Rusia prepara ley para no aplicar sentencias de tribunales internacionales

Lori / Legion-Media
La Duma Estatal aprueba un proyecto de ley que permite declarar inaplicables algunas sentencias de los tribunales internacionales a petición del presidente o del Gobierno. Los expertos consultados por RBHT están convencido de que el Estado defiende su soberanía y se dota de un seguro frente a los casos problemáticos.

La Duma Estatal ha aprobado un proyecto de ley que permite incumplir, en algunos casos, las sentencias de los tribunales internacionales, principalmente las del Tribunal Europeo de Derechos Humanos. Según el proyecto de ley, el Tribunal Constitucional de la Rusia tendrá derecho a declarar inaplicables estas sentencias a petición del presidente o del Gobierno.

Aun así, la Duma considera que este tipo de peticiones “tendrán un carácter esporádico”, mientras que el propio proyecto de ley no inflige daño alguno a la “actividad inversora o la protección de la propiedad privada” en el país.

Los diputados también subrayan que eso no contradice la práctica mundial, y que ya existen precedentes análogos en países europeos (como por ejemplo en Alemania y Reino Unido).

En verano de 2015, los diputados ya plantearon la cuestión de la prevalencia del derecho internacional sobre el nacional. En aquel momento, solicitaron al Tribunal Constitucional que emitiera su dictamen, y el Tribunal resolvió que Rusia tiene derecho a no cumplir algunas de las sentencias del Tribunal Europeo de Derechos Humanos.

Solo un seguro

La aparición de este proyecto de ley se asocia principalmente a la complicada situación que atraviesan el país y el extranjero, explica Alexander Manov, abogado encargado de los asuntos del Tribunal Europeo y docente de la Universidad Estatal de Derecho de Moscú. “Por desgracia, actualmente, nuestra política jurídica está demasiado politizada. Creo que los diputados se están reasegurando por si se dan intentos de presión desde fuera del país, y hay fundamentos para creerlo”, considera.

El Tribunal Europeo de Derechos Humanos no tiene un órgano ejecutivo, actúa a través del Comité de Ministros del Consejo de Europa, con el que actualmente Rusia mantiene una relación bastante tensa. Además, hay casos que representan un problema real para Rusia.

“Sí, los derechos humanos son soberanos, pero el Estado también lo es. Se trata de un seguro contra un tipo de exigencias que pueden quebrantar el bienestar de otra parte de la población. Concretamente, esto se refiere a las sentencias que obligan a Rusia a pagar a los accionistas de la petrolera Yukos 1.870 millones de euros”, dice Manov.

El abogado confía en que esto no afectará a situaciones habituales ni a ciudadanos corrientes. En realidad, la postura de la Duma no es demasiado prometedora: en un momento dado las relaciones se normalizan, y se recordará a Rusia que está incumpliendo la legislación europea.

Sin embargo, Artur Zurabián, director de práctica en litigios internacionales y arbitraje del bufete de abogados Art DeLux, opina que tampoco cabe esperar una sucesión continua de casos que Rusia declare “inaplicables”.

Si es que en algún momento se ejerce este derecho, se hará con extrema prudencia, y solo en caso de que la sentencia de un tribunal internacional se considere ostensiblemente política y perjudicial para Rusia.

“Lo más probable es que este mecanismo se emplee como un factor disuasivo, como un 'arma nuclear' convencional”, considera.

Por cierto, en realidad ya existen ordenamientos jurídicos que contemplan un mecanismo de estas características, ya sea en Alemania (con el caso Görgülü, un litigio de orden familiar) o en Inglaterra (en el así llamado caso Hirst, relativo a la exclusión del derecho a voto de los reclusos), dice Zurabián, y estos países lo han aplicado por lo menos una vez.

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