La vida cotidiana de Tolstói en imágenes

Cada fotografía de la serie muestra una expresión facial diferente del escritor.

La colección cubre casi toda su vida. Cuando era joven, la fotografía se estaba desarrollando. Han sobrevivido algunos de los daguerrotipos con retratos del escritor. Tolstói en Bruselas, 1861.

Cuando creció la popularidad de Tolstói, también se le hicieron más fotos. Corresponsales rusos y extranjeros estaban interesados en fotografiar al escritor. Lev Tolstói, Fotografía de mí mismo, 1862.

La mayoría de los retratos eran por iniciativa de Sofía. Hay muchas imágenes de la vida cotidiana. Tolstói en un trineo, 1903.

Lev Tolstói con su hija Alexandra, septiembre de 1901.

Una parte importante de la colección son fotografías que sacó su amigo y editor Vladímir Chertkov. Trató de expresar la complejidad del mundo espiritual del escritor con una serie de retratos.

Se han conservado más de 174 piezas literarias de Tolstói, incluyendo algunos ensayos sin acabar. Se podría pensar que para escribir una obra tan extensa a Tolstói apenas le quedó tiempo para hacer otras cosas, pero no fue así, tuvo una vida muy diversa.

A Tolstói no le gustaba que le fotografiasen en los últimos años de su vida y no le interesaba demasiado la prensa. Consideraba la fotografía un pasatiempo de la nobleza. Tolstói jugando con Vladímir Chertkov, hijo de su amigo Vladímir Chertkov en un parque. Mayo de 1909.

Patinando sobre hielo en marzo de 1898.

Las cámaras que sacaban instantáneas en color aparecieron al final de la vida del autor.