En el año recién concluido, la certeza de que el orden unipolar promovido por Estados Unidos tras la disolución de la Unión Soviética tiene una contrapartida nuclear convincente en Rusia quedó más arraigada en la población, y eso quedó confirmado en el documental "Orden Mundial", transmitido por los canales federales de televisión.
Hilo conductor del audiovisual de casi dos horas de duración transmitido por el canal Roosiya 1 es la entrevista concedida por el presidente Vladmir Putin al periodista Vladimir Soloviov, en la que el estadista reiteró que Moscú mantendrá la política de perfeccionamiento de su triada nuclear.
En su plática con Soloviov, Putin ponderó la significación de los cohetes balísticos portadores intercontinentales, los submarinos atómicos portamisiles y los bombarderos estratégicos de alcance remoto en la política de seguridad del estado eurasiático.
UNA CATASTROFE PLANETARIA
Interrogado acerca del peligro de una posible guerra con el empleo de este tipo de arsenales, el líder de Rusia hizo votos porque "no exista un loco" a quien se le ocurra usar estos armamentos pues eso representaría una catástrofe planetaria.
Con visión optimista, el jefe del Kremlin subrayó que todas las naciones poseedoras de esas armas de exterminio en masa coinciden en la inadmisibilidad de su empleo.
Sin embargo, la web del canal satelital RT recuerda que interrogado recientemente acerca de si Rusia tiene capacidad para destruir a Estados Unidos en media hora en caso de un hipotético conflicto, el mandatario respondió que "en realidad, sería más rápido".
Por su parte, Víctor Sokirko, columnista del portal de la cadena de televisión especializada en temas militares Zvezdá, afirma que las armas estadounidenses ya no son capaces de evitar una respuesta simétrica de Moscú.
Según el experto, una agresión atómica preventiva del Pentágono no quedará impune, incluso si destruye todas las líneas de mando de las Fuerzas Armadas de Rusia, y explica que en ese caso actuaría un sistema denominado Perimeter, que garantiza un ataque nuclear de respuesta.
Recordó el especialista que este proyecto data de la época soviética y la OTAN lo denominó "Dead Hand" (Mano Muerta), que ahora completamente modernizado resulta irreconocible para los medios extranjeros de inteligencia.
Según la fuente, Perimeter es un complejo de autogestión de las Fuerzas de Misiles Estratégicos que incluye una maquinaria y un programa automatizado que le permite preparar y lanzar cohetes intercontinentales incluso en caso en que todos los efectivos mueran y nadie sea capaz de impartir la orden.
Agrega Sokirko que el sistema recolecta y procesa grandes volúmenes de información, recibe mediante diversos sensores datos como el estado de las líneas de comunicación con el puesto de mando superior, la situación radiactiva en el entorno y las detonaciones nucleares registradas.
Tras valorar los cambios en la situación política-militar en el mundo y definir que llegó la hora de entrar en acción, este armamento da la orden de preparar los proyectiles para su lanzamiento.
En tiempos de paz no puede iniciar sus acciones activas, según el columnista, porque ciertos parámetros lo bloquean.
No obstante, sí queda claro que resulta imposible repeler este tipo de ataque de respuesta debido a las capacidades técnicas de estos medios estratégicos, cuyas características actuales permanecen en secreto tras su actualización como parte del programa de modernización de los arsenales del Kremlin hasta 2020.
Sokirko refiere la existencia de otros medios defensivos electrónicos modernos rusos que paralizan por completo el funcionamiento de los componentes de su tipo en misiles, barcos y aviones enemigos, pero insiste en el papel inigualable del Perimeter.
Es la única arma de represalia asegurada (Doomsday Device, según la OTAN) en el mundo, cuya existencia se ha confirmado oficialmente, y Estados Unidos es muy consciente de eso, concluyó el experto.
Las Tropas de Misiles Estratégicas de Rusia (TME) realizarán durante el año en curso 16 lanzamientos de cohetes balísticos intercontinentales de los que prestan servicio combativo, confirmó el 10 de enero de 2016 el Ministerio de Defensa.
El servicio de prensa de esa cartera aseguró que esos disparos incluirán pruebas de los procedimientos de vuelos para armamentos avanzados, y el control de la técnica disponible de los sistemas coheteriles que ya entraron en servicio operativo.
Precisó la fuente que la cifra prevista representa un incremento cuantitativo en relación con el año precedente.
La cartera de Defensa, al mismo tiempo, informó que las TME realizarán más de 100 ejercicios especiales de mando y personal táctico.
El entrenamiento tendrá lugar en un ambiente difícil y tenso, con el involucramiento de fuerzas y medios conjuntos, agregaron las fuentes. Indicó el servicio de prensa que los modos específicos de las misiones combativas exigirán los más altos indicadores operativos de más de 40 regimientos y unidades que intervendrán en cada fase de los ejercicios durante 2016.
Adicionalmente, en este año las TME continuarán sometidas al rigor de las inspecciones sorpresivas sobre su disposición combativa, se informó.
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