BUK-M2E
Ria Novosti/Mikhail VoskresenskiyEl sistema de misiles antiaéreos Buk-M3 está siendo probado y se incluirá en el armamento del ejército ruso en 2016. Destruye aviones de aviación táctica y estratégica, helicópteros, misiles de crucero y aviones no tripulados a una altura que va desde los 15 m hasta los 35 km. Los misiles están dotados de un sistema de control por radio y radiolocalización activa. El Buk-M3 utiliza un misil interceptor totalmente nuevo, el 9М317М.
Fuente: PhotoXpress
Se trata de uno de los sistemas antiaéreos de corta distancia más efectivos actualmente.
Es capaz de defender columnas de vehículos a una distancia de 8 a 10 km de su posición.
Tiene una alta cadencia de tiro y derriba misiles antirradar que vuelen a una altura extremadamente baja (menos de 5 m sobre el suelo).
El sistema está dotado de radar y sistemas electrónicos que le permiten detectar y procesar hasta 144 objetivos, mostrar información sobre los 20 objetivos más peligrosos, y asegurar la destrucción simultánea de cuatro de ellos. Gracias a su bajo peso (15 toneladas), puede transportarse cómodamente en la suspensión externa de un helicóptero para ser trasladado a sitios de difícil acceso, incluso al tejado de un edificio.
Fuente: Vladislav Belogrud /TASS
El vehículo de combate de apoyo de tanques “Terminator-2” fue creado en 2013 para garantizar la seguridad de los tanques en el combate. Gracias a su gran arsenal de armamento, puede efectuar ráfagas intensas de disparos, abrumando al adversario.
Cuenta con dos cañones gemelos de 30 mm, una ametralladora Kaláshnikov, y cuatro misiles antitanque dirigibles Ataka con sistema de guía láser. Tiene una distancia de impacto de hasta 6 km. Es muy efectivo para el combate en un entorno urbano, donde los tanques pueden convertirse en blanco de los lanzagranadas. A diferencia del primer modelo, fue creado usando como base el chasis de un tanque T-90, en lugar de un T-72.
Fuente: Vitaly Kuzmin/Wikipedia.org
Fue creado entre 2011 y 2013, y se incluyó en el armamento del Ejército ruso en 2014. Gracias a sus componentes electrónicos, el sistema es capar de diferenciar objetivos propios y ajenos durante un ataque. Supera a sus análogos occidentales Stinger y Starstreak, así como a su predecesor Iglá, en su capacidad de encontrar y destruir misiles escasamente iluminados y vehículos aéreos no tripulados.
El sistema está equipado con el misil 9М336, que cuenta con una innovadora cabeza rastreadora de tres bandas de infrarrojos. Los creadores del sistema de defensa portátil consiguieron aumentar varias veces la sensibilidad de la cabeza rastreadora, incrementando al mismo tiempo su protección contra interferencias. El nuevo sistema permite reducir hasta en diez veces el tiempo necesario para atacar un objetivo. Anteriormente, el Iglá necesitaba entre tres y cinco minutos.
Fuente: Dmitry Rogulin/TASS
El Tornado-G es una subdivisión del segundo escalafón y resuelve el cometido de prestar apoyo de fuego a las subdivisiones de artillería motorizada.
El lanzacohetes múltiple Tornado fue probado por primera vez por las tropas rusas en 2011, mostrando su superioridad sobre sus predecesores Grad y Smerch. A diferencia de éstos, cuenta con un sistema de guía por satélite. Cada uno de los proyectiles está ahora dotado de microchips que dirigen el vuelo. Actualmente, el Tornado tiene una distancia máxima de fuego de 90 kilómetros.
El Tornado puede abandonar su posición incluso antes de que el primero de los proyectiles lanzados alcance el suelo. Cuando el último de los proyectiles estalle, destruyendo el objetivo, el sistema de lanzacohetes puede encontrarse ya a varios kilómetros del lugar desde donde se realizó el lanzamiento.
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