¿Llevarán Rusia, Turquía e Irán la paz a Siria?

Las partes han decarado un alto el fuego.

Las partes han decarado un alto el fuego.

AP
Gracias a la mediación de Rusia, Turquía e Irán, el gobierno de Bashar al Asad y los representantes de la oposición armada han declarado un alto el fuego: a partir del 30 de diciembre las partes bajarán las armas y están dispuestas a entablar el diálogo. Los expertos opinan que Rusia, junto a los principales países del a región, podría llevar la paz a Siria, pero el proceso será largo y requerirá la participación de más países.

Rusia y Turquía se han erigido como los garantes del nuevo alto el fuego en la guerra civil siria, que entra en vigor a partir de las 00:00 del 30 de diciembre, declaraba el 29 de diciembre Vladímir Putin. Al alto el fuego se unirán las fuerzas de la oposición que incluyen a más de 60.000 soldados, informaba Serguéi Shoigú, ministro de Defensa de Rusia. Los soldados que no apoyan el alto el fuego se considerarán terroristas, y el gobierno de Siria abrirá el diálogo con el resto de fuerzas.

Irán también ha apoyado este acuerdo. Putin señala que los tres países (Rusia, Turquía e Irán) han llevado a cabo un gran trabajo para conseguir la paz en varios eventos, como el encuentro entre ministros de defensa y asuntos exteriores de los tres países, que se celebró el 20 de diciembre en Moscú. Las negociaciones del proceso de paz se celebrarán en Astaná, capital de Kazajistán, durante la segunda quincena de enero.

Participantes regionales ocuparán el lugar de EE UU

El socio habitual de Rusia en la búsqueda de una solución pacífica al conflicto sirio es EE UU, pero todos los intentos de llevar la paz a Siria han fracasado: el último acuerdo sobre el alto el fuego, anunciado el 10 de septiembre, no duró ni una semana. En esta ocasión, los socios de Moscú son participantes muy influyentes en Oriente Próximo: Ankara y Teherán. EE UU se ha quedado fuera del proceso.

“EE UU no tenía realmente herramientas para influir en la oposición que considera moderada, pero que en realidad se solidariza con los terroristas del Frente al Nusra” — explica Irina Zviáguelskaya, investigadora jefa del Instituto de Estudios Orientales de la Academia Rusa de Ciencias, la causa de los fracasos en las negociaciones ruso-estadounidenses. Turquía, a diferencia de EE UU, tiene influencia directa en la oposición siria, por lo que la colaboración con este país es más eficaz, opina la experta. Irán y Rusia, por su parte, pueden influir en Bashar al Asad como aliados militares y políticos.

La calma es necesaria

 El arabista Leonid Isáyev, profesor del departamento de politología de la Escuela Superior de Economía, también opina que la tregua alcanzada con la ayuda de Rusia, Turquía e Irán puede resultar muy eficaz. Los tres países no solo tienen influencia sobre las partes enfrentadas, sino que también son conscientes de que el compromiso es necesario.

“Todos necesitan un descanso — declara Isáyev a RBTH—. Turquía se está enfrentando a una grave inestabilidad interna y al mismo tiempo dirige una operación en el norte de Siria; Irán ha perdido muchos recursos económicos y humanos apoyando a Asad, y Rusia también sufre ciertas pérdidas”. En un contexto en el que ni el gobierno de Siria ni la oposición tienen recursos para ganar la guerra, Rusia y los países de la región los empujan a firmar la paz.

Una tregua frágil

Vladímir Putin se muestra cauteloso a la hora de valorar los acuerdos alcanzados: “Todos estos acuerdos, como todo el mundo puede entender perfectamente, son muy frágiles”. Los expertos están de acuerdo: en una situación tan confusa como la de Siria, sobran factores capaces de romper la tregua.

“No tenemos la certeza de que los acuerdos se cumplan a largo plazo” — declara Irina Zviáguelskaya a RBTH.

Según la experta, no solo se trata de las contradicciones entre los patrocinadores de la tregua (Rusia e Irán apoyan a Asad, y Turquía a la oposición), sino también de la gran cantidad de participantes ajenos a estas negociaciones, incluidas las fuerzas no estatales. Las agrupaciones armadas, entre ellas las terroristas, son imprevisibles y no todas están interesadas en la estabilidad de Siria, opina Zviáguelskaya.

Leonid Isáyev señala que el alto el fuego alcanzado y la distinción de los ámbitos de influencia afectarán principalmente a las zonas del noroeste de Siria, donde se ha formado una frontera entre las zonas controladas por el régimen y las zonas de la oposición. En el resto de regiones las cosas pueden ser mucho más complejas. “Por ejemplo, ¿qué sucede con la parte oriental de Siria, donde se encuentra actualmente el Estado Islámico? No se sabe quién controlará este territorio, quién lo liberará de manos de los terroristas” — comenta Isáyev.

En cualquier caso, señala el experto, es necesario ampliar el número de participantes en las negociaciones. Hay que incluir en el proceso a EE UU, Arabia Saudí y a otros países de la región. “El formato triple de Rusia, Turquía e Irán es un buen comienzo, pero no es suficiente para llevar la paz a toda Siria. Es necesario formar nuevos vínculos” — declara el experto a RBTH. 

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