Vasya Lozhkin es una de las estrellas del arte contemporáneo ruso. A pesar de no haber sido nominado a ningún prestigioso premio de arte ni tampoco haber exhibido sus obras en la Galería Tretiakov, las redes sociales están llenas de sus obras, algunas de ellas con miles de reposts. Su lenguaje artístico es muy reconocible y las alegorías están claras para cualquier ruso, aunque describirlas es como intentar explicar un chiste.
Los protagonistas de sus cuadros son un gato rojo y una vieja malvada con un pañuelo en la cabeza. El primero es muy querido por los internautas, mientras que la última parece a la bruja Baba Yagá (uno de los personajes más famosos y más malos de la mitología eslava) y representa una imagen prototípica del vecino malvado. Además de ellos, en el mundo de Lozhkin viven osos, liebres, cerdos y otros animales, así como hombres sin afeitar y borrachos.
Las obras son una sátira del mundo moderno: ridiculiza los vicios humanos, las sanciones económicas, la falta de libertades políticas y el legado soviético. Al parecer, en Kobylozavodsk, ciudad inventada por Lozhkin, uno puede reconocer cualquier ciudad provincial rusa.
Alexandra Mudrats / TASS
En realidad el nombre del pintor es Alexéi Kudelin. Este hombre calvo, con barba y gafas se parece más a un doctor o un profesor. Tiene 40 años, es jurista y, como dice él, pintor de vocación que no sabe pintar, músico que no sabe tocar y bloguero sin talento literario. Aunque estudió música desde su infancia, formó su propio grupo punk durante la juventud, lo que le trajo la fama no fue la música sino la pintura. El propio Lozhkin se considera un pintor punk.
El apodo de Vasya Lozhkin lo usó hace más de una década para un blog en LiveJournal. Al pintor le gustó el espacio web, por eso en vez de exponer en alguna galería decidió publicar las imágenes en internet. Poco después las pinturas empezaron a venderse, publicó varios álbumes musicales, se celebraron exposiciones en diferentes partes del país y hasta se abrió un club nocturno en Praga con dibujos de sus gatos en sus paredes.
Las imágenes no tienen prototipos específicos, todos los personajes se basan en una especie de autorretrato: Lozhkin se retuerce antes de un espejo y plasma lo que ve. Otra fuente de inspiración son los trenes de cercanías, en los que el artista viajó cuando vivía en la pequeña ciudad de Solnechnogorsk. En cuanto al gato, es un animal que se puede ver en cualquier pueblo ruso.
El punk en Rusia: ideología, música, estilo de vida
El punk ruso ha dado un giro de 360 grados en los últimos 30 años. En sus orígenes a principios de los 80 era un movimiento underground, "Nosotros contra el mundo", pero empezó a hacer música súper ventas, completamente comercial en los 90, para convertirse finalmente en favorito en las discotecas y fiestas de los "nuevos burgueses" de los 2000.
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