Los drones de combate rusos, preparados para llevar bombas de ataque

Dron de combate de Kaláshnikov en Army-2017, el foro técnico militar ruso.

Dron de combate de Kaláshnikov en Army-2017, el foro técnico militar ruso.

Stanislav Krasílnikov/TASS
Las primeras municiones para los drones de primera línea de combate pesan alrededor de 50 kg y pueden destruir objetivos a una distancia de 12-20 km.

El desarrollo de drones de combate no es solo una moda rusa sino de todo el mundo. En el ejército ruso el volumen total de este tipo de vehículos asciende a varios miles. Por ejemplo, no hay maniobra militar sin la presencia de drones de reconocimiento suspendidos en el aire.

Además, todas las imágenes en las que se ven unidades e instalaciones del Estado Islámico destruidas por misiles aéreos y de crucero en Siria se toman desde drones.

Al mismo tiempo, hasta el momento Moscú carece de un complejo de ataque sin piloto capaz de detectar un objetivo y lanzar un misil o una bomba en un área táctica-operativa o estratégica, como podría ser, por ejemplo el MQ-1 Predator de EE UU.

MQ-1 Predator.

Nuevos desarrollos

En Army-2017, el foro técnico militar celebrado en la región de Moscú entre el 22 y el 27 de agosto, los fabricantes de armas rusos desplegaron las primeras bombas planeadoras inteligentes que pueden usarse en drones de ataque.

Las bombas, con un peso de hasta 50 kg pueden ser trasladadas por un dron a una distancia de 12-20 km en modo de planeadora y hasta 100 km con motor.

“Estas armas podrían adecuarse bien con algunos proyectos de la oficina de diseño de Sujói, como por ejemplo el avión sin piloto BAS-62, cuya apariencia externa es muy parecida a la del MQ-1 Predator. Además, las nuevas bombas pueden ir emparejadas con el dron de ataque Skat de la corporación MiG, que, al igual que el anterior, tiene un exterior que es como una copia de su equivalente estadounidense, el Northrop Grumman's X-47", explica Dmitri Safónov, analista militar del diario Izvestia.

El dron de ataque Skat de la corporación MiG.

Aunque los expertos añaden que a pesar del bullicio creado con estos nuevos proyectos, todavía no se ha planeado la producción en serie de estos nuevos drones.

"El Ministerio de Defensa explica que el BAS-62 y el Skat son adecuados para la guerra global en el que los mandos necesitan conocer qué ocurre en otro continente. En estos momentos el ejército ruso no tiene este tipo de requisitos. Por eso las misiones de ataque las realiza la aviación tripulada”, explica.

Los inconvenientes de un bombardero sin pilotos

El “talón de Aquiles” de todos los drones es que no se pueden hacer ajustes del programa de vuelo durante una misión.

“Toma varios meses preparar el MQ-1 Predator para una salida y si algo sale mal durante la misión de combate, volverá inmediatamente a la base. De modo que los meses de trabajo de cientos de personas que habían preparado y planeado la misión son en vano”, explica a RBTH Vadim Koziulin, profesor de la Academia de Ciencias Militares de Rusia.

Al mismo tiempo, si un dron ya está en la zona de combate podría destruir otros objetivos. “Por ejemplo, los espectadores de todo el mundo ven a menudo noticias procedentes de Pakistán o Afganistán en las que ha habido un ataque en una boda o en un funeral porque el ejército de EE UU ha utilizado datos que se han desactualizado durante el vuelo y ha confundido una procesión pacífica por una caravana de terroristas”, explica el experto.

El primer ataque con dron de Rusia

Según Koziulin, actualmente el diseño más realista para un dron de ataque en Rusia podría desarrollarse en base al avión de entrenamiento Yak-130 de la Corporación Irkut.

“El 'escritorio escolar volador', como lo llaman en las Fuerzas Aéreas ya es un robot. Puede ser reprogramado en diferentes condiciones de vuelo o temporales, cuando ya va de camino y, si es necesario, el 'escritorio' puede convertirse fácilmente en un caza ligero”, dice.

Al mismo tiempo, el avión puede transportar hasta 3 toneladas de misiles guiados de precisión y bombas inteligentes. El uso del Yak-130 para misiones locales como la eliminación de terroristas, la protección de fronteras y el combate contra el narcotráfico es mucho más barato que con un avión MiG o Su. “En el futuro el Yak-130 podrá reconfigurarse para ir en modo automático y sin piloto”, añade Koziulin.

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