Los productos biológicos también están de moda en Rusia

El mercado de productos orgánicos y las granjas ecológicas han aumentado considerablemente en los últimos años. Fuente: Oficina de Prensa

El mercado de productos orgánicos y las granjas ecológicas han aumentado considerablemente en los últimos años. Fuente: Oficina de Prensa

La moda del estilo de vida saludable ha creado en Rusia las condiciones adecuadas para el desarrollo de la agricultura de granjas en las que se cultivan productos ecológicos.

Los productos orgánicos o ecológicos son aquellos que se cultivan sin la utilización de fertilizantes químicos añadidos ni técnicas que afecten de forma negativa al medio ambiente. En realidad no es tanto una novedad, ya que este tipo de productos han existido siempre en Rusia.

Sin embargo, hace 5 años los únicos que cumplían estos requisitos eran las frutas y verduras de pequeños terrenos privados. Tampoco se podía decir que hubiese grandes volúmenes de venta de productos naturales o un sistema fiable de comercialización: la agricultura de granjas perdió su popularidad ya en la primera mitad del siglo XX, tras el paso a la producción a escala industrial. Y hasta hace 5 ó 6 años no comenzó a aparecer gente que se dedicara a la agricultura como negocio personal, comprando tierras y cultivando hortalizas y carne ecológicas para su venta.

Según Borís Akimov, fundador de la tienda de productos ecológicos Lavka, hace cuatro años se vio en dificultades a la hora de buscar granjeros con los que acordar el suministro de productos. Ahora la situación ha mejorado: la agricultura de granjas comienza a volverse popular, y Lavka ya recibe llamadas con propuestas para suministrar sus productos.

El señor Akimov asegura que un 99% de los granjeros rusos actualmente son personas que se fueron de la ciudad a pueblos pequeños para dedicarse a la agricultura . Por ejemplo, Vladímir Luniashin, de la región de Penza, pidió un préstamo de 233.000 euros a Rosseljozbank.

Con este dinero el empresario construyó un hotel junto a la carretera, plantó un campo de manzanos y creó un huerto. Desde entonces se dedica a vender sus propias frutas y verduras. Los beneficios mensuales de su compañía han alcanzado los 16.000 euros. Según el director del Festival Gastronómico de Moscú, Ígor Gubernski, podría haber muchos más proyectos de éxito como este en Rusia (por ahora existen unos 200 casos similares), pero la gente tiene miedo de la ausencia de estándares o de ayudas del Estado.

Uno de los principales problemas de los agricultores son los altos intereses de los créditos subsidiarios. En la actualidad su tasa es del 5-6%, mientras que en Europa este índice no supera el 2-3%. La inversión al comienzo de un negocio puede alcanzar los 386.000 euros: un lugar para la cría de ganado puede costar unos 23.000 euros, más o menos lo mismo que cuesta, según el fundador de Ferma at Home, Maxím Livsi, la preparación y siembra de 10 hectáreas de terreno.

Inicios en la red

Aunque existe una demanda de productos agrícolas. El comercio de los productos ecológicos comenzó en internet. Tiendas como Lavka o ‘Priamo's fermy’, que en cierto modo se convirtieron en pioneras del sector, crearon páginas web en las que se puede solicitar pedidos de artículos del fabricante que se desee y recibirlos en casa. Hoy en día ya se puede encontrar secciones de productos ecológicos en las grandes cadenas de supermercados. Por ejemplo, los productos de ‘Priamo's fermy’ se venden en ‘Metro Cash & Carry’.

Las encuestas muestran que un 60% de la población que vive en las dos capitales (Moscú y San Petersburgo) está dispuesta a pagar más por los productos naturales. 

Por ejemplo, un kilo de patatas cultivado con fertilizantes y productos químicos antiplagas cuesta alrededor de un euro, mientras que el precio en el caso de una patata ecológica, cultivada sin productos químicos, supera los 2,5 euros el kilo. 

“El estilo de vida saludable es una nueva afición de los rusos, especialmente en las capitales, donde el poder adquisitivo es mayor que en las regiones. No sería exagerado decir que precisamente esta moda ha dado un empujón al desarrollo de la agricultura de granjas. Actualmente en casi todas las cadenas de supermercados de Moscú y San Petersburgo se venden productos ecológicos. Este dato es bastante revelador”, comenta un experto que prefiere mantenerse en el anonimato.

Con las nuevas necesidades cambia también la legislación. A finales de febrero el Ministerio de Agricultura desarrolló para su supervisión interdepartamental un proyecto de ley federal sobre el cultivo de producción agrícola orgánica. Este documento define un proceso de certificación y prevé a partir de 2015 el lanzamiento de ayudas estatales para fabricantes. Si gracias a esta ley los agricultores reciben beneficios tributarios la popularidad de este negocio se multiplicará, opinan los expertos.

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