El Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia expresó hoy al embajador belga en Moscú, Alex Van Meuwen, su enérgica protesta por el embargo de los activos rusos en Bélgica, un acto que calificó de "poco amistoso" y una "burda violación del derecho internacional".
"La parte rusa ve estas acciones de los órganos competentes del Reino de Bélgica como un acto abiertamente poco amistoso, una burda violación del derecho internacional, y exige medidas sin dilación para la restitución de los derechos soberanos de Rusia vulnerados en Bélgica", según un comunicado de la Cancillería rusa.
Los alguaciles judiciales belgas ordenaron ayer el embargo de todos los activos estatales rusos en territorio del país, con la aparente salvedad de las misiones diplomáticas, por el incumplimiento de una sentencia del tribunal de arbitraje de La Haya que obliga a Moscú a compensar con más de 50.000 millones de dólares a los accionistas de la expropiada petrolera rusa Yukos.
Sin embargo, el ministro de Justicia, Alexandr Konoválov, denunció que Bélgica "ha embargado una serie de activos, incluidas las cuentas de la embajada de Rusia (en Bruselas) y de la legación rusa ante la Unión Europea".
"Se trata de algo que incluso sin un análisis indica una grave violación de las normas del derecho internacional", dijo Konoválov, quien anunció que Moscú recurrirá la drástica medida adoptada por Bruselas.
Mientras, la Cancillería advirtió de que, si no se garantiza el funcionamiento normal de las instituciones y empresas en ese país europeo, "la parte rusa estudiará tomar medidas de respuesta adecuadas en relación a las propiedades del Reino de Bélgica en Rusia, incluidas las propiedades de la embajada belga en Moscú".
También el ministro ruso de Economía, Alexéi Uliukáyev, calificó el embargo de "decisión no acorde a derecho" y aseguró que bajo ningún concepto pagará Rusia las compensaciones a Yukos dictadas por el arbitraje belga.
"Lo descartamos por completo. Consideramos que se trata de una decisión no acorde a derecho que ya hemos recurrido", dijo Uliukáyev en alusión a la sentencia.
Advirtió de que otros países de la Unión Europea y Estados Unidos podrían seguir los pasos de Bélgica y Francia, que también ha iniciado el embargo de las cuentas y propiedades rusas en ese país, según reconocieron hoy a la agencia RIA Nóvosti varias compañías estatales e instituciones rusas en suelo francés.
La compañía Yukos Universal Limited, radicada en la isla británica de Man, se dirigió a los alguaciles belgas para reclamar la deuda de Moscú en virtud de una sentencia dictada por la Corte Permanente de Arbitraje de La Haya el 28 de julio de 2014, según se desprende del documento remitido por las autoridades de Bélgica a los afectados por el embargo.
Yukos argumentó la demanda con las reiteradas negativas de Rusia a cumplir con las decisiones de la justicia internacional.
En su dictamen de hace un año, el arbitraje de La Haya resolvió que Rusia tomó medidas que tuvieron un "efecto equivalente a una expropiación de las inversiones de los demandantes" en Yukos, lo que supone una "violación del artículo 13 del Tratado sobre la Carta de la Energía".
La petrolera Yukos, que era propiedad del magnate Mijaíl Jodorkovski, fue expropiada tras ser acusada por las autoridades rusas de evasión de impuestos en un proceso que, en opinión de la compañía, sólo pretendía conseguir la confiscación de sus activos.
Jodorkovski, entonces el hombre más rico de Rusia, fue declarado por la justicia rusa culpable de varios delitos económicos y condenado a catorce años de prisión, aunque él siempre se declaró inocente y denunció que era víctima de una campaña orquestada desde el Kremlin para privarle de su imperio petrolero.
El antiguo magnate fue puesto en libertad tras casi diez años de cárcel en 2013 y abandonó el país.
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