Un Su-25 en la base de Jmeimim, Siria.
APLos rumores acerca de una posible coordinación militar en Siria comenzaron a finales de enero, cuando Associated Press informó acerca de un ataque conjunto contra posiciones terroristas. El Pentágono lo rechazó pero el Ministerio de Defensa de Rusia confirmó una misión de combate el día 23 de febrero, aunque no mencionó que cooperase con fuerzas militares extranjeras.
Por su parte, el diario ruso Vlast informa de que el 22 de enero hubo una comunicación directa entre el cuartel general de la coalición internacional, liderada por EE UU, en Amman (Jordania) y el grupo aéreo ruso en Jmeimim. En esa llamada, se dice, los militares de EE UU dieron a los rusos las coordenadas para atacar objetivos en Al-Bab, Siria.
Según Vlast, los rusos confirmaron haber recibido los datos y poco después dos aviones despegaron para bombardear a los terroristas. La verdadera sorpresa fue cuando dos aviones belgas de la coalición internacional se unieron a los bombarderos rusos.
Independientemente de si estos hechos tuvieron lugar o no, el ejército ruso está listo para una “cooperación sin precendentes” con el Pentágono, escribe Vlast. Esta “cooperación sin precendentes” incluye el intercambio directo de información de inteligencia, la coordinación de objetivos, e incluso, “la interacción en el terreno durante operaciones especiales”, se escribe en el medio ruso. Sin embargo, los militares rusos tienen una condición: “garantías al más alto nivel”, sgún fuentes anónimas en el ejército.
Aunque las relaciones entre Rusia y EE UU siguen sin un cambio sustancial, la coordinación entre ambos ejércitos ha mejorado considerablemente desde la conversación telefónica que mantuvieron Putin y Trump el pasado 29 de enero, afirma a Vlast el coronel retirado Víktor Murajovski.
En su primera conversación telefónica, que tuvo lugar en noviembre, Putin y Trump se centraron en la lucha antiterrorista. “Putin y Trump no trataron la cuestión de las sanciones y se centraron en cuestiones antiterroristas”, explica Vlast.
Fuentes rusas afirman que si la parte rusa ha sacado el tema de las sanciones, podría considerarse como una muestra de debilidad, sobre todo por parte de Putin, así que no tenía sentido continuar por esa línea.
El Kremlin quiere un diálogo en igualdad de condiciones, algo que resultó imposible durante la Administración Omaba. La lucha contra el Estado Islámico y Jabhat al-Nusra es aceptable tanto para Putin como para Trump y esta cuestión será el principal tema durante su primer encuentro.
Actualmente la coordinación entre las fuerzas rusas y las internacionales en Siria se realiza en base a un memorandum de seguridad de vuelos sobre Siria, que se limita a la regulación de vuelos, los canales de comunicación y la gestión de posibles crisis.
Por su parte, las fuentes de Vlast en el ámbito diplomático insisten que Moscú no se hace ilusiones sobre las relaciones con el nuevo presidente de los EE UU.
“Ha habido demasiadas dificultades, demasiadas trabas deliberadas por parte de la anterior administración estadounidense a la hora de desarrollar nuestras relaciones”, declaró el vicepresidente Serguéi Riabkov. “Continúan los esfuerzos de mentes destructoras para atar las manos de la nueva administración, para que no se dé ni un paso hacia delante que pueda mejorar las relaciones con Rusia. Eso ya lo hemos visto”.
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