El último líder de la Unión Soviética,
Mijaíl Gorbachov, que sufre de diabetes entre otras afecciones, dijo hoy
a la prensa local: "Estoy ingresado. No salgo del hospital".
Gorbachov, de 84 años, ya estuvo internado durante apenas 24 horas en
octubre del pasado año en el Hospital Central Clínico de Moscú.
La salud del veterano político empeoró considerablemente a partir de
2011, cuando fue operado en Múnich (Alemania) de un problema en la
columna vertebral.
En 2013 el primer y último presidente de la
Unión Soviética también pasó dos veces por el hospital, una en la
capital rusa y otra en Alemania.
Galardonado con el premio
Nobel de la Paz en 1990, Gorbachov aseguró en noviembre del pasado año
que el actual presidente ruso, Vladímir Putin, se cree Dios.
Putin "sufre de lo mismo que yo en su momento, de excesiva seguridad en
sí mismo. Él es Dios. O, en cualquier caso, el segundo de Dios", dijo.
Gorbachov, que ha acusado en numerosas ocasiones a Putin de
monopolizar el poder, respaldó la anexión rusa de Crimea y ha alertado
sobre el estallido de una nueva Guerra Fría, debido al antagonismo entre
Rusia y Occidente.
El hombre que dirigió la Unión de
Repúblicas Socialistas Soviéticas entre marzo de 1985 y el 25 de
diciembre de 1991 encabeza la fundación que lleva su nombre y que se
dedica a actividades sociales, benéficas y de análisis.
Admirado por la oposición liberal, las organizaciones de defensa de los
derechos humanos y las cancillerías occidentales, el padre de la
perestroika (reestructuración) es aún considerado un traidor por muchos
nostálgicos que le acusan de poner la puntilla a la URSS.
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