El shock eléctrico de Putin

El año pasado el primer ministro retó al director general de Rusal (principal productora de aluminio de Rusia y uno de los dos gigantes mundiales del sector) debido a los retrasos en el pago de los sueldos. El año anterior prometió enviarle un médico a Igor Zyuzin, otro magnate de los metales, para que lo “curara”. Este miércoles pasado acusó y avergonzó a cuatro de los principales inversores del país (Vladimir Potanin, Mijaíl Prójorov, Víktor Vékselberg y Leonid Lebedev) por “comerse” fondos del gobierno y no invertir en el sector eléctrico del país.

“Lo está haciendo bien, económicamente” dijo de Prójorov, primero en la lista de personas más ricas elaborada por Forbes Rusia en 2009. “Cobró el dinero, como se suele decir -comentó Putin-. Ahora está visitando diferentes despachos y el otro día pasó a verme. Yo tengo una muy buena relación con él. Está buscando dónde invertir sus fondos, pero debe cumplir con sus obligaciones [relacionadas con las inversiones en el sector energético].”

Putin se refirió al multimillonario en una reunión de la industria eléctrica después de relanzar una de las 10 unidades hidroeléctricas de la gigantesca planta hidroeléctrica de Sayano-Shushenskaya, en Siberia. En agosto pasado 75 trabajadores fallecieron en un accidente que tuvo lugar en esa usina y que dejó temporalmente sin electricidad a toda la región. La planta retomará sus operaciones no antes de 2014, según los expertos.

El jefe del gobierno ruso amenazó con aplicar fuertes sanciones e incluso con iniciar procesos contra quienes se nieguen a invertir.

“Lo contrario al caso Mechel”

Los analistas afirman que hubo un acuerdo verbal mediante el cual los empresarios gastarían miles de millones de dólares en la compra de todas las acciones del Sistema Unificado de Energía, el monopolio eléctrico del estado. A cambio ello se liberalizaría el mercado y se crearían las premisas para asegurar un suministro energético mínimo.

El gobierno, dijo Putin, difirió el cumplimiento de su parte en la negociación al emitir el miércoles un decreto en el que estipulaba las reglas que aseguren ese suministro mínimo a largo plazo. Los empresarios que no han cumplido con sus obligaciones deberían sentirse libres de “volver al viejo sistema de regulación de tarifas,” dijo Putin.

“Esta situación fue exactamente la contraria a la que se dio en el caso de Mechel,” comentó Derek Weaving, analista del sector eléctrico de Renaissance Capital, refiriéndose al ataque de Putin contra Mechel en 2008, líder en la producción de metales y carbón. Esa embestida provocó que las acciones del gigante uralense se derrumbaran un 38% en solo un día. “Si los comentarios de Putin llegan a tener algún efecto –agregó Weaving-, el precio de sus acciones subirá. ... El hecho de que [él] se haya dirigido pública y directamente [a la gestión empresarial], aliviará estas preocupaciones”.

Alabanzas a los inversores extranjeros

En compañía de Igor Sechin, poderoso vice-primer ministro que controla el sector energético, Putin encomió inicialmente el trabajo de reparación llevado a cabo en la planta de Sayano-Shushenskaya, con un costo aproximado de 6.400 millones de rublos (210 millones de dólares).

En cuanto a los programas de inversión en energía, en general, “no son tan positivos como hubiéramos deseado,” advirtió Putin. “Y deberé decirles, damas y caballeros, algunas cosas no demasiado agradables.”

Tras elogiar a las compañías estatales y extranjeras, el primer ministro mencionó los nombres de los inversores locales que “no han hecho lo que habían prometido, después de obtener dinero del estado.”

Dentro de la docena de compañías que Putin nombró, se encontraba OGK-3, controlada por Norilski Nickel, de Vladimir Potanin, y TGK-4, controlada por el Grupo Onexim, de Mijaíl Prójorov.

Tras criticar a este último, Putin se refirió a Potanin, quien fue socio de negocios de Prójorov durante un largo período.

“Tomó enormes recursos de manera gratuita”, dijo Putin de Potanin. “Pero nada se ha hecho en lo que al programa de inversiones se refiere. Compró OGK-3 por 81.700 millones de rublos y recibió 81.700 millones en subvenciones estatales. Por tanto, recibió enormes recursos de manera gratuita. Pero existen obligaciones relacionadas con los programas de inversión. Y no se ha hecho nada”.

Putin comentó que, en total, de los 450.000 millones de rublos acumulados a partir de la venta de activos de las energéticas, 66.000 millones (unos 2.200 millones de dólares) habían sido utilizados para “especular.”

Las acciones de las compañías eléctricas cayeron levemente poco después de las declaraciones de Putin; las de OGK-3, compañía controlada por Potanin, por ejemplo, cayeron un 1,3%. La mayoría de las acciones de las compañías energéticas cerraron el miércoles sin cambios o con leves subidas después de una corrección.

Mensaje para los oligarcas

Si bien fue duro, en general los expertos en electricidad recibieron con aceptación el discurso, considerándolo un incentivo a la inversión dentro del actual contexto de extrema necesidad en materia de mayor generación energética.
Las propuestas del gobierno para lograr que el mercado asegure un suministro mínimo a largo plazo, indican cuánto se les pagará a las compañías eléctricas por la nueva capacidad de generación y representan un incentivo para la inversión, dijo Weaving de Renaissance, firma cuyo 49% pertenece a Prójorov.

“Hemos estado esperando este documento durante mucho tiempo –dijo Weaving en un mensaje por correo electrónico-. Su propósito es dar a los inversores una seguridad a largo plazo de que se les pagará, por lo menos, una cierta cantidad por su capacidad de generación. Agregó que los comentarios de Putin ayudarían a canalizar más capitales privados hacia el sector energético y a aclarar las reglas del juego.

“El mensaje para los oligarcas es que, más allá de lo que pueda ser tolerado en el inmaduro ambiente empresarial de Rusia, el gobierno de Putin está decidido a que la reforma del sector energético se lleve a cabo de acuerdo con las reglas,” dijo Weaving.

Era poco probable que los recursos energéticos sean retirados de las manos de los inversores privados, dijo Weaving. La única opción para que esto suceda es si los propietarios “probaran ser totalmente ineptos para manejarlos,” agregó.

“El gobierno ha demostrado que puede utilizar tanto el premio como el castigo para motivar a los inversores,” dijo Igor Goncharov, analista de UBS en temas de electricidad. No es probable que haya “penalidades monetarias directas o re-privatizaciones significativas,” dijo Goncharov, agregando que, en cambio, “los inversores que no se comporten serán castigados recibiendo menos beneficios.”

El VTB (Banco de Comercio Exterior) declaró que la conformación de un mercado que garantice el suministro mínimo a largo plazo era “una medida positiva y un importante hito para las compañías eléctricas, ya que podría mejorar su rentabilidad.”

Algunos expertos dijeron que el gobierno era, en parte, culpable por la falta de inversión, ya que éste le dio muchas vueltas a las reglas destinadas a regir el mercado de suministro mínimo.

“Los dueños de las compañías eléctricas pospusieron las inversiones porque el gobierno se retrasó en la creación de reglas para el mercado de mínimos a largo plazo,” aseveró Dmitry Bulgakov, analista en temas de electricidad del Deutsche Bank en Moscú. “Las compañías eléctricas necesitan visibilidad a la hora de invertir miles de millones de dólares en nuevos equipos”, agregó.

“Los inversores privados necesitarán probablemente ver más detalles del plan de Putin antes de adoptar nuevos compromisos”, concluyó Bulgakov.

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