La cumbre de los BRICS que se celebró del 15 al 16 de octubre en Goa no ha supuesto ningún hito en la historia de esta organización todavía joven, pero ha demostrado que los países miembros siguen interesados en mantener este formato de negociaciones.
La víspera de la cumbre en los medios de comunicación se publicaron varios artículos que ponían en duda la productividad de esta organización. Destacaban sobre todo los problemas del grupo y las contradicciones entre sus miembros. También se señalaba que el nuevo líder de Brasil no es tan partidario de este formato como su predecesora. La postura del presidente de Sudáfrica están muy debilitada en su país e India no está en absoluto de acuerdo con el refuerzo de la posición de China entre los BRICS.
Además, según el periódico Kommersant, los miembros de los BRICS tienen ideas distintas acerca de la misión de este grupo. Mientras Moscú y Pekín están interesados en convertir el grupo de los BRICS en una estructura influyente en el marco de un nuevo mundo multipolar, una alternativa al centro de influencia occidental, Deli, por el contrario, está más concentrada en colaborar con Estados Unidos y utiliza la organización como táctica para conseguir sus propios objetivos.
No es casual el hecho de que la pregunta sobre los problemas internos de los BRICS fuera la primera a la que tuvo que responder Vladímir Putin durante la rueda de prensa tras el encuentro en Goa. El líder ruso hizo notar que esta pregunta encerraba el deseo de “algunos socios” de Rusia, “de buscar siempre los problemas, hagamos los que hagamos”. Evidentemente, el presidente ruso hacía referencia a los países occidentales.
Sin embargo, según Putin, “siempre hay problemas”, y esta cumbre le ha convencido de que “los BRICS tienen muchas opciones de seguir desarrollándose”.
AP
“Este encuentro, para serles sinceros, me ha alegrado, porque por primera vez he visto un interés real en el desarrollo de nuestras relaciones. De este modo, aparecerán ámbitos reales para la cooperación”. La expresión “por primera vez” (porque la organización no se creó ayer), da la razón a los más escépticos con los BRICS, aunque la valoración general que daba Putin a la cumbre no deja lugar a dudas sobre las grandes expectativas que alberga el Kremlin para el bloque.
Sin embargo, ¿hasta qué punto están justificadas estas expectativas? Las opiniones de los expertos respecto a esta cuestión son optimistas y precavidas al mismo tiempo. En lo que respecta a la economía, según Alexander Knobel, director del laboratorio de investigación de comercio internacional de la Academia Presidencial de Economía Nacional y Administración Pública, “la cumbre no ha empeorado las impresiones sobre las perspectivas de la organización”. Desde el principio estaba claro, subraya el analista, que los miembros de los BRICS tenían problemas, pero “el bloque sigue funcionando en la medida de lo posible”.
No obstante, es evidente que a pesar de la creación del Nuevo Banco de Desarrollo de los BRICS, así como de los acuerdos a gran escala entre Rusia y la India sobre aspectos económicos, no cabía esperar grandes avances económicos de los BRICS en la cumbre de Goa.
No habrá una zona de libre comercio análoga al Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica, una profunda integración económica promovida por Estados Unidos. Según Knobel, es poco probable que la dimensión económica de la actividad de los BRICS dé un salto cualitativo durante los próximos años.
Al mismo tiempo, los expertos señalan que la economía no es el motor principal de este proyecto.
“Si los BRICS fueran únicamente una organización económica, las contradicciones existentes entre sus miembros podrían destruirla rápidamente”, declara a RBTH Víktor Jeifets, director del programa de máster sobre estudios de los países de los BRICS de la Universidad Estatal de San Petersburgo, que señala el papel predominante de la política en la creación de este club.
Según el experto, en el caso de los BRICS se trata de la aparición de un “Grupo de cinco países, posiblemente un nuevo G5, llamado a convertirse, si no en el contrapeso del G7, al menos sí en su complemento”. Los BRICS como club alternativo con su propio punto de vista, que no siempre es el mismo pero que en muchas cuestiones es similar, “ayudará a sus miembros a demostrar que desempeñan un papel importante en la política mundial”, asegura el experto.
Efectivamente el componente económico real de los BRICS no es tan importante, pero la organización refuerza a sus países miembros en el plano político en varias superficies, según comenta el decano de la facultad de economía y política mundiales de la Escuela Superior de Economía, Serguéi Karagánov.
Una prueba de la importancia del apoyo político que pueden ofrecer los BRICS es la declaración final de la cumbre. Aunque en lo que respecta a Siria, por ejemplo, el documento no refleja por completo la postura de Moscú, en general coincide con la línea política de Rusia, según indican los analistas.
#BRICS abogan por un mundo multipolar y reclama reforma integral de #ONUhttps://t.co/fzgPl72oso#noticiaspic.twitter.com/SuZjyjIJj1
— RBTH (ES) (@rbth_es) 17 de octubre de 2016
Según Jeifets, para Rusia son más importantes los puntos de la declaración en los que se indica que las decisiones en el ámbito mundial debe tomarlas el Consejo de Seguridad de la ONU, que las intervenciones militares unilaterales no aprobadas en el Consejo de Seguridad son inadmisibles y deben ser objeto de amonestación. Todo esto permite suponer que “los BRICS son una organización más viva que muerta”. El investigador citaba además un estudio reciente de unos especialistas canadienses según el cual el porcentaje de realización de las decisiones tomadas por la organización va en aumento. De este modo, más del 80 % de las decisiones tomadas durante la última cumbre en Ufá se han llevado a cabo. “Los países de los BRICS no solo firman declaraciones y acuerdos, sino que también están empezando a cumplirlos” –resume el experto.
El papel fundamental del apoyo político en los BRICS es la clave de su sostenibilidad y de su desarrollo en el futuro, según los analistas rusos. Según ellos, la aparición de esta organización es un síntoma de que la comunidad mundial se ha cansado del modelo de relaciones internacionales establecido en los años 90 tras la caída de la URSS, dominado por Occidente.
“Los BRICS es uno de los elementos que forman parte del cambio de este sistema por otro más adecuado, más justo y quizás más sostenible”, opina Karagánov. Sin embargo, el experto no cree que la organización llegue a convertirse en el futuro en un centro independiente de la política mundial: los BRICS seguirán siendo una plataforma en la que los líderes de los nuevos países emergentes podrán acordar sus posturas.
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