El bloguero de la oposición Alexéi Navalni quiere ser presidente

Alexéi Navalni. Fuente: AP

Alexéi Navalni. Fuente: AP

En su camino hacia el máximo cargo gubernamental puede tropezar con graves problemas: acusaciones de haber cometido varios delitos y una base electoral reducida.

Navalni, famoso bloguero y político ruso de la oposición, ha declarado en una entrevista al canal de televisión Dozhd [Lluvia] que está preparado para presentar su candidatura a presidente. “Quiero ser presidente. Quiero cambiar la vida del país, quiero cambiar el sistema de gobierno del país…”, dijo ante una pregunta del presentador.

Por lo demás, no entró a comentar los detalles de su programa electoral, limitándose a que “no hace falta nada excepto “no mentir y no robar”.

Jurista de formación, Alexéi Navalni adquirió popularidad como autor de varios proyectos digitales dedicados a la lucha contra la corrupción. Desde otoño de 2011 participa activamente en las acciones de la oposición, ha sido uno de los organizadores de las protestas masivas que tuvieron lugar en Rusia tras las recientes elecciones parlamentarias y presidenciales.

Según datos del centro de estudios sociológicos Levada Center (la encuesta se realizó a finales de marzo de este año a 1601 personas en 130 localidades de 45 regiones del país) el 37% de los encuestados saben quién es Alexéi Navalni. Pero solo el 1% de los que han oído hablar del opositor está dispuesto a votar por él como presidente. El 38%  ha acogido su candidatura negativamente.

“Si el candidato posee recursos –y es muy importante poseer recursos informáticos, financieros, administrativos, un equipo, apoyo electoral– y se marca ganar las elecciones como meta, entonces este debe tenerlo todo: carisma y un programa constructivo. Navalni no tiene recursos”, ha señalado en una conversación con RBTH Irina Jakamada, personaje público que presentó su candidatura a la presidencia en el año 2004.

“Por eso creo que se va dedicar a otras tareas. Yo, por ejemplo, me lancé a la campaña presidencial no para convertirme en presidente, sino para consolidar las protestas liberales”, dice Jakamada. Si Navalni se pone objetivos similares, entonces claro tendrá éxito. A diferencia de otros, él tiene no solo carisma, sino que consigue resultados concretos en forma de denuncias, consigue que se destituya a funcionarios y diputados.

Por lo demás, Jakamada cree que Navalni no tiene muchas opciones de convertirse en presidente. “El pueblo no está listo”. En su opinión, los electores están dispuestos a mostrar su descontento en las elecciones parlamentarias. “Pero en cuento aparece la figura del presidente, la mayoría se vuelve muy conservadora”, señala.

Los representantes de los partidos parlamentarios también valoran de forma muy pesimista las opciones de Navalni. “En el nicho liberal de derechas puede contar con un 5-7% como máximo”, ha declarado a la agencia RIA Novosti el diputado comunista Serguéi Obújov. 

El diputado del LDPR Vladímir Ovsiánnikov cree que en la actualidad el apoyo al opositor oscila entre el 10 y el 13% en determinados círculos, “más propensos a la democracia liberal, prooccidental. Pero mineros, metalúrgicos, campesinos y habitantes de aldeas, es decir, la capa básica de la población, hoy miran a Navalni superficialmente”, ha dicho Ovsiánnikov a RIA Novosti. 

Otro obstáculo en el que puede tropezar el opositor en su camino al poder son las acusaciones de haber cometido varios delitos.  A mediados de abril un juzgado va a empezar a examinar una causa penal en la que se acusa a Navalni de organizar el despilfarro a gran escala de bienes ajenos. Si es declarado culpable, le amenazan hasta diez años de privación de libertad. 

Además a Alexéi Naválny y a su hermano también se les acusa del robo de 55 millones de rublos (1,8 millones de dólares) a la firma comercial extranjera Yves Roche Vostok. 

Además, el opositor comparece como testigo en la causa sobre los desórdenes públicos en la plaza Bolótnaya en mayo de 2012. 

Navalni rechaza las acusaciones vertidas contra él. En su opinión, las causas penales en su contra se han iniciado para quitarle la posibilidad de participar en las elecciones. 

Actualmente el parlamento está examinando un proyecto de ley propuesto por Vladímir Putin y que prevé prohibir de por vida a los ciudadanos condenados por delitos graves que sean candidatos  a la Duma Estatal. 

“Al anunciar sus planes políticos, Navalni demuestra que no está dispuesto a retroceder. Tiene intención de salir de este combate tras haber reunido dividendos políticos”, opina el politólogo Yuri Kurguniuk. 

Las próximas elecciones presidenciales de Rusia han de celebrarse en el año 2018.

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