Según TASS, el módulo de aterrizaje Venus-D se diseñará en 2021 en el Instituto de Investigación Espacial, que opera dentro de la Academia de Ciencias de Rusia.
El instituto informa que lo más probable es que la nueva sonda conserve la tecnología de refrigeración de sus predecesores soviéticos mientras que otros aparatos serán completamente nuevos.
“Tengo grandes esperanzas en la nueva tecnología fotográfica que se incorporará a la Venus-D. Los dispositivos que analizarán la atmósfera de las mediciones de gas, por supuesto, proporcionarán datos mucho más precisos e informativos”, declaró el director científico de IKI, Lev Zeleni.
Según Zeleni, será necesario desarrollar un sistema de transferencia de información para el nuevo módulo, con el objetivo de obtener la mayor cantidad de información posible en el tiempo limitado del que dispone el módulo en la superficie de Venus. “Bajo ninguna circunstancia el dispositivo podrá sobrevivir en Venus por mucho tiempo, y los datos acumulados tienen que ser llevados a la Tierra”, enfatizó.
Se espera que Rusia comience un nuevo programa de exploración de Venus a mediados de mayo que incluirá tres módulos científicos a nuestro planeta vecino. La primera expedición (Venus-D) está prevista para finales de esta década. Este será el primer proyecto de exploración de Venus desde 1985.
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