Un 73 % de los rusos nunca se hacen selfies, un 59 % no cuelga fotografías en las redes sociales y un 40 % nunca toma ningún tipo de fotografía desde su teléfono móvil. Estas estadísticas las publica el centro de estudio de la opinión pública Levada basándose en los resultados de una encuesta realizada entre más 1.500 personas de más de 18 años.
Según la información recogida por el centro Levada, hacerse “autofotos” y colgarlas en las redes sociales es más popular entre la gente joven: un 27 % de los encuestados de entre 18 y 24 años se hacen selfies “varias veces a la semana”, y un 15 % de ellos varias veces al día. Al mismo tiempo, cuanto mayores son los rusos, menos interés muestran por los selfies: un 84 % de las personas de edades comprendidas entre los 40 y los 55 años, así como un 95 % de las personas mayores de 55, nunca se fotografían a sí mismos.
En opinión del psicólogo Pável Ponomariov, se trata de una situación completamente normal. La “selfiemanía” en Rusia es más común entre los niños, los adolescentes y la gente joven. En cuanto a las generaciones adultas, estas se encuentran lejos de esa cultura y no tienen necesidad de ella.
En general, en Rusia está poco extendida la cultura del selfie, que no es más que una forma de alardear de uno mismo y de los amigos, de recordar la propia existencia. “Para mucha gente esto es poco importante –comenta Ponomariov a RBTH-. Además, en ocasiones, publicar constantemente fotografías de uno mismo puede indicar la presencia de complejos, la lucha contra una falta de atención. De modo que no veo ningún problema en el hecho de que los selfies no sean muy populares entre los rusos”.
Autoestima y cuestiones económicas
Otra posible causa de la escéptica relación de los rusos con los selfies puede ser la inseguridad personal. Según comenta a RBTH la estilista Anastasia Súslova, “la experiencia demuestra que las personas que acuden a estilistas tienen una mayor seguridad en sí mismas y cuelgan más fotografías suyas en Instagram y otras redes sociales. Por esta razón, podemos suponer que la reticencia a fotografiarse está relacionada con la falta de seguridad en nuestra imagen, ya que muchos no se sienten satisfechos con su aspecto”.
Además, muchos rusos no cuentan con la tecnología necesaria para hacerse selfies: no todos tienen smartphones con cámaras de buena calidad con las que poder sacarse fotos y publicarlas en internet. Según las estadísticas ofrecidas por la compañía telefónica Euroset, casi la mitad (un 44 %) de los smartphones vendidos durante el primer semestre de 2015 cuestan menos de 5.000 rublos (unos 70 euros). Además, la población rusa no suele utilizar los teléfonos móviles para navegar en las redes sociales: los resultados de una encuesta realizada por el holding de investigación Romir muestran que sólo un 22 % de los rusos prefieren utilizar dispositivos móviles para comunicarse a través de las redes sociales.
Selfies y seguridad
No obstante, ciertos índices demuestran que la atención por los selfies en Rusia se encuentra en aumento. En julio de 2015 el Ministerio del Interior de Rusia publicó un comunicado en el que recordaba a los ciudadanos que tuvieran en cuenta su propia seguridad a la hora de tomar fotografías, y les prevenía contra los selfies al volante, en las vías del ferrocarril, etc. El movimiento social “Por la seguridad” también solicitó al Ministerio de Educación que se organizaran cursos en las escuelas rusas para evitar que los niños sufran daños mientras se hacen selfies.
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