El primer ministro griego, Alexis Tsipras,
acordó el 21 de abril con el presidente de la compañía estatal de gas rusa Gazprom,
Alexei Miller, crear un grupo de trabajo para participar en el proyecto
del gasoducto ruso-turco "Turkish Stream", que atravesaría Grecia para
conducir el gas hasta Europa.
En un encuentro celebrado hoy en
Atenas, en el que también participó el ministro de Energía griego,
Panayotis Lafazanis, se convino trazar una hoja de ruta sobre las
competencias que adquirirá cada parte.
Tras la reunión,
Lafazanis recalcó que no se ha firmado "nada", sino que el Ejecutivo
griego y la parte rusa están aún en conversaciones y se mostró optimista
con respecto a que éstas concluyan "con el beneficio de Grecia y
Europa".
"Una relación greco-rusa fuerte y poderosa puede
cambiar la imagen en la zona y el espacio europeo", dijo Lafazanis,
quien destacó que el gasoducto se construirá de forma totalmente
compatible con el derecho comunitario.
La Comisión Europea
(CE), advirtió a Atenas que de sumarse al gasoducto "Turkish Stream"
deberá respetar todas las reglas comunitarias, después de que el primer
ministro griego anunciase que estudiaría la invitación que le hizo el
presidente ruso, Vladimir Putin durante su encuentro el 8 de abril en
Moscú.
El tendido del tramo terrestre del gasoducto
suministrará gas a Estambul y lo bombeará después hasta la frontera
greco-turca con destino a la Unión Europea (UE).
El semanario
alemán "Der Spiegel" publicó el pasado sábado que Rusia estaba dispuesta
a pagar a Grecia entre 3.000 y 5.000 millones de euros en concepto de
anticipo de los futuros ingresos que el país heleno conseguiría como
zona de tránsito del gasoducto, un acuerdo que se firmaría
previsiblemente en la reunión de hoy, algo que el portavoz del Kremlin
desmintió.
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