5 lugares históricos cerca de San Petersburgo que debe visitar

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La fuentes de Petergof, la espectacular reconstrucción de la Sala de Ambar en la residencia de las emperatrices rusas, una isla fortificada y otras razones para explorar los alrededores de San Petersburgo.

1. Peterhof

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Situado en la costa del Golfo del Finlandia, Peterhof quizá sea el suburbio más lujoso ed San Petersburgo, aunque en la época de Pedro el Grande era un más de recreo más. Monplaisir, el palacio del zar, daba la impresión de ser un palacio modesto y el Gran Palacio tampoco es muy ostentoso. El jardín estaba lleno de chozas de adobe de los campesinos.

A pesar de ello, a Pedro el Grande le gustaba pasar el tiempo allí y decía que el aire marítimo era lo que mejor sentaba a su salud. Para hacer el paisaje más agradable mandó que se construyeran fuentes y se colocara césped, imitando a los jardines de su querida Europa. Cuando invitaba a embajadores y otros miembros de la corte se aprovechaba de su fuerza de trabajo y les daba un hacha y otros instrumentos y los ponía a cortar, cavar y plantar junto a sus siervos.

Peterhof no adquirió su aspecto versallesco hasta años después de la muerte de Pedro. Su hija, la zarina Isabel, reconstruyó el Gran Palacio y le dio el esplendor del que disfruta actualmente.

2. Pushkin

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La principal atracción de Pushkin en el Museo-Reserva de Tsárskoe Seló, que mantiene el antiguo nombre del pueblo. Lo más destacado de este museo es el Palacio de Caterina, la residencia de verano de la emperatriz rusa. Durante la Segunda Guerra Mundial se saqueó la Cámara de Ambar del Palacio, pero fue restaurada posteriormente. En la actualidad la sala está abierta al público. 

En la Cámara de Ámbar, en el Palacio de Catalina. Foto: TASS/Eugene AsmolovEn la Cámara de Ámbar, en el Palacio de Catalina. Foto: TASS/Eugene Asmolov

En verano, sobre todo durante los fines de semana y los días festivos, hay mucha gente en el Palacio. Es una delicia visitarlo en invierno. La residencia está rodeada por el Parque de Ekaterina, que cuenta con edificios, galerías y grutas. Desde octubre hasta abril la entrada es gratuita. Junto al Palacio se encuentra el Lyceum, famosa escuela en las que estudió el poeta Alexander Pushkin.

El Palacio de Alexander. Foto: PhotoxpressEl Palacio de Alexander. Foto: Photoxpress

El Palacio de Alexander, un regalo de bodas de Catalina II a su nieto Sasha, que se convertiría en el zar Alexander I, es uno de los elementos más destacados del parque. Aunque en realidad, fueron otros zares los que disfrutaron más de él. Fue la residencia principal del último zar, Nicolás II, y fue desde aquí donde lo enviaron a Siberia como prisionero tras la revolución de 1917.

3. Pavlovsk

Foto: TASS/Irina AfonskayaFoto: TASS/Irina Afonskaya

Todo el conjunto es una regalo de Catalina II a su hijo Pablo. Sin embargo, Pablo prefería Gatchina (ver más abajo) y cedió este regalo a su mujer. Tras la muerte de Pablo se se convirtió en la primera escuela para sordos de Rusia.

La primera vía ferroviaria de Rusia se construyó aquí durante el reinado de Nicolás I. La estación Pavloski, conocida como el Pabellón Vauxhall pronto se convirtió en una importante atracción cultural. Vauxhall se pronunciaba algo como "vokzal", y es por eso por lo que “estación” se dice "vokzal" en ruso. En el pabellón musical actuaron artistas de la talla de Johann Strauss, el tenor Fiódor Shaliapin o el compositor Serguéi Prokofiev. Autores como Balzac, Dumas o Dostoievski ambientaron aquí fragmentos de sus novelas. Desafortunadamente el lugar fue completamente destruido durante la Segunda Guerra Mundial y actualmente solo hay una farola con una marca que recuerda lo que fue este lugar.

4. Kronstadt

Foto: Ruslan ShamukovFoto: Ruslan Shamukov

Es una isla fortificada, un puerto y una base naval, que durante la época soviética estuvo cerrada a los extranjeros. En este pueblo de cañones, anclas y memoriales de marineros hasta las iglesias pertenecían al Ministerio de Asuntos Marítimos. El templo más bonito de la ista es la Catedral Naval de San Nicolás. En los días claros su reluciente cúpula es visible desde San Petersburgo y la campana también se oye desde muy lejos. El Fuerte de Alexander I es quizá menos espectacular pero también es un lugar fascinante. Era un laboratorio para estudiar la plaga que solo era accesible en barca.  ​

5. Gatchina

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Durante el reinado de la emperatriz Catalina II, su hijo Pablo I hacia de zar en Gatchina. Comandaba una armada de juguete que tenía uniformes prusianos y les daba conmemoraciones ficticias a sus soldados por sus actuaciones.

La principal atracción es el Palacio de Gatchina, con su plaza para desfiles en frente, así como el Parque del Palacio, con su puente encorvado donde queda alguna de las ruinas en las que Pablo organizaba sus "encuentros de caballeros".

Pablo estaba interesado en el misticismo en los caballeros medievales así que poco después de ser proclamado zar dio cobijo a los Caballeros de la Orden de Malta, una fuerza militar católica que había sufrido en manos de Napoleón. El mandatario ruso fue elegido Gran Maestre de la Orden y levanto el Palacio Priori en Gatchina.

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