El objetivo de la iniciativa es restablecer el canto público en las aldeas rusas y organizar el ocio de la población para así colaborar en la lucha contra el alcoholismo, explica el director del coro, Pável Pozhigaylo.
Habrá conciertos y coros públicos que atraerán el interés de los habitantes de las aldeas y después, los directores de coro invitarán a la gente a participar en las clases.
“En la Rusia Central y en Siberia ha desaparecido la cultura del canto público y podría restablecerse. Antes venían a nuestros conciertos dos maestros desde Ucrania. Decían que el alcoholismo allí era mucho menos habitual que en Rusia porque en las aldeas han conservado la cultura de canto. Se sientan a la mesa, toman un aguardiente y después cantan durante diez minutos. Después toman una segunda copa y vuelven a cantar. El ejemplo es ridículo pero la realidad es así”, explica Pozhigaylo.
Según Anatoli Antónov, de la cátedra de sociología de la Universidad Estatal de Moscú, “la gente se emborracha porque las personas no tienen obligaciones sólidas ni en el trabajo ni en la familia y porque carece de aficiones. Las personas tienen que asumir responsabilidades y entonces no desearán emborracharse porque estarán ocupados. Un arte, incluso el canto en un coro, puede curar también la dependencia. La gente no tendrá tiempo para tomar alcohol cuando esté realizando actividades culturales”.
Artículo publicado originalmente en ruso en Izvestia.
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