4 consejos prácticos de criminales rusos para robar un cajero automático

ATM in a retail center, Omsk.

ATM in a retail center, Omsk.

Alexey Malgavko/RIA Novosti
El pasado 27 de mayo la policía de Moscú evitó el robo de una cajero automático al que los ladrones habían inyectado gas con el objetivo de explotarlo. Sin embargo, este no, ni mucho menos, el método más ingenioso para robar un cajero. Descubre una serie de casos, cortesía de criminales rusos.

1. Explosión: un método arriesgado

Los cajeros automáticos se explotan a menudo con el uso de un gas inflamable, normalmente el que se utiliza para cocinar. Se introduce el gas en la terminal y se enciende una mecha. Los ladrones entonces retiran el dinero y huyen. Este fue el método que trataron de poner en práctica los criminales que fueron atrapados por la policía el pasado 27 de mayo.

Además del gas se utilizan también materiales explosivos improvisados. En 2014-2015, un profesor de una escuela de Moscú explotó cuatro cajeros automáticos con bombas caseras fabricadas con nitrato de amonio antes de que le dieran caza. Uno solo puede especular si se inspiró en los protagonistas de Breaking Bad o si solamente estaba harto del sistema educativo ruso.

Este método no es muy seguro y siempre existe el riesgo de destruir el propio cajero o de no conseguir nada en absoluto. El pasado febrero alguien trató de hacer explotar un cajero en Moscú pero la terminal resistió al impacto y solamente quedó dañada.

2. Copia de datos: una manera astuta

Otros malhechores prefieren utilizar métodos basado en la alta tecnología. No tienen necesidad de romper las máquinas, sino que instalan secretamente dispositivos que leen la información de las tarjetas bancarias. Entonces clonan estas tarjetas y las utilizan para retirar el dinero.

En abril de este año juzgaron a un grupo de falsificadores en Kazán (al este de Moscú), que había sacado 2,2 millones de rublos (33.800 dólares) de otras personas. Fueron condenados a penas de prisión que van entre los entre dos años y medio a los cuatro años.

3. Un objeto pesado: la manera tradicional

Si no se tienen explosivos a mano ni conocimientos de altas tecnologías, hay personas que utilizan un martillo o una barra de hierro para robar un cajero automático.

En Rusia se han dado casos en los que se utilizan gran variedad de objetos, pero hay un incidente que destaca sobre los demás. En 2010, en el territorio de Altái (unos 3.000 km al este de Moscú), un hombre trató de robar en un cajero automático con una hoja. Cuando no lo consiguió quiso desmantelar el panel y la pantalla con un cuchillo. Esto tampoco funcionó, así que el hombre fue por un hacha y finalmente consiguió abrir el cajero automático. Para su desgracia estaba vacío y recibió una leve sentencia y no entró en la cárcel.

4. Un método difícil: llevarse el cajero

¿Por qué tratar de romperlo, con los riesgos que ello implica, cuando es posible llevárselo a un lugar tranquilo y seguro? La dificultad de este método es evidente y es que hay que cargarlo en una máquina pesada y colocarlo en un vehículo.

En marzo del año pasado seis ladrones enmascarados y armados simplemente con palos entraron en una tienda de Moscú. Arrancaron la terminal desde la base, la colocaron en un carrito y de ahí la llevaron a una miniván, desde la que huyeron. Emplearon poco más de un minuto en realizar toda la operación.

Otra banda de ladrones, esta vez en Yaroslavl (300 km al norte de Moscú), utilizó un método más ingenioso en 2012. Se disfrazaron como los empleados del banco que iban a cambiar el cajero. La colocaron en una furgoneta y en su lugar pusieron una réplica de madera repleto de sacos llenos de arena, pero en el último momento fueron descubiertos por un policía.

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