Las condenas por corrupción afectan más a ciudadanos de a pie que a funcionarios

Según los datos parece que se ofrecen sobornos pero nadie los recibe. Fuente: AP

Según los datos parece que se ofrecen sobornos pero nadie los recibe. Fuente: AP

En 2013 se condenó casi el triple de conductores, comerciantes e inmigrantes por intento de soborno que a funcionarios. Los expertos están convencidos de que los órganos judiciales no luchan contra la corrupción sino que intentan limpiar las estadísticas.

El Tribunal Supremo ha publicado las estadísticas de los tribunales de Rusia para la primera mitad del año 2013, en la que están incluidos los casos de corrupción. A juzgar por los datos se observa una situación paradójica: los ciudadanos intentan sobornar de forma habitual pero los funcionarios prácticamente no aceptan sobornos. 

En el país se condenó por intento de soborno a más de 1.300 ciudadanos pero tan solo a 544 funcionarios por aceptarlos. A los expertos no les sorprende esta situación y dicen que la lucha contra la corrupción es sustituida por una burla: en lugar de detener a los infractores en los órganos públicos, los agentes ‘maquillan’ la estadística de corrupción a cuenta de los pequeños corruptores: conductores, inmigrantes, comerciantes que intentan librarse pagando sumas de entre 500 (alrededor de 11 euros) y 5.000 rublos (114 euros aproximadamente).  

De acuerdo con los últimos datos del Tribunal Supremo, en la primera mitad de 2013 los tribunales rusos han tenido un alto número de casos denominados de incitación a la corrupción. En esta categoría entran los delitos bajo el artículo cuarto del Código Penal.  

En Rusia resulta muy curiosa la situación que se da con la entrega y la aceptación de sobornos. En la primera mitad de 2013 se condenó a más de 1.300 ciudadanos por intento de soborno en el país, pero tan solo a 544 funcionarios por aceptarlos. Es casi el triple. En el primer caso se condenó a penas de cárcel de uno a diez años a 98 personas mientras que entre los funcionarios cumplirán su condena entre rejas tan solo 18. De acuerdo con las estadísticas del Tribunal Supremo en todo 2012 tan solo se condenó por aceptar sobornos en Rusia a 81 personas y por entregarlas a 107.   

La problemática de probar los hechos 

En el Tribunal Supremo explican el súbito crecimiento de los casos de corrupción en 2013 alegando que en los informes de la primera mitad del año podrían haber entrado casos de años anteriores. 

"Es difícil demostrar que se han aceptado sobornos. Hay que atrapar al corruptor con el dinero en la mano. Por eso se acusa a muchos menos funcionarios", dicen en el departamento judicial del Tribunal Supremo. 

Fuentes en los órganos judiciales afirman que a menudo la lucha contra la corrupción se sustituye por una farsa. 

"En las estadísticas del departamento del Ministerio de Interior y del Comité de Investigación hay una columna de 'delitos de incitación a la corrupción', sin embargo a veces no se desarrolla después en artículos concretos. De esta manera es más fácil dar una cifra general de delitos menores dentro de la cual está el artículo de "entrega de sobornos", aclara una fuente en la fiscalía de Moscú.  Los expertos confirman esta información.  

"La policía a menudo hace estadísticas únicamente de los pequeños sobornadores", explica el presidente del Comité Nacional Anticorrupción, Cirilo Kabanov.  “De acuerdo con las normativas, no puede haber una entrega de soborno sin alguien que lo acepte, pero las fuerzas policiales han aprendido a evitar con éxito este momento”.  

"Los agentes provocan a la persona para que les ofrezca un soborno, después le acusan de un delito", relata el abogado Vladímir Zherebenkov.  En su opinión el peligro está en que formalmente no hay un umbral en el volumen del soborno, por eso se puede acusar de delito a partir de un rublo. Este año en Moscú ya se ha juzgado a un médico por aceptar 50 rublos (1,15 euros) por una baja médica y a un guardia de tráfico por un soborno de entre 100 (2,30 euros) y 200 rublos (4,60 euros). 

Los agentes del Ministerio del Interior, o los inspectores, a menudo llegan a un acuerdo con los guardias de tráfico o con los policías de distrito para realizar operaciones especiales utilizando material de escucha. Los policías de tráfico detienen a infractores en carretera entre los que siempre hay alguien que ofrece "resolver el problema allí mismo" por un pequeño soborno. Cuando el conductor le da el dinero al policía aparecen los otros agentes y le detienen entregando las pruebas al Comité de Investigación, donde presentan cargos contra el infractor por entrega de sobornos a un funcionario . También suelen caer en este tipología de casos comerciantes a los que los inspectores descubren algún tipo de infracción o los inmigrantes.  

"También hay casos en los que se ha detenido a alguna persona por dar sobornos de verdad. Lo más común son padres que intentan sobornar a los profesores o a los funcionarios de la oficina de reclutamiento e incluso a los mismos policías", nos dice una fuente en el Comité de Investigación.  

La investigación de estos casos de intento de soborno suele durar tan solo unos días, después de lo cual se traspasan al juzgado. La práctica indica que la mayoría de los delitos terminan en condena pero a los delincuentes a menudo se les impone una fuerte multa o se les da la libertad condicional. Lo más normal es que cada juzgado de distrito de Moscú revise algunas decenas de casos de intento de soborno al año y ninguno de recepción de soborno. Casi todos estos casos son de sobornos de entre 500 (11,15 euros)  y 5.000 rublos (alrededor de 114 euros).  

Los agentes no suelen querer meterse a investigar a funcionarios de los que se sospecha que reciben sobornos porque es una tarea muchísimo más ardua. 

Artículo publicado originalmente en ruso en Izvestia

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