En esta escuela del Lejano Oriente ruso se preparan los futuros combatientes de las fuerzas especiales del Ártico. El lugar es más que adecuado, ya que aquí en invierno las temperaturas bajan hasta -30ºC.
Además de la tradicional carrera de obstáculos, los militares se entrenan en simuladores especiales. Entre ellos, hay “columpios” que simulan una moto de nieve o un todoterreno: los soldados deben disparar a los objetivos en movimiento.
También hay dispositivos que permiten afinar la precisión de los disparos durante los saltos en paracaídas.
Obviamente también se utilizan motos de nieve reales en los entrenamientos, así como otros “medios de transporte”como perros o caballos.
Además en esta academia entrenan a los francotiradores. Sus ejercicios tampoco son estándares y recuerdan, más bien, un biatlón sin esquís.
María Alexándrova es una colaboradora de Russia Beyond, licenciada en Ingeniería, que escribe sobre tecnología y armas rusas.
Cazabombarderos Su-34 realizaron ejercicios militares a 17 mil metros de altura y a -55ºC.
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