Recién desmembrada la URSS, a comienzos de los años 90, los aparatos rusos comenzaron a surcar los cielos colombianos. Los primeros en hacerlo fueron los Mi-8MTV-1 para uso civil en operaciones de logística. Actualmente el país cuenta con hay alrededor de 50 helicópteros rusos. La mitad de ellos son de transporte militar y la otra, de uso civil.
Mi-8MTV-1
ASERPA GROUPEn el ámbito militar el punto de inflexión llegó en 1997, cuando arribaron los 12 primeros Mi-17 después de que el gobierno de Ernesto Samper abriera las puertas a los resistentes helicópteros rusos. Posteriormente se adquirieron otros cuatro nuevos Mi-17 en 2006 y cinco en 2008. Operan en la división de aviación y asalto aéreo.
“La llegada de estos aparatos supuso un salto cualitativo. Son de tamaño mediano (22-24 pasajeros) y tienen una capacidad de carga 4-5 toneladas. Se han desempeñado supremamente bien, gracias a su altísima confiabilidad y maniobrabilidad en temas logísticos”, comenta Óscar Billy López. El ingeniero y empresario explica que para Colombia los más adecuados son los que han tenido una modificación de altura y cuentan con motores más potentes, ya que la mayoría de las operaciones se hacen en alta montaña. En concreto se trata de los modelos Mi-17 y Mi-8MTV-1. Los aparatos rusos participaron en la famosa operación Jaque, en la cual el Ejército liberó a Ingrid Betancurt y otras 14 personas.
Cambio de flota de los Mi-171
López Bolaños cuenta que las máquinas que operan en Colombia se fabricaron a finales de la década de 1980 y principios de los años 90. Debido a que su ciclo de vida es de unos 35-40 años, "va llegando el momento de realizar un cambio de flota".
Así lo han entendido también las compañías petroleras y las fábricas rusas y para reemplazar al Mi-8MTV-1 y Mi-17 standard han creado el Mi-171A2 y el Mi-171 A3. Este último, explica López Bolaños, “cuenta con un fuselaje similar pero con más materiales compuestos, nuevos sistemas de combustible, nuevos motores y una aviónica considerablemente más sólida, que lo hace un helicóptero más competitivo y confiable. Gracias a estas mejoras se adecúa a la normativa OGP para hacer operaciones en plataformas petrolíferas mar adentro”. Esto tiene un gran potencial en Colombia, “ya que en la parte del mar Caribe ya hay puntos en los que se requieren este tipo de aeronaves en explotaciones petrolíferas. Rusia espera que el helicóptero esté listo para su comercialización en 2022 pero se va a mostrar en la feria de aeronáutica MAKS de este año y así avanzar en las ventas”, afirma.
En lo que respecta a la formación de pilotos, Colombia cuenta con su propio simulador. “Hasta hace unos cuatro o cinco años solo se hacia en el exterior: Croacia, Ucrania, Lituania o Rusia. En lugares certificados por la autoridad aeronáutica de Colombia, lo que era más complejo. Ahora ya contamos con nuestro propio simulador de Mi-171 y eso facilita mucho la formación”.
VRT-500 y Ansat
En el ámbito civil hay otros dos modelos que podrían abrirse camino en Colombia. Ambos son de transporte de pasajeros.
Por un lado está el VRT 500, un aparato monomotor, sin rotor de cola, “una novedad dentro de la industria rusa”, apunta el ingeniero. Es capaz de transportar entre cinco y seis pasajeros y en Rusia se baraja la opción de usarlo como “taxi volador”.
Además, hay un proyecto del holding Helicópteros de Rusia para la introducción del helicóptero Ansat en Colombia. Este aparato, que desde este año vuelo en México, “tiene un nicho de mercado. Antes de la pandemia había seis o siete compañías interesadas”, apunta López Bolaños. El Ansat es un helicóptero ligero inspirado en el Mi-8 y es conocido popularmente como el “Kaláshnikov de los helicópteros” por su simplicidad y fácil mantenimiento. De hecho, Ansat significa “sencillo” en tártaro. El nombre es tártaro porque se fabrica en la república de Tataristán.
La labor de Aserpa
En la actualidad hay tres operadores que cubren el rubro de los helicópteros rusos de uso civil: Aserpa / SIS, la compañía Vertical de Aviación y Helistar. “Tenemos una buena relación entre nosotros y un excelente clima de trabajo”, señala el director de Aserpa.
Aserpa se fundó el 2 de diciembre de 1999 y ha ido de la mano del desarrollo de helicópteros rusos en Colombia. “Al principio nos dedicábamos a temas logísticos, como suministro de repuestos, luego pasamos a la capacitación y posteriormente a la reparación”, comenta López Bolaños. Tras trabajar con todos los clientes de Colombia se expandieron también a Perú, donde han hecho capacitación de pilotos, entre otras tareas. Extendieron su certificación colombiana a Perú, y cuentan con la autorización del Ministerio de Transporte de la sección aeronáutica del país latinoamericano. En 2019 hicieron un overhaul (recuperación de máquina) de un helicóptero que llegó por tierra desde Perú y la entregaron volando en marzo del 2020.
Además, la empresa rusa de reparación de helicópteros SPARK de San Petersburgo, ha tenido presencia en el mercado aeronáutico colombiano por más de veinte años y a la fecha es la única compañía rusa certificada por la Autoridad Aeronáutica de Colombia y que cuenta con su infraestructura propia.
Como se ve, hay planes para la llegada de más helicópteros rusos a Colombia. Las perspectivas son positivas y no será raro ver más Mi-17 y otros nuevos modelos en cuanto vayamos dejando atrás las limitaciones provocadas por la pandemia.
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