Un judío enciende velas del shabat en la sinagoga de Moscú. Fuente:Reuters.
El informe se publicó el pasado domingo en el Centro Kantor, en la Universidad de Tel Aviv. "Rusia va a la zaga en lo que respecta a manifestaciones de antisemitismo. En Rusia el antisemitismo es latente y está dormido", declaró Kantor.
Señaló que en otros países, incluso en Europa Occidental, "las cualidades del antisemitismo" están cambiando. "Las manifestaciones que hay son más duras y desafiantes. El antisemitismo se hace más cotidiano, algo que puede ocurrir todos los días", constató.
Según el informe del centro que preside Kantor, en el año 2013 se registraron en Rusia 15 casos de "antisemitismo violento". En Ucrania hubo 23. Por su parte, en el mismo periodo en Francia se dieron 116 incidentes, en el Reino Unido 96, por 83 en Canadá y 55 en los EE UU.
"Nadie está difundiendo el antisemitismo en Rusia. Esta es mi posición como presidente del Congreso Judío Europeo", respondió Kantor a las preguntas de los periodistas.
La irrupción de la extrema derecha en la vida política de varios países europeos, como Amanecer Dorado en Grecia, el Frente Nacional en Francia, Svoboda en Ucrania o Jobbik en Hungría, supone una amenaza para la comunidad judía de esos países y del resto de Europa, ya que el discurso antisemita se introduce en el lenguaje político. Cuando a finales del 2013, tras el asesinato de un rapero, las instituciones griegas llamaron a limitar los fondos y la actividad de Amanecer Dorado, el Congreso Mundial Judío llamó a que se hiciera lo mismo con otros partidos filonazis de Europa.
Al mismo tiempo, en el estudio señalan que la intimidación proviene también por parte de la izquierda. Por ejemplo, el 60% de los judíos italianos consideraba que las amenazas tienen origen en estos grupos. Las posturas antisionistas, comunes entre gran parte de la izquierda europea, “pueden derivar en la creación de un estereotipo unívoco del judío que pretende controlar el mundo a través del sistema financiero”, comenta Moshe Rosenblum de la Universidad de Tel Aviv, que puntualiza que “hay que diferenciar entre las críticas al Estado de Israel y los grupos que niegan la existencia del propio estado, reconocido por la ONU”.
Señala también que “la negación de antisemitismo por parte de algunos grupos puede hacer que ellos mismos acaben progagando ideas antisemitas, que asocian más a la derecha”.
Por su parte, en la escalada de tensión que ha sufrido Ucrania, ambas partes se han apresurado a tachar al otro de fomentar el antisemitismo. “Ambos están jugando la carta del antisemitismo para dañar al otro”, declaró Irena Cantorovich, del Centro Kantor. Por su parte, el presidente Vladímir Putin declaró que se siente obligado a defender a los rusos étnicos, los judíos y otras minorías de Ucrania.
En Donetsk hay 15.000 judíos y la difusión la pasada semana de panfletos que los “invitaban a marcharse” es motivo de preocupación para la comunidad.
El Museo del Judaísmo y de la Tolerancia de Moscú
En total, se registraron 554 actos de violencia antisemita en 2013, entre los que se incluyen asaltos con y sin armas así como actos intimidatorios, de vandalismo y amenazas directas contra las personas y propiedades judías.
Estos datos suponen un 19% menos que el año anterior, cuando se registraron 686 episodios. El dato está cerca de los registros más bajos de esta década, pero lejos de la anterior, cuando los incidentes registrados eran alrededor de 150-200 ataques.
“En otras palabras, el descenso en 2013 se debe a a la comparación con un año excepcionalmente alto en lo que respecta al volumen de ataques”, declararon los autores del informe. “Conviene señalar que aumentan de manera regular los ataques directos contra personas, normalmente aleatorios y sin armas o con un objeto cercano”.
Artículo realizado con información propia y de RIA Novosti.
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