El futuro de Siria se decide en Astaná

Gobierno y oposición se reúnen en Kazajistán para negociar la paz.

Gobierno y oposición se reúnen en Kazajistán para negociar la paz.

Reuters
El gobierno y la oposición de Siria participan en un encuentro en Astaná, pero las discrepancias entre Rusia, Turquía e Irán ponen en peligro el éxito de la reunión. Además, mientras Rusia y Turquía atacan a los terroristas del Estado Islámico en el norte del país, la agrupación se está haciendo con el control del último bastión del gobierno en el este y sigue destruyendo Palmira.

Astaná, capital de Kazajistán, acoge hoy el 23 de enero las primeras negociaciones del gobierno sirio con la oposición armada desde la primavera de 2016. Las negociaciones de Astaná están convocadas gracias a la mediación de Rusia y de dos potencias regionales implicadas directamente en la guerra siria: Turquía e Irán. En vísperas de las negociaciones, a partir del 30 de diciembre se anunció una tregua entre el gobierno y la oposición (el alto el fuego no se extiende a los terroristas).

Además del gobierno, la oposición y los tres países intermediarios, en el diálogo participará también la ONU. El 19 de enero el ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, confirmó que EE UU también ha sido invitado pese a la oposición de Irán en un primer momento.

Se preparan unas negociaciones complicadas

Como Rusia, Irán apoya a Bashar al Asad en el conflicto sirio, pero su postura es más irreconciliable. De este modo, el presidente de Irán, Hasán Rouhaní, ha acusado a EE UU y a Arabia Saudí de “apoyar a los terroristas” y se ha manifestado en contra de su participación en las negociaciones. Irán ha criticado también a otro miembro de los tres intermediarios, Turquía, que según Rouhaní ha introducido a sus tropas en territorio de Siria de forma ilegal.

Rusia carece de instrumentos de presión importantes sobre Irán, opina el especialista en estudios orientales Alexéi Malashenko, experto del centro Carnegie de Moscú. “Irán aspira al liderazgo en una región de gran importancia estratégica y no pretende ceder esta posición a nadie, incluyendo a Rusia” — declaraba Malashenko a Kommersant.

El arabista Leonid Isáyev, profesor del departamento de politología de la Escuela Superior de Economía, señala que los intermediarios deberán implicar en las negociaciones al mayor número posible de participantes si quieren conseguir el éxito. “¿Cómo se conseguirá resolver el conflicto sirio sin los kurdos? ¿Sin los estadounidenses? ¿Sin los países del golfo Pérsico? — declara Isáyev a RBTH—. Si solo van a negociar el régimen, la oposición y el trío Rusia-Turquía-Irán, el problema no se resolverá”. Por ahora Rusia a duras penas consigue evitar un conflicto entre Turquía e Irán, señala el experto. Debido a ello, no queda claro si las negociaciones en Astaná supondrán realmente un avance.

La alianza ruso-turca

En el contexto de las discrepancias con Irán, Turquía cada vez coopera más estrechamente con Rusia. El 18 de enero, la aviación de Rusia y Turquía llevaron a cabo ataques conjuntos contra los guerrilleros del Estado Islámico cerca de la ciudad de Al-Bab, en el norte de Siria.

Se trata de la primera operación conjunta de estos dos países en la guerra siria.

“Al-Bab es un problema importante, los turcos llevan más de un mes atacándola y les faltan fuerzas, y la ayuda de las Fuerzas Aeroespaciales rusas les es muy necesaria” — comenta el especialista en Turquía Víktor Nadein-Ráyevski, investigador sénior del Instituto de Economía Mundial y Relaciones Internacionales de la Academia Rusa de Ciencias. Según Nadein-Ráyevski, la alianza entre Rusia y Turquía no solo permitirá expulsar al Estado Islámico de esta región, sino que también sirve como prueba de que los dos países han logrado encontrar un entendimiento mutuo a largo plazo en la cuestión siria.

El Estado Islámico no se entregará

El Estado Islámico recibe ataques de todas partes: Rusia y Turquía atacan a Al-Bab en el norte, las tropas iraquíes con el apoyo de la coalición occidental encabezada por EE UU hacen retroceder a los terroristas de su “capital” en Irak, Mosul. Leonid Isáyev señala que lo más probable es que pronto Bashar al Asad se una a la guerra contra los terroristas trasladando a una parte de sus tropas de Alepo (tomada por el gobierno en diciembre) a Palmira.

“Probablemente, Rusia apoyará el nuevo ataque a Palmira con bombardeos aéreos — comenta Isáyev—. Es una cuestión de reputación: la pérdida de la ciudad en diciembre de 2016 se ha percibido como un fracaso absoluto”. Los terroristas, que han tomado esta ciudad antigua por segunda vez en la guerra de Siria, siguen destrozando su patrimonio. Según los medios de comunicación sirios, los guerrilleros han destruido una parte de su tetrápilo y han dañado el anfiteatro en el que el pasado mes de mayo de 2016 Rusia celebró un concierto dedicado a la liberación de la ciudad.

Al mismo tiempo, los terroristas atacan constantemente la ciudad Deir ez-Zor, el último enclave controlado por el gobierno en el este del país. Según medios de comunicación árabes, los islamistas están avanzando con éxito estos días y expulsando al gobierno de un barrio tras otro.

La actividad del Estado Islámico demuestra que la agrupación se encuentra en una situación difícil y se precipita en sus actos. “La agrupación está sufriendo derrotas y perdiendo territorios. Para ellos es importante tomar Deir ez-Zor, de este modo asegurarían su retaguardia y podrían actuar de forma más compacta, sin alargar tanto el frente” — declara el experto a RBTH.

Anteriormente, Rusia, Irán y Turquía llamaron a opositores sirios a separarse de terroristas.

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