Tripulaciones de cazas MiG-31 de la aviación marina de la Flota del Pacífico llevaron a cabo una batalla aérea simulada en la estratosfera durante un ejercicio en Kamchatka.
Los pilotos interceptaron un intruso convencional a una altitud de unos 20 mil metros.
Para complicar la tarea, se asignó a la tripulación la añadida de buscar al “intruso” por su cuenta sin usar las instalaciones terrestres de defensa aérea.
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