Conversaciones sobre Siria bajo tutela de la ONU en Ginebra (2016-2017)

Este jueves 23 de marzo arranca en Ginebra una nueva ronda de negociaciones que intentarán resolver el conflicto en Siria, según anunció la oficina del enviado especial de la ONU para Siria, Staffan de Mistura.

Las conversaciones entre el Gobierno de Siria y los representantes de la oposición en Ginebra se llevan a cabo bajo los auspicios de la ONU en correspondencia con la resolución 2254 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas del 18 de diciembre de 2015.

Este proceso de diálogo arrancó el 29 de enero de 2016 y trataba de buscar puntos comunes entre las partes mediante contactos que contaban con la mediación del enviado especial de la ONU para Siria, Staffan de Mistura.

El inicio del proceso consistía en formar varios grupos como el de Riad, Moscú, El Cairo y Astaná, cuyos nombres fueron otorgados en correspondencia con el lugar de las plataformas donde fueron creados.

El grupo de Riad fue creado en diciembre de 2015 en la capital de Arabia Saudí.

Las relaciones internacionales de este grupo corren a cargo de la Coalición Nacional de Fuerzas Opositoras y Revolucionarias, cuyo representante, Riad Hiyab, encabezó el Alto Comité de Negociaciones (ACN) de la oposición siria.

Los principales puntos del programa de este grupo son la creación de un Gobierno de transición y la renuncia del presidente Bashar Asad.

Este grupo se posiciona como la principal fuerza opositora con el mayor nivel de reconocimiento a nivel internacional.

El grupo de El Cairo también surgió a fines de 2015, tras la aprobación de la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que prevé el inicio de los diálogos de paz para Siria.

Este grupo mantiene vínculos estrechos con los destacamentos mejor preparados de las autodefensas kurdas, el brazo armado del Partido de la Unión Democrática kurda.

El grupo está encabezado por Haytham Manna, líder del Consejo Democrático Sirio.

En un principio este grupo boicoteó las conversaciones en Ginebra, ya que a estas no fueron invitados dos partidos kurdos que integran el Consejo Democrático Sirio.

Posteriormente el grupo de El Cairo participó en los diálogos del Grupo de Moscú (grupo Moscú-El Cairo), bajo la dirección de Yihad Maqdisi.

El grupo de Moscú fue encabezado por el jefe del Frente Popular para el Cambio y la Liberación, Qadri Jamil, y surgió como resultado de las gestiones del Comité para el Diálogo Nacional y dos rondas de conversaciones en Moscú celebradas en 2015.

El grupo de Astaná se conformó durante las conversaciones en la capital de Kazajistán en mayo de 2015 e incluyó a jefes y representantes de diversas fuerzas opositoras de Siria y representantes de la sociedad civil, así como opositores independientes.

En las conversaciones el grupo se integró a la delegación de la oposición moderada Moscú-El Cairo, encabezada por la presidenta del Movimiento por una Sociedad Pluralista de Siria, Randa Kassis.

La delegación gubernamental en los diálogos de Ginebra fue encabezada por el representante permanente de Siria ante la ONU, Bashar Jaafar.

Cinco días después del inicio de los diálogos de paz para Siria en Ginebra, estos no habían pasado todavía de la fase preparatoria.

Uno de los obstáculos para el arranque directo de las conversaciones fue la composición de la delegación opositora siria.

La delegación gubernamental siria declaró que esperaba la conformación de un listado concreto de los participantes opositores.

El problema de la ausencia de los kurdos en las conversaciones de Ginebra también fue uno de los puntos claves del debate durante las reuniones de las delegaciones.

El Ministerio de Exteriores de Rusia expresó la opinión de que sin la participación kurda era difícil hallar una solución al conflicto sirio, postura que enfrenta una resistencia fuerte por parte de Turquía, país contrario a la participación de los kurdos en este proceso.

Otro de los puntos de discordia radicó en que el ACN insistía en la participación de Yeish al Islam y Ahrar al Sham, considerados por Rusia organizaciones terroristas.

El 3 de febrero el jefe del ACN, Riad Hiyab, declaró que su organización abandonaba Ginebra al día siguiente y no retornaría hasta que no se advirtiese un progreso, responsabilizando del fracaso a la delegación gubernamental siria.

Por su parte, el Ministerio de Exteriores ruso declaró que esta retirada se debió en realidad al éxito del Ejército sirio en la lucha contra los terroristas en Alepo.

El mismo día la oficina del enviado especial de la ONU para Siria, Staffan de Mistura, emitió una declaración que anunciaba que el 5 de febrero los diálogos de paz entraban en pausa oficial.

Las conversaciones de Ginebra se reanudaron el 14 de marzo, con el arribo de la delegación gubernamental siria, el ACN y representantes del grupo opositor Moscú-El Cairo, además de un grupo de la oposición interna siria conformada el 15 de marzo durante una reunión en el centro ruso para la reconciliación en Siria, con sede en la base aérea Hmeymim, con representantes de movimientos sociales opositores.

El grupo Hmeymim fue encabezado por el opositor Ilian Masaad, secretario general del partido Conferencia Nacional y representante oficial del Partido Nacional Obrero Sirio.

El formato del diálogo se mantuvo igual que antes, tanto Damasco como la oposición se negaron a dialogar directamente, haciéndolo exclusivamente a través del enviado especial de la ONU.

Durante diez días Staffan de Mistura se reunió alternativamente con los representantes de Damasco y diversos grupos de la oposición.

El 24 de marzo, tras concluir la ronda de diálogos, De Mistura hizo público un documento con 12 principios que no habían sido rechazados por las partes en conflictos, con el objetivo de que todas las delegaciones le entregasen sus puntos de vista al respecto para la próxima ronda.

El 13 de abril arrancó la tercera ronda de diálogos sirios en Ginebra, en el contexto de un relativo cese al fuego en Siria, alcanzado el 27 de febrero por mediación de Rusia y EEUU.

Durante esta ronda tampoco se logró establecer el diálogo directo entre la oposición y Damasco ni iniciar el diálogo sobre una transición política en la república árabe.

El ACN declaró el 18 de abril que posponía las conversaciones debido a que otros participantes del diálogo no cumplían con lo dispuesto en la resolución de la ONU y el comunicado de Ginebra.

El ACN acusaba al Ejército sirio de violar el armisticio y bombardear zonas civiles.

El jefe de la delegación gubernamental siria calificó estas acusaciones de "provocativas e irresponsables".

Posteriormente trascendió una escisión en las filas del ACN, ya que no todos los miembros de la delegación se fueron al unísono de Ginebra, aunque el Comité intentó desmentir estas informaciones.

Pese a que el ACN se retiró, De Mistura decidió extender esta ronda hasta el 27 de abril con los participantes que permanecían en Ginebra: la delegación del Gobierno, el grupo opositor Moscú-El Cairo y la oposición interna siria conformada en la base Hmeymim.

La siguiente ronda de consultas estaba prevista inicialmente para mayo de 2016, pero fue pospuesta en varias ocasiones.

Finalmente, la cuarta ronda de diálogos en Ginebra se celebró entre el 23 de febrero y el 3 de marzo de 2017, con la participación de los grupos conformados en El Cairo, Moscú y Riad, y los grupos de la oposición armada que participaron en las reuniones de Astaná y firmaron los acuerdos correspondientes de cese al fuego con el Gobierno sirio.

La delegación del Gobierno sirio permaneció sin cambios respecto a las rondas anteriores.

La delegación del ACN, compuesta por 21 representantes, fue encabezada por el representante de la Coalición Nacional de Fuerzas Opositoras y Revolucionarias, Naser al Hariri.

Además participaron los grupos de El Cairo y Moscú, mientras que el grupo opositor Hmeymim no fue invitado.

Las conversaciones comenzaron por encuentros bilaterales del enviado especial de la ONU con las delegaciones, luego tuvo lugar la ceremonia de saludo de De Mistura a los participantes del diálogo que inauguró oficialmente el evento.

Las delegaciones se sentaron en mesas dispuestas en semicírculos, con los representantes del Gobierno y la oposición frente a frente y De Mistura al centro.

Este formato repitió en parte el esquema de sentar a una mesa a los representantes de las delegaciones del Gobierno y la oposición armada aplicado en Astaná.

Tras la bienvenida de De Mistura las partes abandonaron la sala y los diálogos continuaron en el marco de reuniones bilaterales.

Según los expertos, el principal logro de la cuarta ronda fue el acuerdo de un orden del día de cuatro puntos.

De Mistura llamó a las partes a centrarse en tres "paquetes" de temas políticos: la Constitución, el Gobierno y las elecciones.

A insistencia del Gobierno y con el apoyo de Moscú, a estos tres paquetes se sumó el cuarto, dedicado a la lucha contra el terrorismo.

Uno de los temas clave de estas conversaciones fue la búsqueda de la unión de la oposición.

El 24 de febrero se dio a conocer que el ACN y el grupo de El Cairo sostuvieron una reunión que debatió este tema, sin lograr concretar la unión.

El 2 de marzo se llevó a cabo la primera reunión directa entre el llamado grupo de Moscú de la oposición siria con representantes del ACN, y las partes acordaron continuar el diálogo sobre la posibilidad de crear una delegación única por la oposición.

Al margen de los diálogos el viceministro de Exteriores de Rusia, Guenadi Gatílov, se reunió con representantes de las delegaciones del Gobierno sirio, el ACN, los grupos de Moscú y El Cairo y los representantes independientes de la oposición.

Por su parte, Staffan de Mistura entregó a las delegaciones un documento no oficial con 12 propuestas sobre el futuro del Siria, basado en propuestas hechas anteriormente por Damasco y que será estudiado para la presentación de enmiendas.

Siria vive desde marzo de 2011 un conflicto armado en el que las tropas gubernamentales se enfrentan a grupos armados de la oposición y a organizaciones terroristas como Daesh (autodenominado Estado Islámico) y el Frente al Nusra, ambas prohibidas en Rusia y otros países.

Las hostilidades han causado, según estimaciones de la ONU, entre 300.000 y 400.000 muertos. 

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