Así de bella es Izborsk, hogar de valientes guerreros y suaves gatitos

Este pintoresco lugar era antiguamente una ciudad fronteriza, en la primera línea de defensa.

Una vieja fortaleza con muros de varios metros de espesor, avestruces vagando por las llanuras boscosas y un lugar pagano sagrado: ¡disfruta de todo esto y más!

Estamos visitando Izborsk (o la Vieja Izborsk, como la llaman los lugareños), a 730 kilómetros al noroeste de Moscú, justo al lado de la frontera ruso-estonia: una vez fue una ciudad bulliciosa en la primera línea de la defensa de la frontera noroeste, asediada repetidamente por la Orden Livona y otros invasores intrépidos, que nunca tuvieron éxito en combate.

Ahora es un pueblo, no una ciudad, y es difícil imaginar un lugar más pacífico y pintoresco.

Alrededores

El corazón de la antigua ciudad era la Fortaleza de Izborsk, ahora la principal atracción turística del pueblo. Este fuerte data del siglo XIV y fue construido cerca del lugar donde se encontraba una fortaleza más antigua. Incluso ahora, las seis torres que se mantienen en pie son una prueba del poder defensivo de este fuerte.

Así era el pueblo hace apenas un siglo. Ahora las casas cuidadosamente restauradas marcan el comienzo de la zona turística de Izborsk. Mira el adoquinado: es el verdadero, el antiguo, también restaurado.

Esta exquisita belleza natural se llama cataratas Slovénskie y tiene más de mil años de antigüedad. Piensa por un segundo que este salto de agua clara es más antiguo que las paredes de piedra. Desde la antigüedad, los manantiales han tenido un significado sagrado, siendo primero un sitio pagano y luego llevando el segundo nombre de Manantiales de los Doce Apóstoles.

Las fuentes Slovénskie se abren paso hasta el lago Gorodíshchenskoie, hábitat de patos y cisnes. Una antigua leyenda dice que estos cisnes nunca han abandonado el lago, y mientras permanezcan allí, Izborsk nunca caerá. Teniendo en cuenta que tanto los cisnes como el pueblo (e incluso la fortaleza) siguen presentes, ¡la leyenda debe ser cierta!

Esta pequeña capilla fue erigida no lejos de Izborsk, en nombre del Icono Derzhávnaia de la Madre de Dios. Aunque parece tan antigua como cualquier iglesia de Izborsk, data de 2012. La cercana Cruz Poklonni (de Adoración), conmemora todas las victorias de los militares rusos y de todos los guerreros rusos caídos; sus cimientos (bautizados como la Colina Santa de la Unidad y la Gloria de Rusia) se levantaron con la tierra de todos los lugares de gloria militar rusa.

...Y cuando se logran victorias militares y las batallas dejan de librarse, así es como luce el vecindario de Izborsk. Perfecta belleza y tranquilidad. El tiempo parece dejar de fluir aquí, y la calma impregna el alma.

Pero, ¿alguna vez te has imaginado que esta tierra es el hogar de... avestruces? Pues sí, ¡puedes probar los huevos de avestruz fritos! Bueno, probablemente con un huevo te bastara, por su tamaño.

Gente

Esta es la manera más barata de pasar un tiempo en Izborsk: ¡trae una tienda de campaña! Pero ten en cuenta el clima: la región noroeste de Rusia no es precisamente famosa por su calidez.

A pesar de que Izborsk y sus alrededores se encuentran entre los lugares más pacíficos del mundo, todavía hay espacio para el subidón de adrenalina. El entorno natural contribuye a ello aún más.

Así es como en el pasado una típica diosa doméstica de la antigua ciudad de Izborsk solía pasar su tiempo libre: en la estufa. Por supuesto, esto ocurría sólo cuando todas las tareas de la casa estaban hechas, es decir, casi nunca.

No te alarmes, estos tipos son contemporáneos nuestros. Pero, ¿qué mejor lugar para revivir el pasado que una antigua fortaleza? Por cierto, Izborsk alberga algunos festivales de recreación histórica cada año: una gran oportunidad para experimentar la vida antigua.

¿Te llevo a casa? Francamente, aquí en Izborsk no hace falta: las ciudades antiguas, incluso las más poderosas, no son realmente grandes para los estándares modernos. Todo es fácilmente accesible a pie.

Matices

Este es definitivamente el lado más bonito y probablemente el más sorprendente de Izborsk: ¡es una ciudad amante de los gatos! Se pueden ver gatos por todas partes (éste está descansando justo en la fortaleza), además, son bonitos y están bien alimentados. Y no tienen miedo de los seres humanos, así que, por favor, no os paséis acariciándolos.

Una antigua costumbre de una ciudad antigua: estas linternas se usaban hace décadas, pero parecen encajar perfectamente en las casas.

...La marcha hacia adelante del progreso. Nos guste o no, la revolución tecnológica parece imparable.

Una parte más del legado del pasado: esta cruz lleva el nombre de Truvor, un legendario vikingo, hermano de Rúrik, que hizo de Truvor el príncipe de Izborsk. Cierto o no, Truvor es un personaje popular de muchas leyendas y cuentos que se les cuentan aquí a los turistas, aunque esta cruz en particular podría no tener nada que ver con Truvor: data de los siglos XIV-XV, mientras que el legendario príncipe murió en 864, según los anales de la historia.

Nada extraordinario, sólo vasijas de barro decorando una empalizada. Bueno, está bien, puede ser una buena manera de secarlos, pero también tienen cierto valor ornamental.

Mira: ¡las murallas de la fortaleza son ASÍ de gruesas! Es fácil imaginar cómo era la vida aquí en tiempos de guerra y de paz.

Ahora solo falta que vengas y lo veas todo con tus propios ojos.

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