Fabricantes de vodka apoyan a la comunidad LGBT rusa

Fuente: shutterstock / legion media

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La prohibición de la propaganda homosexual entre menores en Rusia ha forzado a la empresa SPI Group del empresario Yuri Shefler a convertirse en el principal mecenas del movimiento LGBT ruso. Después de que la polémica ley motivara un boicot al vodka ruso en EE UU y los países europeos, el productor del vodka Stolichnaya donó 300.000 dólares a un centro internacional de apoyo a los gais y lesbianas. Además ha asignado al fondo Russia Freedom, creado para apoyar a los activistas gais rusos, otros 150.000 dólares.

“Esperamos que los 150.000 dólares que donaremos a lo largo de los próximos dos años hagan posible que la vida de estas personas, que hoy sufren la discriminación y la persecución, cambie a mejor en algún sentido”, dice el comunicado oficial del director ejecutivo de SPI Group en EE UU, John Esposito.

S.P.I Group es un grupo internacional de empresas que se dedica principalmente a la producción y venta de bebidas alcohólicas. Aunque es de origen ruso, S.P.I.Group integra empresas registradas en diferentes países.

El fondo Russia Freedom fue creado en EE UU en otoño del año pasado por iniciativa de Arcus Foundation, una importante organización benéfica especializada en la recaudación de fondos para proteger los derechos de gais y lesbianas en todo el mundo, así como en la conservación de los grandes simios. El fundador de Arcus Foundation es el multimillonario estadounidense Jon Stryker, jefe de Stryker Corporation, una importante productora y suministradora de equipos médicos.

Según los datos del portal, a través del cual los particulares pueden hacer donaciones a una u otra fundación, Russia Freedom Fund ha recaudado 105.700 dólares.

La página oficial del fondo aclara que el dinero recaudado se enviará directamente y de inmediato a las organizaciones y activistas LGBT rusos para apoyar la lucha por los derechos de las minorías.

Las cuantiosas donaciones del productor de vodka Stolichnaya en apoyo al movimiento LGBT eran previsibles. En verano del año pasado, a iniciativa de la organización norteamericana Queer Nation, se inició un boicot al vodka ruso que secundaron clubes, bares y restaurantes en muchos países del mundo. La causa del boicot fue la ley rusa de prohibición “de propaganda de orientaciones sexuales no tradicionales entre menores de edad”  y una serie de expedientes incoados contra los activistas del movimiento LGBT a raíz de la misma ley.

El 11 de junio de 2013 la Duma Estatal rusa aprobó el proyecto de ley sobre la prohibición de la “propaganda homosexual”, según la cual se impondrán multas de 4.000 a 5.000 rublos (entre 100 y 130 euros aproximadamente) para ciudadanos, de 40.000 a 50.000 rublos (unos 1.000-1.300 euros) para cargos públicos y de 800.000 a 1 millón de rublos (23.000- 29.000 euros) para personas jurídicas.

Según las declaraciones del director de marketing de SPI Group, Marco Ferrari, el boicot a la producción no se ha visto reflejado en los resultados globales de explotación de la empresa. Más adelante se publicarán los datos oficiales de la producción de vodka de SPI Group en 2013.

La opinión de la comunidad LGBT rusa acerca de las donaciones procedentes de EE UU no es unívoca. Konstantín Yáblotski, presidente de la Federación LGBT-Deporte (que organiza competiciones deportivas para representantes de minorías sexuales), ha declarado a RBC Daily haber oído hablar de este fondo. Yáblotski no ha excluido que su federación entregue una solicitud para recibir fondos. Según sus declaraciones, las peticiones que ha hecho la Federación de Deportistas Gais a diversas organizaciones rusas que destinan donaciones a las ONG no han dado resultados.

El año pasado la fiscalía examinó la Federación LGBT-Deporte y no determinó que esta entidad represente a un 'agente extranjero', según los parámetros establecidos por la ley de ONG

El organizador de los desfiles del orgullo gay de Moscú, Nikolái Alexéiev, se muestra escéptico respecto a la posibilidad de que las organizaciones rusas reciban donaciones procedentes de Occidente. Según sus declaraciones, varias fundaciones extranjeras ya han recaudado cientos de miles de dólares con este fin, pero por ahora Rusia no ha recibido nada.“No se puede emplear este dinero en Rusia. Se destinará a los salarios y a los alquileres de las oficinas”, dice convencido.

Según sus declaraciones, a principios de los 90 las organizaciones rusas LGBT también recibían apoyo financiero de Occidente, pero fue robado. Entre otros, aquel dinero se destinó a la apertura de clubes gais con ánimo de lucro. 

Artículo publicado originalmente en ruso en RBC Daily.

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