La visita oficial hoy del presidente ruso, Vladimir Putin, a Azerbaiyán busca una ampliación de la cooperación bilateral en sectores estratégicos de interés para los dos países y la interconexión tripartita con Irán como Estado aliado del Caspio.
Putin llega este lunes a Bakú por invitación de su par azerí, Islám Alíev, para asistir además a la cumbre trilateral de líderes de Azerbaiyán, Irán y Rusia.
Según fuentes del Kremlin, el mandatario ruso celebrará primero conversaciones oficiales con Alíev antes del inicio de la magna reunión, que implica objetivos comunes de una interacción estratégica de los tres países integrados en el formato de cooperación del Caspio.
Víspera de su viaje a Bakú, Putin concedió una entrevista a la agencia azerí oficial de información Azer TAdzh en la que refutó supuestas presiones de Rusia a Bakú y a Ereván (Armenia) en torno a una solución del conflicto por Nagorny-Karabaj.
Afirmó que Moscú no imponía a Azerbaiyán y a Armenia soluciones diseñadas de antemano, al considerar que la cuestión requería de un compromiso balanceado entre los dos países.
No imponemos recetas, las partes deben ponerse de acuerdo entre ellos sin presiones externas y hallar las soluciones mutuamente aceptables, esa es nuestra firme posición, subrayó Putin acerca del contencioso que se remonta al período soviético y en el que Rusia participa como uno de los mediadores internacionales, junto a Estados Unidos y Francia.
En opinión del gobernante ruso, un compromiso supone "que ninguna de las partes deberá ser ni vencedora ni perdedora", las concesiones deben ser de mutuo beneficio a ambos lados.
Insistió el estadista en que esos entendimientos deben quedar claro a la opinión pública de Azerbaiyán y de Armenia.
Sobre el encuentro tripartito programado para este lunes también, el asesor del presidente ruso Yuri Ushakov comentó que una reunión de líderes de Azerbaiyán, Irán y Rusia en ese formato se realizaba por primera vez.
El consejero para temas de política exterior agregó que Putin sostendrá conversaciones por separado con Alíev y luego con su par iraní, Hasán Rouhaní.
El plato fuerte de la cumbre trilateral tiene que ver con el proyecto Norte-Sur de un corredor que sirva de ruta comercial entre las tres naciones para impulsar el comercio y una alianza en sectores estratégicos.
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