La exposición fue inaugurada por el embajador de México, Rubén Beltrán Guerrero, quien destacó el difícil camino que llevó al artista a México. En el 1933 Vladímir Kibálchich fue exiliado junto con su padre de Moscú a Orenburgo por sus ideas disidentes, y tres años después, en el 1936, obtuvo el permiso de abandonar su país. El joven artista y su padre se dirigieron a Bélgica, y después a Francia, donde el artista empezó a participar en exposiciones con el pseudónimo de “Vlady”.
Durante su estadía en Francia conoce a Diego Rivera, que influye en sus futuras obras. En 1941 la familia se ve obligada a abandonar Europa por la ocupación alemana y emprende un viaje a la Martinica, República Dominicana y Cuba. Después, como dijo el embajador, se dirigieron “a un país que ya sabía recibir a la gente perseguida: México”.
Kibálchich vivió en México hasta su muerte en una casa en Cuernavaca, a 80 kilómetros de la capital.
El artista no se expuso en Rusia hasta el año 1990. “Vlady ha estado regresando a casa. Vlady hoy regresa a casa”, agregó el embajador. La muestra conmemora el décimo aniversario de la muerte del artista y 125 años de relaciones diplomáticas ruso-mexicanas. Las obras seleccionadas para la muestra han sido declaradas patrimonio cultural de México, anteriormente estaban expuesta en el Museo Nacional de Bellas Artes.
Para el Museo de Artes Aplicadas y Decorativas poder acoger esta exposición ha sido un honor.“Esta vez los objetivos del museo se expandieron al sumarse un aspecto internacional. Vladímir Kibálchich no es solamente un artista virtuoso, sino un hombre que simboliza una época.
Su personalidad une muchas cosas: a Rusia y México, la pasión y la ternura”, comentó Elena Titova, directora del Museo de Artes Aplicadas y Decorativas, a RBTH.
El artista fue nombrado Hombre del Milenio de la Academia de Bellas Artes en 2000 en México y miembro honorífico de la Academia Rusa de las Artes en el 2002. En Francia recibió el título de caballero de la orden de Literatura y Arte.
Sus murales se pueden encontrar en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y en la biblioteca Miguel Lerdo de Tejada. El embajador de México recordó haber conocido al pintor cuando Vlady trabajaba en el mural de la biblioteca del Ministerio de Hacienda.
“Debió haber tenido unos 60 años en aquel entonces. Me pareció una persona muy fuerte”, comentó a la directora del museo. Además, las obras de Vlady se pueden encontrar en el Palacio Nacional de Managua, Nicaragua. En la ciudad canadiense de Montreal sus obras están presentes en la exposición permanente.
En Moscú la exposición estará abierta hasta el 28 noviembre.
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