En las afueras de Moscú y en la región moscovita más próxima hay decenas de parques forestales e interesantes museos, a los que se llega mejor en tren. El llamado ‘Diámetros Centrales de Moscú’ es un nuevo sistema de trenes de cercanías que circulan a intervalos de varios minutos y pasan directamente por el centro de la ciudad. Se puede pagar el billete con una “Troika”, la principal tarjeta de transporte público, y se puede recargar en cualquier estación; el transbordo posterior al metro es gratuito. El billete dentro de los límites de Moscú en 2024 cuesta 54 rublos (unos 0,60 dólares); en la zona suburbana, a las afueras de Moscú, cuesta 71 rublos (unos 0,78 dólares). A día de hoy, cuatro líneas "MCD" operan en la ciudad y a continuación se indican algunas de las cosas interesantes que se pueden ver a lo largo de las rutas.
La arquitectura futurista de la respuesta rusa al “Silicon Valley” es visible desde la estación de Skólkovo. Hay un edificio en forma de cubo, un tecnoparque, un centro de negocios en forma de pirámide truncada y muchos otros edificios insólitos en los que los científicos trabajan todo el día en los problemas de la existencia. ¿Le apetece verlo de cerca? Puede reservar una excursión en línea.
El parque que rodea la “Ciudad de la Innovación” es muy grande, puedes pasarte allí todo el día; si te cansas o el tiempo te falla, tienes a tu disposición abundantes cafeterías.
La calle 1812 conduce desde la estación de metro hasta el museo. Además del panorama en sí, dedicado a la batalla decisiva de la Guerra Patria de 1812, también se puede echar un vistazo a la isbá de Kutuzov. Se trata de una isbá de madera reconstruida (la original se quemó en 1868), en la que el consejo militar de generales rusos tomó la decisión de abandonar Moscú.
La entrada a la Reserva Paisajística de Lianózovo, un bosque dentro de los límites de la ciudad, se encuentra no muy lejos de la estación; justo después está el Paseo Marítimo de Lianózovo. Es un pequeño parque con arcos de estilo Art-Nouveau y columpios bajo marquesinas. Por supuesto, ¡hay espacio suficiente para pasear!
Se trata de un gran parque arbolado con un estanque en cascada y una plataforma de observación que dio nombre a la ciudad moscovita de Dolgoprudni. Los restos de la antigua finca noble Vinográdovo, propiedad de los antepasados del principal poeta ruso, Alexánder Pushkin, se pierden en los callejones cercanos al estanque situado más al norte. Eso fue a mediados del siglo XVII.
Si quieres aprender a navegar o simplemente te gusta ver yates, bájate en la estación de Vódniki. Además de numerosos clubes náuticos, hay restaurantes y hoteles temáticos, así como un paseo marítimo con ambiente bullicioso. La otra salida de la estación te llevará al parque Yusúpovski, con un anfiteatro, y a la finca Mísovo, que ofrece vistas a la bahía de Kotovski.
Cerca de la estación moderna hay un depósito de locomotoras histórico, uno de los más antiguos de Moscú. La propia estación de Podmoskóvnaya se inauguró en 1901. Toda su arquitectura es de estilo Art-Nouveau, muy popular en la época. No es sólo un depósito, sino también una torre de agua, un andén con un elegante tejado y la residencia del jefe de estación, con un interior restaurado de la época. Hoy es también un museo (abierto de miércoles a domingo de 10:00 a 17:00) y un taller de reparación de locomotoras en funcionamiento.
Muchos de los edificios industriales históricos que quedan en Moscú se han reconvertido en espacios artísticos y oficinas. Uno de los primeros fue “Flacon” en 2009. La antigua fábrica de perfumes del siglo XIX se convirtió en un centro de arte moderno. Se pueden encontrar salas de exposiciones, clases magistrales, actuaciones, espacios de co-working, así como clusters conceptuales. En general, es el sueño de todo trendsetter.
Cuando te bajes en esta estación, verás un Moscú atrapado en pleno siglo XX. Este distrito, alejado del metro y las autopistas, conserva su trazado inicial de los años 50, cuando se construyó como pueblo de estilo Stalin.
La parte central del distrito es una plaza con un Palacio de la Cultura y un monumento a Lenin. Sus calles son simétricas, con casas antiguas de dos plantas y jardines delanteros.
Es uno de los parques más grandes y hermosos de Moscú. Un complejo palaciego, invernaderos de flores, gigantescas zonas verdes, una fuente de luz y música y multitud de senderos para pasear atraen a turistas de todo el país. La residencia en sí fue construida para Catalina la Grande, pero ella no llegó a utilizarla; el parque que rodea el palacio era muy apreciado por los moscovitas en el siglo XIX, así que sin duda merece la pena dedicarle tiempo. No olvides llevar frutos secos para las curiosas ardillas locales. Por cierto, aparte de la reserva, puedes dar un paseo hasta los estanques del Bajo Tsarítsino, vecinos de los estanques Borísovski. También son gigantescas zonas verdes dentro de los límites de Moscú.
Esta pequeña finca-museo con un parque adyacente es un popular lugar de recreo para los habitantes de la zona. Se construyó a finales del siglo XVIII y fue el centro literario de la región de Moscú. El poeta Vasili Zhukovski, el escritor Nikolái Karamzín, el poeta Konstantín Bátiushkov y otros artistas pasaron temporadas allí. En la actualidad, también acoge exposiciones y eventos literarios.
Rusia cuenta con 25 atracciones ferroviarias infantiles, y una de las más antiguas se encuentra cerca de la estación de Krátovo. Se inauguró en 1937 y tiene el mismo aspecto que uno de verdad, sólo que más pequeño.
Los adolescentes trabajan como maquinistas, conductores de tren y despachadores. La línea tiene dos estaciones: “Yúnost” y “Pionérskaia”, con dos andenes intermedios entre ellas: “Shkólnaia” y “Détskaia” Los adultos también pueden viajar (por cierto, en el ferrocarril infantil, cualquier persona mayor de 10 años es considerada un adulto).
Puedes ver todo Moscú desde una altura de 337 metros si subes a la plataforma de observación de la Torre Ostánkino. Unos pisos más abajo, puedes tomar un tentempié en una cafetería con suelo giratorio. En 40 minutos, ¡darás una vuelta completa mientras tomas un café!
Si no te entusiasman las alturas, en el Parque Ostánkino podrá probar los famosos donuts estándar de toda la Unión. Se hornean allí desde los años cincuenta. Tu punto de referencia es la intersección de las calles Novomoskóvskaia y Ostánkinskaia... ¡y una larga cola de gente hambrienta!
El poeta Mijaíl Lérmontov visitaba a menudo esta antigua finca en su juventud; el sanatorio, abierto aquí tras la Revolución de 1917, recibió el nombre de “Mtsyri” por una de sus obras. Aquí se rodaron películas y series de televisión; se construyó toda una ciudad cinematográfica llamada Piligrim Porto a partir de elementos de atrezzo que sobrevivieron a las películas.
Puede adentrarse en la propia finca realizando una de las excursiones que se ofrecen los fines de semana. El parque, por su parte, abre todos los días.
Uno de los mercadillos más antiguos de Moscú se encuentra a sólo cinco minutos a pie de la estación. Inicialmente, estaba situado en Jitrovka (desde 1824), en pleno centro de la ciudad, pero, en 2010, se trasladó a las afueras, con lo que ganó considerablemente en tamaño. Los aficionados a rebuscar entre cofres y ropa vintage siempre hacen cola para ser los primeros en entrar cuando abre. Eso sí, sólo los fines de semana, de 7:00 a 20:00.
Se trata de un paseo a lo largo del Canal de Moscú, con espacio suficiente para parques infantiles, mesas de juego de ajedrez, una zona especial de rollerdrome y una variedad de senderos forestales a distintos niveles.
En 1933, por iniciativa de Maxim Gorki, apareció en el suroeste de Moscú una aldea de escritores llamada Peredélkino. Gorki propuso crear un lugar donde los autores pudieran no sólo trabajar, sino también hablar entre ellos. Allí vivieron Borís Pasternak, Konstantín Paustovski, Kornéi Chukovski, Bulat Okudzhava y muchos más. En Peredélkino se pueden visitar sus casas-museo o charlar con jóvenes escritores (o simplemente jóvenes) en la Casa del Arte.
No muy lejos se encuentra el gigantesco y bellísimo parque forestal Meshcherski, por el que es agradable pasear en cualquier época del año.
Históricamente, la colina Poklónaia estaba situada en la carretera que conducía a Moscú desde el oeste. Hoy alberga el Parque de la Victoria, dedicado a la II Guerra Mundial. En el centro del monumento hay un obelisco de 141,8 metros de altura que sirve de recuerdo de los 1.418 días de guerra (conocida como la Gran Guerra Patria, 1941-1945).
El parque también cuenta con una exposición de vehículos militares antiguos y el Museo de la Victoria.
Podrás ver los rascacielos más modernos de la capital e incluso llegar hasta el piso 89. La estación de Testovskaya está situada justo enfrente de la ciudad de Moscú, ¡así que podrás conseguir hermosas vistas en cuestión de minutos!
También hay una estación Testovskaya en la MCD-1. También puedes llegar a este lugar desde esa estación, pero tardarás un poco más.
La Catedral del Salvador de este monasterio es la iglesia más antigua que se conserva en Moscú. Fue fundada en el siglo XIV y reconstruida a principios del siglo XV.
El monasterio recibió su nombre de Andronik, alumno de Sergio de Rádonezh. Allí se encuentra un museo dedicado a Andréi Rublev, que trabajó en el monasterio. No se conservan originales de sus obras, pero el museo posee una de las mayores colecciones de iconos antiguos de Rusia.
Antes de la Revolución, el conde Sheremetiev era propietario de la finca Kuskovo. El parque está construido según el modelo europeo, con numerosas galerías ajardinadas y estanques. A grandes rasgos, se puede dividir en tres partes: el parque “francés”, el parque “inglés” y el dique. Semejante trazado ha sobrevivido prácticamente inalterado hasta nuestros días, ¡a pesar de que han pasado 300 años! El propio palacio también ha sobrevivido. También se puede acceder al parque por el lado opuesto, desde la estación Veshniakí de la MCD-3.
Síguenos en nuestro canal de Telegram: https://t.me/russiabeyondes
LEE MÁS: 5 lugares de Moscú que tienes que visitar al menos una vez en la vida
La ley de derechos de autor de la Federación de Rusia prohíbe estrictamente copiar completa o parcialmente los materiales de Russia Beyond sin haber obtenido previamente permiso por escrito y sin incluir el link al texto original.
Suscríbete
a nuestro boletín
Reciba en su buzón el boletín informativo con los mejores artículos sobre Rusia:
