El estampado tradicional ruso llega a cualquier objeto

Han vuelto a las calles los diseños tradicionales del folclore ruso: por las calles de Moscú se pueden ver Porsches y BMWs decorados con adornos inspirados en las antiguas cajas lacadas, gente vestida con vaqueros y ropa deportiva con diseños de tapicería, incluso hay frigoríficos pintados al estilo de la porcelana Ghzel. La corresponsal de Rusia Hoy Sofía Rayevskaya ha entrevistado a los propietarios de estos objetos para tratar de descubrir qué les ha llevado a adquirirlos.

A pesar de la gran variedad de estampados que conforman los antiguos diseños rusos, la tendencia actual se centra principalmente en dos tradiciones: el estilo de los lacados Jojlomá y el de la porcelana Gzhel.

Aunque esta reciente moda por el estilo ruso ya se podía ver en los años 90, solo se ha convertido en un fenómeno de masas en los últimos tiempos. La idea generalizada es que fue el diseñador ruso Denís Simachov el primero en ensalzar los viejos tiempos en el lanzamiento de su colección primavera-verano de 2007.

Pero seguro que el diseñador no se imaginaba que algún día su idea acabaría sirviendo como decorado para el transporte público o las letrinas municipales. El inicio fue bastante inocente: algunas personas decidieron pintar sus propios Porsches o Ducattis, incluso se lanzó una edición limitada de terminales iPhone con motivos Jojlomá.

 Denís Simachov ha llegado incluso a decorar frigoríficos con los diseños de su marca. “Claro que uno puede comprar un frigorífico blanco si quiere, pero ¿no es eso un poco aburrido? Mejor comprar un frigorífico decorado al estilo Jojlomá. Y además es un gesto muy patriótico. Depende de cada uno; puedes ser aburrido, o puedes ser patriótico”, cuenta Simachov.

Hemos hablado con algunas de las personas que han decorado sus coches, su ropa o sus teléfonos con estos estampados tradicionales rusos. Les preguntamos qué les motivó a hacerlo y cuál ha sido la reacción de la gente al verlo.

Alexánder Reiss, propietario de un Porsche Boxter S (Matrioshka)


 Fotografía de Marina Bátsenko.

 Cuando Alexánder compró el coche, ya estaba decorado. El estampado Jojlomá costó al propietario original cerca de 450.000 rublos (unos 15.000 dólares). Desde el momento en que comenzó a circular por las carreteras de Moscú, todas las miradas se posaron en él. Hoy este coche es un hito de las autopistas Mozháisk y Rubliovskoe, situadas en la parte occidental de la ciudad. “Lo que me gusta del coche es la reacción que genera en toda la gente”, afirma el propietario. “Deberías ver sus sonrisas”. Parece que para Alexánder esto es importante. “Durante un tiempo, este Porsche fue tan popular que un grupo de chicas se reunía cada sábado a su alrededor para realizar una sesión de fotos”.

Natalia, propietaria de un BMW X5

El marido de Natalia, Maxim, quiso hacerle un regalo cuando nació su hijo en 2009 y se le ocurrió encargar un decorado al estilo ruso para el capó de su coche. “Ya sé que es un coche alemán, pero quería que fuera una pieza única con un toque ruso”. La primera idea fue pintarlo al estilo de la porcelana Gzhel, pero según Maxim, parecía “una tetera con ruedas”. Así que decidieron cambiarlo por un diseño Jojlomá; aunque en lugar del clásico diseño de flores, pintaron unos trazados grises que resultaron muy atractivos con el fondo blanco del coche. El mismo Maxim creó el estampado y un equipo de artistas y grafiteros profesionales le dieron vida.

Yevguenia Altseyeva, propietaria de un Chevrolet Cruze llamado Kuzma, un teléfono y unos vaqueros con estampados Jojlomá

Si le preguntas por qué ha comprado todo eso, Yevguenia contesta que quería un diseño así incluso para su primer coche, un Lada. Pero entonces era estudiante y no se podía permitir el pago de un trabajo de este tipo. Cuando en 2012 compró su nuevocoche, pintó los esbozos y eligió los colores ella misma manteniendo el estilo floral original. Yevguenia confiesa que le gusta pensar que estos diseños la conectan con el concepto de una Rusia clásica, y lo ve como un signo distintivo de su patriotismo. También ha decorado su teléfono y sus vaqueros con el mismo estilo, y tiene una bufanda a juego.

Iván Kolomoitsev, propietario de dos smartphones

Me encanta el estilo ornamental y los estampados rusos. Me siento muy cercano a ellos, como si fuera algo que me caracteriza. Me gustan los estampados de los productos de Simachov, que tiene montones de ropa con este tipo de diseño. Denís no produce prendas de vestir, produce emociones. Su ropa es llamativa, memorable, cómoda y además representa una idea rusa. Mis amigos europeos me preguntan a menudo de dónde saco estas prendas. Cuando se enteraron de que estaban hechas en Moscú, viajaron hasta aquí para comprarlas”.

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