Oljón: descubriendo la isla más grande del lago Baikal

Juzhir 

Para llegar a Oljón, hay que tomar un avión o un tren hasta Irkutsk. Desde allí, se puede tomar un taxi compartido o un autobús a la isla. El viaje dura aproximadamente cinco horas. 

Llamada en bromas 'la capital' por sus habitantes, Juzhir es la población más grande de Oljón, con una población de 1.200 personas. 

Puede presumir de contar con algunas tiendas de comestibles, un par de restaurantes, una iglesia e incluso un club nocturno. Pero, a pesar de todos estos símbolos de la civilización, la vida en la isla transcurre pacífica y en calma. 

En 2005, en Juzhir se instaló por fin la red eléctrica. Desde entonces, los turistas acuden en masa a la pequeña ciudad, dando a los locales una oportunidad de ganar algo de dinero extra alquilando bicicletas y habitaciones. 

Ahora, las calles de Juzhir están tan llenas de rusos como de franceses, ingleses y alemanes.

La calle principal desemboca en el lago Baikal. Fuente: Tatiana Marshanskij 

Bed & Breakfast 

El guarda de la iglesia, Sergúei Yereméiev, regenta el hostal Filoxenia. Una de las huéspedes, una chica francesa, hizo un viaje en bicicleta con su novio desde París a Moscú, y desde allí se dirigieron al lago Baikal. 

El alojamiento aquí es gratuito y puedes quedarte el tiempo que quieras, pero Serguéi y su mujer agradecen cualquier ayuda que sus huéspedes puedan ofrecerles. Algunos riegan el jardín, limpian o trabajan en el aislamiento del hotel, preparándolo para el próximo invierno. Por la noche, los huéspedes se reúnen para cocinar la cena, intercambiar historias y planear futuros viajes.

Oljón es la isla más grande del lago Baikal. Source: Tatiana Marshanskij 

La 'Usadba' (finca) de Nikita Bencharov da la bienvenida a los visitantes con cabañas de madera, mantas hechas a base de parches  en las habitaciones y salones decorados con curiosidades y objetos antiguos. Los huéspedes pueden ver películas sobre el lago Baikal en su pequeña biblioteca, jugar al volleyball o relajarse en la terraza. 

Nuestro anfitrión, Nikita Bencharov, es un activista anticontaminación que limpia vertederos ilegales en Juzhir con sus compañeros y recoge desechos plásticos para mandarlos a Irkutsk para reciclar. 

No hay ningún camping oficial en la isla; en realidad, puedes plantar tu tienda donde quieras. Uno de los mejores sitios es el gran claro enfrente de la iglesia: tiene unas vistas excelentes de la parroquia y de las aguas del Baikal. Pero debes tener en cuenta que las campanas empezarán a sonar muy temprano... 

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Paseos en bicicleta 

Tatiana, que habla inglés con fluidez, regenta una pequeña tienda en la calle Pushkin, en Juzhir. Con su marido, alquilan bicicletas, lanchas y trajes de neopreno para que los turistas no sientan el frío de las gélidas aguas del Baikal. También pueden ayudar a elegir una ruta del nivel deseado de dificultad. 

A cuatro kilómetros de Juzhir, se puede visitar el museo al aire libre de Mali Juzhir, una aldea de los indígenas buriatos. Allí, en una de las tradicionales tiendas buriatas, una jurta, te ofrecerán platos tradicionales, te cantarán canciones y quizá también te inviten a “tarasun”, un brandy con leche. 

Otra ruta popular desde Juzhir recorre casi toda la extensión de la estepa hasta las murallas de la antigua ciudadela de Kurikan. Oljón cuenta con más de cien monumentos arqueológicos: necrópolis, ruinas de ciudades y fortalezas, incluyendo el perímetro amurallado de Kurikan en el cabo Jorgói, en el sur de la isla. Los científicos no están seguros si servía para proteger a la población local de las tribus nómadas o para realizar ofrendas y sacrificios. 

El lago de montaña de Shara-Nur es otro buen destino para un paseo en bicicleta. Las aguas del lago, ricas en minerales, son beneficiosas para la salud. 

Pesca con saltamontes 

Además del turismo, la pesca constituye la principal fuente de ingresos de los residentes en Oljón. Bajo los acantilados de la costa oriental esperan tímalos, ciscos árticos, lucios y percas. Los isleños usan saltamontes como cebo. 

Las costumbres locales prescriben que hay que esparcir migas de pan y caramelos cada cierto tiempo: es un ritual simple, encaminado a satisfacer a los espíritus del lago para que no hagan daño a los pescadores. 

Los chamanes de Oljón 

Oljón, como toda el área del Baikal en general, abunda en ritos y tradiciones que podrían resultar curiosas para los extraños. 

A finales de julio, la isla acoge un encuentro anual de chamanes. Llegan desde Ulán-Udé, desde la región de Altái y Mongolia para llevar a cabo sus rituales, que incluyen largas sesiones de percusión para ayudarlos a entrar en trance, rociar las piedras con la tradicional “tarasún” o bebida de brandy y leche y adonar los árboles con lazos de colores. Merece la pena ver este espectáculo, por lo menos una vez en la vida. 

Es una creencia extendida que Oljón posee un poder mágico que hace que los turistas vuelvan. Nadie conoce el secreto, pero docenas de turistas vuelven a la isla por segunda (o incluso tercera) vez.

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