La exposición, que permanecerá abierta hasta el 28 de julio, dará a conocer los habitantes y visitantes de la capital rusa los detalles de la compleja relación entre Diego Rivera y Frida Kahlo, que duró 25 años en el contexto de los acontecimientos en rápido desarrollo de principios del siglo XX en México.
36 fotografías mostrarán la vida y actividad de los dos pintores durante este periodo: su vida familiar y artística, su relación con Trotski (que se convirtió en amante de Frida y cuya muerte atribuyeron en parte a Diego), su activismo político y su lucha por los derechos de los trabajadores, así como la defensa de los valores nacionales y la cultura de México.
El año 1929 fue un año clave para los pintores, ya que Rivera se constituyó como una figura muy activa en el Partido Comunista de México, participando en la lucha de clases y defendiendo a las víctimas de injusticias. Fridaformó parte de un movimiento de juventudes comunistas. Los ideales políticos comunes debían unirlos en una lucha común. Sin embargo, su relación estuvo marcada por una gran inestabilidad. Los numerosos romances de ambos esposos provocaron su separación. No obstante, sólo un año después de la muerte de Trotski se volvieron a casar, lo que al parecer demostró que no podián vivir separados, a pesar de su complicada relación.
A partir de ese momento, su complicidad adquirió una nueva dimensión: se convirtieron en dos compañeros con un único destino, cuyo fin era la pintura. Y, a pesar de que cada uno siguió un camino distinto, les unía el amor por la pintura precolombina y las colecciones de arte.
"Esta exposición no trata sólo de Diego y de Frida, sino también del contexto de su vida, de su creación, de un contexto gracias al cual se puede comprender y sentir la creación de ambos", - aclaraba el embajador de México en Moscú, Rubén Beltrán, que estuvo presente en la inauguración.
Los fotógrafos, al retratar los momentos de la vida de Frida Kahlo y Diego Rivera, perpetuaron sus aventuras políticas y su lucha por los derechos de la clase obrera, así como la defensa de los valores nacionales y la cultura de un país dividido.
"Frida Kahlo y Diego Rivera son dos grandes artistas de los que México se siente orgulloso. En sus obras se halla la historia de nuestro pueblo. Fueron dos personas maravillosas que demostraron a todo el mundo la grandeza de la cultura mexicana. Yo me siento realmente orgulloso de haber podido inaugurar esta exposición: estas fotografías nos hablan del amor de estas personas, de su creación, de sus vidas repletas de experiencias", - comentaba el embajador mexicano.
Estas obras demuestran claramente cómo transcurrió la vida de estos pintores durante periodos de gran agitación política, cómo se fundieron en uno solo durante los grandes acontecimientos en el curso de los cambios políticos que experimentó México.
"Frida Kahlo fue, por así decirlo, una "hipermexicana". Amaba apasionadamente su país, y no sólo el México contemporáneo, sino también el anterior a la ocupación española, siempre llevaba vestidos y joyas tradicionales mexicanos. Frida nació en 1906, pero siempre decía que había nacido en 1910, el año en que comenzó la revolución mexicana", señala la directora de la sección de economía, turismo y medios de comunicación de la embajada de México en Moscú, Nayeli Álvarez.
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