La serie se centrará en tres personajes principales: el inteligente exmatemático Misha, la hija de un oficial moscovita llamada Alisa y Stepán, el enigmático conductor de Lada. La comedia mostrará una visión poco convencional de los rusos que viven en la capital británica.
Shaun Walker, del periódico The Guardian, ha descrito detalladamente a los personajes de Londongrad, una agencia creada para resolver los problemas que se presentan a los rusos ricos que viven en la capital británica.
"Exiliados o emigrados de su país, tampoco se sienten en casa en Londres", escribe Walker. Londongrad es ficción, pero este tipo de agencias existen. Se dedican a encontrar las mejores escuelas para los hijos de los oligarcas hasta reservar una mesa en un restaurante de moda. Este tipo de agencias ofrecen una gran variedad de servicios a los ricos rusos recién llegados.
Pero la población rusa de Londres, que actualmente se compone de 150.000 personas, no son solamente oligarcas y supermodelos. El guionista principal, Michael Idov explica que uno de los objetivos principales es huir de los estereotipos más fáciles. "Si esta serie es algo, es una ficcionalización de Londres, una ciudad llena de aventureros, tramposos y gente que se busca la vida, desde una perspectiva fresca", explica Idov.
En los últimos años Londres se ha convertido en un lugar de creciente atención, y a veces cierta idealización, por parte de algunos rusos, sobre todo los más jóvenes. El lugar donde se encuentra el Big Ben y Harry Potter es casi un personaje de ficción por sí mismo. ¿Qué imagen se presentará al público ruso? "El Londres de Londongrad es una construcción algo exagerada, como Las Vegas de las películas de Ocean´s Eleven, pero para eso es la televisión", declara Idov.
"Un efecto muy bonito sería si [Londongrad] pudiese recordar a los rusos que Occidente no está habitado por monstruos con cara de perro", explicó Idov a The Guardian, aunque también es una pena que la serie solo se dirija al público ruso, ya que los propios británicos podrían aprender lo mismo de una nueva imagen de los rusos que habitan en su ciudad.
Las relaciones entre el Reino Unido y Rusia no han sido fáciles desde hace años. Uno de los momentos más delicados se produjo tras la muerte del exagente del FSB Alexander Litvinienko en Londres en 2006. Los dedos acusadores de los británicos apuntaron hacia Moscú, lo que no hizo sino despertar recelos en Rusia. Además, desde el comienzo de la crisis en Ucrania, el conservador David Cameron es uno de los defensores de la línea dura contra Putin y su inflamada retórica apuesta por endurecer las sanciones.
Mientras tanto, hay oligarcas famosos que se han instalado en Londres. Los más famosos son Román Abramóvich, dueño del club de fútbol Chelsea, y Borís Berezovski, que se suicidó en su mansión en 2013.
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