La catedral de Kronstadt: un monumento bizantino a la Marina rusa

En Rusia hay infinidad de iglesias dedicadas a San Nicolás, pero ninguna es tan grandiosa como la Catedral Naval de San Nicolás de Kronstadt, que se consagró hace ahora 100 años. Situada en la base naval de Kronstadt, cerca de San Petersburgo, la enorme catedral fue construida con el apoyo personal del último zar Nicolás II y consagrada en junio de 1913, durante el 300º aniversario de la dinastía Romanov.

Fuente: William Brumfield

El hecho de que se dedicase la catedral a san Nicolás refleja no solo el papel del santo como protector de los marinos, sino también la conexión con su mecenas imperial Nicolás II. Igualmente importante, el estilo bizantino del diseño de la catedral proclama que los orígenes de la ortodoxia rusa están en Constantinopla. 

Hasta la fecha, la catedral de San Nicolás es el edificio más alto de Kronstadt. La base naval fue construida en mayo de 1704 por el zar Pedro I el Grande en la isla de Kotlin, en el Golfo de Finlandia. Su principal propósito era proteger la entrada por mar a San Petersburgo, que había sido fundada en la desembocadura del Neva exactamente un año antes. 

Cómo llegar

Para llegar a Kronstadt desde San Petersburgo, tomar el bus 101 (estación de metro Staraya Derevnia) o el bus K-405 (estación de metro Chiornaya Rechka) y bajarse en la última parada.

Los orígenes de la catedral fueron largos y complejos. En la década de 1730 se construyó en Kronstadt una iglesia de madera dedicado al icono de la Madre de Dios de Vladímir. Tras ser reconstruida varias veces, la iglesia fue reemplazada finalmente en 1870 por una catedral de piedra dedicada al icono de Vladímir. En la década de 1990 volvió a ser abierta al público y se convirtió en un centro de actividad de la vida de la parroquia. 

La posibilidad de construir una catedral en Kronstadt había sido debatida ya desde la década de 1830, en concreto, un edificio cuyo imponente tamaño sirviese de memorial para los que murieron al servicio de la Marina rusa. 

Esta es la idea que triunfó finalmente, cuando, en 1897, el zar Nicolás II aprobó la propuesta del vicealmirante Nikolái Kaznakov, comandante de Kronstadt, de lanzar una campaña para la construcción de una nueva catedral. 

El proyecto recibió un gran impulso con el apoyo del padre Juan de Kronstadt, un carismático aunque controvertido sacerdote venerado en masa por los fieles ortodoxos y que contaba también con la consideración de la jerarquía eclesiástica y el propio Nicolás II. También el famoso vicealmirante Stepán Makárov apoyó activamente el proyecto. 

En 1901 se concedió oficialmente la aprobación imperial al diseño de la catedral, realizado por Vasili Kosiakov, uno de los principales arquitectos rusos. El diseño combinaba el aspecto de las iglesias tradicionales con técnicas arquitectónicas innovadoras. El arquitecto fue especialmente creativo en su uso de arcos de cemento reforzado para cubrir grandes espacios. Como preparación para el proyecto, Kosiakov viajó a Estambul y Grecia para estudiar la arquitectura bizantina monumental. 

El lugar elegido para la catedral fue la Plaza del Ancla, una inmensa explanada utilizada para depositar anclas de barcos usadas. La construcción empezó en 1902 y la estructura fue finalizada en 1907, pero aún se requirieron otros cinco años para la decoración artística del exterior y el interior.

La catedral dejó de utilizarse en 1927 y se cerró en 1929. En las décadas siguientes, el interior, tras grandes reformas, fue utilizado como cine, club, sala de conciertos y museo naval. 

Las obras de arte del interior y del exterior sufrieron grandes daños por el abandono y la reconstrucción. El minucioso trabajo de reparación y renovación, basado muchas veces en fotografías de archivo, se fue llevando a cabo poco a poco durante toda la primera década de este siglo. Finalmente, la consagración de la catedral tuvo lugar el 28 de mayo de 2013. 

El diseño de la catedral de San Nicolás es un homenaje a uno de los monumentos arquitectónicos más importantes del mundo, Santa Sofía, construida en el siglo VI en Constantinopla por el emperador Justiniano, como un inmenso espacio diáfano coronado por cúpulas. Las fachadas exteriores, hábilmente decoradas con detalles estructurales, ascienden hacia la cúpula principal y su característica cruz. 

El exterior de la catedral está revestido de ladrillo amarillo con detalles en terracota. Durante la restauración, se tomó la controvertida decisión de cubrir toda la superficie con una pintura de tono beige claro, que da una impresión monolítica pero esconde la excelente calidad original del ladrillo. 

La fachada oeste se parece en cierto modo a las de las catedrales medievales de Occidente. Su rasgo principal es un enorme pórtico, flaqueado por otros dos más pequeños, todos con arcos en perspectiva. 

En las portadas laterales vemos paneles de mosaicos con representaciones de los santos a los que están dedicados los altares de la catedral. A la izquierda tenemos a san Pedro y san Pablo; a la derecha, a san Nicolás y al búlgaro san Juan de Rila. Sobre cada una de los ángulos superiores del edificio se alza un campanario. 

Los pórticos centrales de las fachadas oeste, sur y norte están decoradas también con imágenes en mosaico de personajes sagrados, como Cristo, San Nicolás y la imagen de la Virgen de Kazán. Todos estos mosaicos fueron elaborados por Vladímir Frolov en el estudio de Alexánder Frolov, el principal productor de mosaicos en Rusia a principios del XX. 

Dominando la parte superior de las fachadas se aprecian tres magníficos rosetones, con vidrieras visibles desde el interior. El ventanal oeste representa la Deesis (una imagen tradicional de Cristo en majestad flanqueado por la Virgen María y san Juan Bautista); las vidrieras del ala norte, la Crucifixión y al sur encontramos la imagen de uno de los milagros de Cristo, "la Pesca Milagrosa". Instalados originalmente en 1913, estas increíbles vidrieras fueron recreadas por el estudio de Alexéi Yakovlev. 

El el interior, la parte de las bóvedas estaba cubierta con pinturas monumentales de Mijáil Vasilev, recientemente restauradas, que imitan el efecto de los mosaicos. Son destacables las diversas representaciones de Cristo: en el interior del ábside, sobre el ábside y dentro de la cúpula principal. 

En el nivel superior, las galerías del coro descansan sobre pares de enormes columnas. Como en el original, el nuevo iconostasio es de mármol blanco con mosaicos. El espacio central de la catedral está iluminado con los inmensos candelabros colgantes comunes en la tradición bizantina. 

Enfrente de la catedral hay una gran plaza que se usa a menudo para procesiones religiosas. En el ángulo suroeste de esta plaza se alza un monumento al almirante Stepán Makárov, que murió cuando una mina japonesa hundió su buque en abril de 1904. Su objetivo de servir como memorial y las maravillosas obras artísticas de su interior se combinan en la catedral de San Nicolás para dejar una impresión inolvidable.

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