El 15 de diciembre de 2021, la fragata de la Flota del Pacífico Marshal Shaposhnikov probó con éxito un misil del último sistema antisubmarino apodado “Otvet”: el proyectil alcanzó con éxito un objetivo submarino en el mar de Japón.
El Ministerio de Defensa ruso aún no ha revelado sus planes para este sistema de misiles tras la exitosa prueba ni ha anunciado las fechas de su posible adopción en la flota del país.
Sin embargo, se ha revelado que los nuevos proyectiles pueden utilizarse a través de las plataformas de lanzamiento de misiles de crucero Kalibr ya existentes.
Así pues, el nuevo sistema podría incorporarse al arsenal de las fragatas más potentes del país, de la clase Almirante Grigorovich y Almirante Gorshkov, así como a las corbetas estacionadas en el mar Negro.
Todo lo que se sabe sobre el sistema de misiles “Otvet”
El “Otvet” consta de cuatro partes: un nuevo misil de crucero, una plataforma de lanzamiento, una estación hidroacústica que busca submarinos bajo el agua y un ordenador de a bordo que carga las coordenadas de los objetivos y la trayectoria de vuelo en el “cerebro” del proyectil.
“Se trata del primer misil de crucero ruso que se ‘desprende’ durante el vuelo y se sumerge en el agua en busca de submarinos”, afirma Viktor Murahovski, redactor jefe de la revista Arsenal de la Patria.
El nuevo misil puede recibir información sobre objetivos submarinos a través de estaciones hidroacústicas a bordo, así como de aviones antisubmarinos y balizas de sonar.
Una vez en el agua, el proyectil rastrea los objetivos a través de una ojiva buscadora y es capaz de localizar todos los submarinos modernos: atómicos, diésel-eléctricos, polivalentes e incluso los de clase pequeña.
“Hay pocas formas de combatir un torpedo de este tipo: disparar objetivos falsos que imitan los sonidos de los submarinos y captan la atención del proyectil, o utilizar pequeñas bombas submarinas que exploten en el paso de vuelo del proyectil y lo destruyan”, señala el experto.
El nuevo misil no es el arma más devastadora y potente del mercado. Es un proyectil de pequeño tamaño con 50-60 kilos de componentes explosivos en su ojiva. Eso bastaría para destruir un submarino con un impacto directo, pero no sería suficiente para inutilizarlo si el misil estalla a 50 metros de él.
El mando militar no ha desvelado las características oficiales de la nueva arma, pero se sabe que una versión de exportación de este misil podrá impactar en submarinos a 50 kilómetros de distancia. Por lo tanto, cabe suponer que la versión “doméstica” del arma será capaz de alcanzar objetivos al menos dos veces más lejos.
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