El Servicio Meteorológico Federal prevé que aumentarán las inundaciones, como las ocurridas este verano en el este del país. Fuente: AP
Durante los meses de verano de 2013 algunos territorios del Extremo Oriente ruso, como la provincia de Amur y la región de Jabárovsk, han sufrido fuertes inundaciones provocadas por unas lluvias sin precedentes. Varias decenas de miles de personas han perdido su casa y por las calles de las grandes ciudades se podía navegar en lanchas como si fueran ríos.
Román Vilfand, director del Centro Hidrometeorológico de Rusia, opina que la causa de las inundaciones es el cambio climático, que ha provocado una circulación anormal de las masas de aire sobre el territorio asiático de Rusia. Según estas observaciones, en verano de 2013 sobre el territorio de China hubo un aire muy caliente y saturado de vapor de agua, mientras que sobre la extensa región de Yakutia en Rusia la temperatura era bastante más fría. La caída de las temperaturas llevó a la formación de un ciclón que azotó los mayores ríos de la región: Amur, Zeya, Bureyá, Sunggari y Ussuri.
Los datos de las observaciones meteorológicas muestran que el clima en esta zona está sufriendo cambios. En los años 90 la temperatura media anual de las capas bajas de la atmósfera en territorio de Rusia aumentó en 0,4 grados.
En 2005 el Servicio Meteorológico Federal de Rusia publicó un pronóstico a largo plazo de los cambios climáticos en Rusia. Los meteorólogos prevén una drástica subida del número de desastres naturales en todo el territorio. De este modo, Yakutia, Siberia Oriental, el noreste de la parte asiática de Rusia y Kamchatka sufrirán inundaciones debido al aumento de las precipitaciones.
La mayor parte de estos desastres naturales serán provocados por fenómenos meteorológicos relacionados con el movimiento ascendente y descendente de grandes masas de aire situadas bajo las nubes. Estos fenómenos son muy difíciles de predecir y entre ellos se encuentra el ciclón que provocó las recientes inundaciones del Extremo Oriente.
Además, según la investigación de un grupo de científicos de las universidades estadounidenses de Princeton y Maryland, en el Extremo Oriente de Rusia aparecerán tifones y huracanes tropicales, llevando consigo tormentas, tornados e inundaciones causadas por las lluvias. La causa de todo ello es el desplazamiento de la zona de vientos y lluvias tropicales hacia el norte del planeta.
El científico ruso Alexander Minin, director científico del Instituto de Clima Global y Ecología, opina que el clima en el planeta siempre ha estado cambiando y que el ser humano no ha influido en ello. “El clima siempre cambia, pero ahora se está volviendo más desequilibrado. Existe realmente un calentamiento, pero se trata de un calentamiento parcial, se distribuye de manera desigual y a lo largo del año, y en algunos puntos se observa ahora un proceso inverso, un enfriamiento”, comenta Minin.
El científico añade que en el cambio climático siempre influye más de un factor y que los cambios climáticos globales se ven agravados por problemas locales, como por ejemplo la tala de bosques o el drenaje de los embalses naturales. “En varias regiones de Siberia y el Extremo Oriente en pocas semanas han cambiado los periodos de cultivo, así como la época de migración de las aves. En la tundra ártica algunas especies de la flora se han visto al borde de la extinción debido al calentamiento”, explica Minin.
“Todo esto también influye en el ser humano. Por ejemplo, el deshielo de las zonas permanentemente congeladas tendrá un impacto negativo en los sistemas de canalización y en los hogares. Pero no podemos decir que todas las consecuencias del cambio climático sean exclusivamente negativas. Por ejemplo, en estos momentos se está reduciendo la superficie de la capa de hielo del Océano Ártico. Esto es algo bueno para poder utilizar la ruta marítima del norte con una mayor capacidad de paso. Sin embargo, supondrá una amenaza para la población de osos polares, cuyo hábitat se verá alterado”, declara el experto.
Las minorías étnicas del norte rusose verán especialmente amenazadas, ya que estos pueblos viven de la caza, la pesca y la agricultura. Los cambios en la flora y la fauna podrían dejar a estos pueblos sin su medio de existencia habitual. El rápido deshielo de las nieves y las fuertes precipitaciones ya están provocando que en el agua de los ríos y los lagos, utilizada por los pueblos nativos para beber, aumente el nivel de la bacteria E. coli, lo cual puede causar la propagación masiva de infecciones gastrointestinales. Para evitar estas consecuencias negativas ya en los próximos años podría empezar a ser necesario un sistema de transporte de alimentos y agua potable a las regiones más aisladas de Siberia y el Extremo Norte, un proyecto que requerirá partidas adicionales del presupuesto federal.
El cambio climático, principal amenaza para el Consejo Ártico |
El cambio climático también supondrá problemas para los habitantes de las grandes ciudades. Los expertos del Centro Hidrometeorológico de Rusia aseguran que a día de hoy ya se observa un empeoramiento de las condiciones de conservación de los edificios y una reducción de su vida útil como consecuencia del aumento de la frecuencia de las heladas y los deshielos. Esto afecta en mayor medida a los edificios construidos en las zonas permanentemente congeladas, cuyos cimientos consisten en pilotes clavados directamente en el suelo helado.
No obstante, el cambio climático puede ser también un factor positivo para la economía. Por ejemplo, en Siberia podría aumentar la cantidad de tierras aptas para la actividad agrícola. Y en los grandes ríos, sobre todo el Yeniséi y el Lena, el periodo de navegación será más largo. También se reducirá la duración de la temporada de uso de la calefacción, lo cual permitirá un ahorro significativo de recursos energéticos.
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