Todavía no se sabe hasta qué punto ayudarán los acuabuses a resolver los problemas de tráfico en San Petersburgo. Fuente: Pauline Tillmann
Todas las mañanas pasa lo mismo: se forman terribles atascos en las carreteras y los conductores se ven obligados a esperar en medio del tráfico. Moscú, es cierto, tiene más tráfico que San Petersburgo, pero la ciudad a la que dio nombre Pedro el Grande no está preparada para manejar mareas de coches. Esto impulsó a la anterior gobernadora, Valentina Matviyenko, a buscar una solución.
Su propuesta fue utilizar taxis de agua o acuabuses, vehículos diseñados para transportar pasajeros por los canales. Pero no son como los autobuses ordinarios: los acuataxis tienen una capacidad máxima de 12 pasajeros, lo que ha constituido el principal problema en el pasado. Muchos residentes se quejan de que los acuataxis se llenan demasiado rápido.
En este contexto apareció Inter Yatch Service. La compañía gestiona dos de las cuatro líneas de San Petersburgo. La línea Central transporta pasajeros desde la Universidad al convento Smolni por los Jardines de Verano. Desde allí, los pasajeros pueden cambiar a la línea Névskaya y continuar hacia el sur, a la estación de metro Ribatskoe.
La compañía tiene un total de 16 naves, de
12 pasajeros cada una. Este año introdujo cuatro nuevos botes, con un precio de
500.000 euros por unidad, que pueden transportar hasta 36 personas cada uno. El
director de Inter Yatch Service, Serguéi Cherepánov afirma que merece la
pena arriesgarse en esta inversión y que se amortizará en cinco años.
Conversando con él salta a la vista lo frustrado que está con el actual
ayuntamiento.
Cuando Marviyenko aún desempeñaba el cargo, se planearon siete líneas de
acuabús más. Pero su sucesor, Gueorgui Poltavchenko, no continuó el proyecto y
frenó todos los planes de expansión. El ayuntamiento subvenciona los acuabuses,
que arrojan un balance negativo especialmente durante el otoño.
El Comité de Transporte urbano reaccionó con la negativa a publicar la tabla de precios para el próximo año. El año pasado un viaje costaba 100 rublos, unos 2,5 euros, lo que hacía que estos buses fuesen especialmente populares entre los turistas durante el verano. "Los turistas los ven como una alternativa barata a los caros tours en barco, pero en realidad deberían servir como medio de transporte para los residentes", dice Cherepánov.
Los acuabuses, una alternativa a los caros tours en barco
Todavía no está claro cuánto tiempo ahorran realmente los acuabuses. Se tardan entre 30 y 45 minutos en recorrer una línea completa, de la primera a la última parada. El mismo recorrido en coche podría llevar fácilmente más de el doble de tiempo. Además, es mucho más cómodo moverse por agua, ya que no resulta tan sencillo pasar de una isla a otra en San Petersburgo. Pero si hace mal tiempo, con fuertes lluvias o niebla, los barcos no salen de las estaciones.
Está por ver si los acuabuses pueden ayudar
a aligerar el tráfico en San Petersburgo, ya que todavía no hay cifras fiables
en las que basarse. "Para que tuviesen un efecto visible, deberíamos
ampliar las líneas e incrementar la frecuencia de acuabuses", afirma
Cherepanov. El empresario ve potenciales lugares de expansión en los canales
interiores de la ciudad, como Moika y Fontanka, que en la actualidad no tienen
servicio de acuataxis.
Información: Los acuabuses operan desde el 31 de mayo al 31 de octubre,
cada 15 minutos de 8:00 a 20:00. La siguiente página ofrece información sobre
las líneas en ruso y en inglés.
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