Hacer autoestop en el país más grande del mundo puede ser una experiencia emocionante. Fuente: PhotoXpress
En los últimos años, la mayor parte de la población mundial se ha lanzado a viajar como loca. Con la bajada de los precios de los billetes y los hoteles, cada vez más personas que han empezado a viajar.
Aparte de los viajeros que utilizan los alojamientos "todo incluido" y los viajes organizados estándar, hay otra gente que prefiere formas más independientes, menos cómodas, pero que permiten conocer el país de destino desde dentro.
Hacer autoestop es evidentemente la forma más barata y emocionante de viajar, manteniendo el genuino espíritu de la carretera.
El experimentado autostopista Antón Krotov dice que si viajas solo tendrás que aprender un poco de ruso. O hacerte con un compañero de viaje ruso. A menudo la gente viaja más rápido cuando va en pareja, especialmente si son un chico y una chica. A los conductores les preocupa generalmente la seguridad y le da miedo subir al automóvil a dos chicos adultos.
Navegando por internet uno puede encontrar historias de autoestopistas europeos en el Extremo Oriente, autoestopistas rusos en la India o en África, etc. Últimamente cada vez hay más posts de autoestopistas angloparlantes dedicados a viajes por Rusia.
Un poco de historia
El autoestop entró en la URSS a principios de los años 60. La leyenda dice que el líder soviético Nikita Jruschev conoció el autoestop en su viaje a los EE UU en 1959 y decidió implantar la idea en suelo soviético.
En 1965, el Consejo Central de Turismo introdujo el primer programa público al efecto, llamado Autoestop, acuñando así el término en Rusia para el futuro. De acuerdo con este programa, todo viajero mayor de 16 años podía comprar un paquete de billetes de autoestop que debían ser rellenados por los conductores que llevaran al viajero hasta su destino, cobrando un rublo nominal por cada 480 kilómetros.
Con estos billetes los conductores podían participar en una lotería y ganar toda una serie de premios. Se realizaban campeonatos de autoestop y los viajeros podían comprarse un uniforme especial para la carretera.
Que se sepa el programa estuvo activo en tres repúblicas soviéticas con potencial turístico: Bielorrusia, Ucrania y Letonia. Dos años después el programa se canceló, pero el autoestop siguió siendo una de las maneras favoritas de viajar de los estudiantes y los hippies rusos.
A medida que crecía la comunidad de autoestopistas, se hacía mayor la necesidad de una organización para compartir experiencias e intercambiar mapas de viaje, así que en 1978 se creó la Liga de Autoestop de Leningrado, que se convirtió en el primer club de esta modalidad de viaje en Rusia. Su fundador, Alexéi Vorov, viajó unos 96.561 kilómetros por el mundo.
-En Rusia no se conoce por lo general el signo del pulgar. Simplemente extiende el brazo.
-Mantén la documentación a mano en una bolsa impermeable.
-En caso de que tu conductor sea multado por la policía no está de más si pones una parte. Lo mismo con el combustible.
-Asegúrate de que llevas reflectores en la ropa para poder hacer autoestop por la noche.
-Desgraciadamente Rusia carece de una buena red de hoteles, así que intenta encontrar alojamientos locales en internet. Pero lleva un saco de dormir contigo en caso de que tengas que pasar la noche en la calle. Dormir junto a la carretera es bastante seguro siempre que no estés visible.
-Ante todo mantén tu corazón y tu mente abiertas, la gente que encuentres te ayudarán si pedir nada a cambio. Y hacer autoestop es una manera genial no solo de explorar el país sino de conocer a la gente.
Otro club, la Escuela de Autoestop de Moscú, fue fundado en 1994 por Valeri Shanin. El club más reciente e importante es la Academia de Viaje Libre, creada en 1995 por Antón Krotov, el gurú del autoestop en Rusia, que tiene 37 años y lleva viajando desde que tenía 14.
Además de los viajes en solitario, los miembros de la AFT organizan expediciones de autoestop por Rusia así como a través de Irán, India, África, China, etc. Actualmente Rusia es el único país del mundo que tiene varios clubs de autoestopistas funcionando.
Autoestop para viajar por Rusia
En una breve entrevista que Antón Krotov concedió a Rusia Hoy para este artículo, el viajero nos dio algunos consejos para los autoestopistas extranjeros que quieran explorar las carreteras rusas.
El primero de ellos fue: piensa que vas a estar mucho tiempo. Rusia es un país inmenso con una enorme red de carreteras. Mientras que las carreteras estatales están por lo general en buen estado, puede que empeoren en las regiones, así que tu viaje puede que dure algo más de lo que habías planeado.
Para viajar algo más rápido haz rutas entre grandes ciudades, donde siempre hay tráfico. Ten un mapa a mano y avisa al conductor que eres un autoestopista y que no tienes dinero.
Según dice Krotov es casi un crimen entender el autoestop tan solo como una manera de viajar gratis. Cuando haces autoestop el viajero consigue un viaje gratis y el conductor obtiene la compañía que necesita para mantenerse despierto.
Durante el viaje los dos intercambian experiencias y pensamientos. En Rusia (como en cualquier otro sitio) es imposible hacer autoestop y no hablar con el conductor. Un viejo proverbio dice: "Con la lengua se puede llegar a Kiev", y esto es especialmente verdad cuando haces autoestop.
Los hippies fueron los pioneros del autoestop en Rusia y se inventaron un nombre para una historia de carretera ‘telega’ (literalmente carreta). Se trata de una historia, real o inventada, pero que siempre es interesante que se le cuenta al conductor para pasar el tiempo mientras conduce.
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Los ases del autoestop aconsejan que es bueno que el conductor cuente su propia historia para poder relajarse. Pero no esperes encontrar conductores que hablen inglés y menos español.
En EE UU el autoestop entró en declive después de que se hiciera pública información sobre muchos crímenes en carretera. En Rusia hacer autoestop sigue siendo una práctica sin regular, por lo que es cosa de cada uno.
Para evitar llamar demasiado la atención, intenta no vestir demasiado bien y deja la cámara cara en casa. Pero Krotov dice que no deberías creer las terribles historias de la mafia rusa y todo eso. Antes de subirte mira bien al conductor del coche y no dudes en rechazar el viaje si no te gusta.
Intenta no ir por las ciudades y los pueblos por la noche. La buena noticia es que al ser foráneo estarás protegido por el respeto y la curiosidad que la gente de casi toda Rusia sigue teniendo por los extranjeros.
Los conductores te ofrecerán comida e incluso quedarte en su casa, rememorando la vieja hospitalidad ortodoxa. Pero si te ofrecen alcohol es mejor rechazarlo, mantenerse sobrio es la clave para un buen viaje.
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