Las fuerzas de seguridad rusas interrogaron
hoy a una estudiante de filosofía de la Universidad Estatal de Moscú que
fue detenida en la frontera entre Turquía y Siria cuando,
presuntamente, intentaba enrolarse en el Estado Islámico (EI).
"Fue un encuentro breve. Varia (Varvara Karaúlova) prestó declaración",
dijo a la agencia oficial RIA Nóvosti su padre, que regresó ayer con su
hija a Rusia desde Estambul (Turquía).
El Comité de
Instrucción de Rusia informó que preguntaría a la joven sobre su posible
implicación en actividades terroristas, aunque por el momento ni será
detenida ni se incoará un caso penal.
Según el abogado de la
familia, las autoridades rusas no presentarán ningún cargo contra
Karaúlova, aunque ésta puede ser testigo en un caso abierto contra los
individuos que la reclutaron, cuya identidad se está esclareciendo.
Decenas de periodistas se congregaron ayer en el aeropuerto para
poder entrevistarse a la joven, de 19 años, cuya detención en compañía
de otros 14 rusos fue una de las noticias más comentadas en Rusia
durante la última semana.
Karaúlova permaneció varios días
retenida tras ser detenida por la policía turca el 4 de junio en la
ciudad de Kilis, fronteriza con Siria.
Su padre, al que le
había llamado la atención que su hija dejara de llevar la cruz ortodoxa,
fue el primero en dar la señal de alarma después de que ésta no
regresara a casa tras acudir el 27 de mayo pasado a la universidad.
Según el abogado contratado por la familia, Karaúlova estudió en
secreto árabe y los principios más radicales del Islám, solicitó la
expedición del pasaporte sin conocimiento de sus progenitores y viajó de
incógnito a Estambul.
Karaúlova llevaba el velo islámico
cuando abandonó su casa antes de viajar a Turquía para, supuestamente,
alistarse a las células del EI que operan en Siria.
Con todo,
el abogado aseguró que la joven está ahora "absolutamente convencida" de
que en su caso fueron utilizados técnicas psicológicas de manipulación
propagandística para que abandonara Rusia.
El ministro de
Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, abordó ayer la necesidad de aunar
esfuerzos para combatir el yihadismo al reunirse con el secretario
general de la Organización de Cooperación Islámica, Iyad al Madani.
Según datos del Servicio Federal de Seguridad (FSB, antiguo KGB),
unos 1.700 ciudadanos rusos combaten en las filas del Estado Islámico.
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