Sueños soviéticos en el mar Negro: ¿Por qué visitar Anapa?

Kirill Kallínikov/Sputnik
Para la mayoría de los rusos Anapa es el epítome de unas vacaciones baratas y soleadas en el sur. Pero más allá del olor a shashlik, maíz y cerveza, el pequeño pueblo ofrece un sorprendente patrimonio cultural, por lo que vale la pena visitarlo.

La primera impresión engaña

Después de llegar en autocar desde Krasnodar (un viaje de tres horas) la ciudad de Anapa te da la bienvenida con modernas casas y centros comerciales, todo nuevo. En el centro sólo unas pocas calles están abiertas al tráfico, muchas son zonas peatonales.

Desde la estación de autobuses hasta la playa hay cinco minutos andando. Pero hay que pasar por docenas de puestos de suvenires baratos, cafés de autoservicio stolóvaia abiertos en medio de la calle, gente anunciando paseos en barco por la Bahía de Anapa, y algunos museos entretenidos con reptiles, instrumentos de tortura y o figuras de cera. Todas las calles están equipadas con altavoces que emiten música pop y de baile durante todo el día, en su mayoría clásicos rusos y soviéticos.

Justo detrás de la gran piscina de aventuras “Golden Beach” se encuentra la entrada a la playa de la ciudad. “¡Por fin!”, pensarás. Pero no, ni siquiera podrás relajarte en la playa: aquí los turistas descansan hombro con hombro como sardinas sobre la arena caliente.

Anapa era un popular lugar de vacaciones ya en tiempos del Imperio ruso. Después de la guerra ruso-turca (1828-1829) la ciudad se convirtió en parte del imperio y un complejo de esparcimiento y salud de gran predicamento. A lo largo de la amplia bahía que rodea Anapa el mar es tranquilo y poco profundo. Cerca de 200 días al año hace suficiente calor para nadar y se pueden hacer románticos paseos por la costa.

En 1900 se construyó el primer sanatorio de Anapa. En la época soviética, la ciudad se convirtió en el principal centro de salud para niños. A lo largo de toda la bahía se construyeron diferentes campamentos de salud para los infantes del movimiento Pionero Soviético. Muchos rusos conocen Anapa desde su juventud y ahora visitan el lugar con sus propios hijos y nietos.

La ciudad bajo la ciudad

“¡Una pesadilla!”, podrías pensar. Pero a unos 500 metros de distancia, en la playa, todo se vuelve más tranquilo y, más allá de la música fuerte y el olor a carne, hay una vista verdaderamente única de la que tienes que disfrutar: las ruinas de la ciudad de Gorgippia. Aquí encontrarás restos helenísticos en tumbas que se remontan a los antiguos griegos. Algunos artefactos de esta época se muestran en el museo arqueológico junto a las ruinas de Gorgippia, en el centro de la ciudad de Anapa.

Gorgippia fue fundada entre los años 400 y 500 a.C., pero en el año 300 d.C. fue destruida por los godos. Gracias a su puerto, que facilitó el comercio entre el oeste y el este, la ciudad fue reconstruida más de una vez. En el siglo XIII incluso los comerciantes italianos invirtieron aquí su dinero y llamaron a la ciudad Mappario, o Mapa para abreviar.

Un siglo más tarde los turcos reinaron aquí y dieron a la ciudad su nombre contemporáneo: Anapa. Desafortunadamente también consiguieron darle a Anapa una nueva “imagen”: en aquellos tiempos el lugar era conocido por ser un enorme mercado de esclavos, y las niñas y mujeres locales a menudo terminaban en los harenes de Estambul.

Escapar hacia el silencio

Hoy en día se puede pasear libremente por el territorio de lo que queda de la antigua ciudad de Gorgippia. El recién renovado museo te ofrece todo para obtener una imagen precisa de cómo vivía la gente aquí hace más de 1.000 años. También el museo ofrece visitas guiadas por la parte subterránea de las ruinas.

Puedes continuar tu viaje a lo largo de la historia de Anapa en el Museo de Historia local. Aquí podrás conocer por qué la enorme puerta antigua de piedra de la ciudad fue apodada por los turcos como la “Puerta Rusa”, y cómo funcionaba la ciudad como fortaleza turca.

Y para los amantes de la naturaleza, no muy lejos de la ciudad se encuentra el lugar perfecto para relajarse lejos de la concurrida playa y su sangrienta historia: el foso de Vitiázovo y las dunas de Anapa. Aquí se puede visitar el epicentro del turismo de playa del mar Negro. No te arrepentirás.

¿Cómo llegar hasta allí?

Anapa se encuentra a unos 170 km al sur de Krasnodar, en la costa del mar Negro, entre la ciudad marina de Novorosíisk y los complejos vacacionales de Gelendzhik, Sochi y Ádler.

¡Un viaje en coche por carretera a lo largo de la costa te llevará a los lugares más bellos de la cálida y soleada Rusia del sur!

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