Se trata de una de las maneras más baratas de moverse entre los callejones nevados y el eclecticismo arquitectónico. Fuente: Lori / Legion Media
Moscú no tiene un centro histórico típico, como el de Praga, Viena, Riga y muchas otras ciudades europeas. El aspecto arquitectónico del centro de Moscú se formó capa a capa, como una cebolla, y sufrió una considerable transformación durante el periodo soviético: entre los años 70 y 80, numerosos callejones y palacetes históricos del siglo XIX fueron sustituidos por amplias avenidas y bloques de rascacielos.
Más tarde, a principios de la década del 2000, sufrieron una transformación de estilo ‘neomodernista’ postsoviético y, a principios de la década del 2010, numerosos edificios de oficinas se erigieron en el centro de Moscú. Esta combinación de antiguos frisos decorativos y modernos ventanales aportan un gran atractivo a las excursiones en tranvía por el centro de la capital rusa.
Existen al menos tres motivos para decantarse por un trayecto en tranvía durante las vacaciones de Navidad y Año Nuevo en Moscú:
1. La temperatura
Fuente: Lori / Legion Media |
El tranvía constituye la mejor manera de recorrer Moscú durante la fría estación de invierno. Sentados en el interior de un pausado tranvía se puede observar la ciudad en detalle sin arriesgarse a contraer un resfriado, y es que todos los asientos de los tranvías moscovitas cuentan con calefacción.
2. El precio
Finalmente, las bajas tarifas del tranvía son un buen motivo para aventurarse a recorrer la ciudad en este medio de transporte durante el invierno. Un viaje de ida cuesta solo 40 rublos (75 centavos de dólar). Se puede utilizar el mismo pasaje azul que se utiliza para entrar en el metro (así como los bonos universales Troika).
3. La comodidad
En 2014 se instaló en todas las paradas de transporte público del centro de Moscú una pantalla electrónica para informar sobre el tiempo de espera restante hasta el siguiente tranvía. Por otra parte, todas las rutas que se describen a continuación tienen una duración máxima de 25 minutos y están comunicadas con paradas de metro del centro, lo que permite planear el día con facilidad.
Ruta 9 ida y vuelta desde la calle Lesnaya, 20 minutos
La más histórica
Este tranvía pasa por la línea más antigua de Moscú, inaugurada en la calle Lesnaya hace 115 años (en 1899). Actualmente, la ruta de tranvía № 9 es la más corta de la capital; sigue un recorrido por la región central entre las paradas Bielorusskaya y Novoslovodskaya, y acaba en el punto de partida. La parada se encuentra junto al metro Bielorusskaya, justo detrás de los edificios de oficinas de la calle Lesnaya.
Es una ruta excelente para visitar la plaza Belaya, decorada con adornos e iluminación navideña en esta época del año. Una buena forma de terminar la ruta es visitar uno de los agradables restaurantes o cafeterías de la plaza Belaya. Si le gusta probar cosas nuevas, le recomendamos entrar en una de las dos cadenas de cafeterías rusas de moda: Kofein y Kulinarnaya Lavka Bratiev Karabaevij.
Ruta 39/Ruta 3: Chístie Prudí – Pavelétskaya, 15 Minutos
Fuente: Vladímir Presnya / Ria Novosti
La más atractiva
La ruta comienza en la parada de metro Chístie Prudí y recorre una parte del anillo de los bulevares de Moscú, que acoge numerosas mansiones del siglo XIX. Después, el tranvía cruza el río Moskova en su confluencia con el río Yauza. Desde el puente se abre una vista excepcional a uno de los famosos rascacielos estalinistas —el edificio residencial en la orilla Kotelnícheskaya— donde vivió la élite teatral y artística soviética.
A continuación, el tranvía se detiene en la parada de metro Novokuznétskaya y continúa hasta la parada Pavelétskaya. Aquí termina esta pintoresca ruta. Puede bajar en Pavelétskaya o volver a Novokuznétskaya para dar un paseo por la recién reformada calle Piátnitskaya, que este año se transformó en calle semipeatonal.
Si decide continuar el recorrido, prepárese para entrar en un distrito industrial y recorrer kilómetros de bloques en serie. La monotonía del paisaje se rompe con el monasterio de Danílov, el mercado Danílovski (en la parada de metro Túlskaya) y los edificios estalinistas que se erigen en la última parada del recorrido, Universitet. Desde aquí se puede llegar andando al mirador de Boroviovie Gori (también reformado) y admirar las enormes dimensiones del edificio central de la Universidad Estatal de Moscú, otro de los famosos rascacielos estalinistas de la capital (en tal caso prepárese para un recorrido de entre dos y tres horas).
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