La oposición rusa anunció el 30 de marzo que publicará
el informe que preparaba el asesinado político liberal Borís Nemtsov
sobre la muerte de soldados rusos en combates en el este de Ucrania con
el título "Putin. Guerra".
"Hemos logrado hablar con la gente
que era la fuente de Nemtsov. Tenían miedo de hablar cuando él estaba
vivo. El asesinato de Nemtsov, como pueden imaginar, no les ha
envalentonado", escribió Iliá Yashin, compañero de Nemtsov en el
movimiento Solidaridad, en Facebook.
Nemtsov tenía previsto
presentar públicamente el informe sobre la presencia militar rusa en
Ucrania en apoyo de los separatistas el 1 de marzo durante una marcha
opositora en Moscú, pero su asesinato el 27 de febrero se lo impidió.
Según el testimonio de los informantes de Nemtsov, los soldados rusos
sufrieron un gran número de bajas en Ucrania en dos fases del
conflicto, en agosto de 2014 y en enero-febrero de 2015, justo antes de
la firma en Minsk de sendos acuerdos de paz.
No menos de 150
soldados rusos habrían caído el verano pasado, cuando las tropas rusas
fueron desplegadas en Ucrania para frenar el imparable avance de las
fuerzas gubernamentales que amenazaban con reconquistar las regiones
insurgentes de Donetsk y Lugansk, explicó Yashin.
Entonces, la
mayoría de militares rusos que participaron en las hostilidades en el
país vecino lo hicieron tras darse provisionalmente de baja o tomarse
voluntariamente vacaciones.
Los propios familiares se negaron a
denunciar la muerte de sus seres queridos, ya que al recibir una
compensación de 3 millones de rublos (más de 50.000 dólares) se
comprometían por escrito a no desvelar ese secreto de Estado bajo
amenaza de prosecución penal.
Además, otros 70 soldados rusos
como mínimo cayeron en Ucrania cuando se reanudaron los combates a
principios de este año durante la ofensiva lanzada por las milicias
rebeldes contra el aeropuerto de Donetsk y el nudo ferroviario de
Debáltsevo.
A diferencia de 2014, en esta ocasión los
militares rusos combatían en Ucrania como "voluntarios", por lo que el
Ejército ruso quedaba a salvo de cualquier responsabilidad.
Según el opositor, las familias de esos soldados no recibieron ninguna
clase de compensación, motivo por el que los representantes de varias de
ellas decidieron ponerse en contacto con Nemtsov.
Precisamente, de acuerdo a su secretaria, Olga Shorina, Nemtsov estaba
en permanente contacto con soldados rusos de la región de Ivanovo cuando
fue tiroteado en compañía de una joven ucraniana en un puente cerca del
Kremlin.
Nemtsov se mostró siempre en contra de la política
del Kremlin en el país vecino, tanto en la Revolución Naranja de 2004
como en la anexión de la península de Crimea en marzo de 2014 o más
recientemente con el apoyo militar a los separatistas prorrusos.
Cinco chechenes han sido acusados formalmente del asesinato de
Nemtsov, cuya muerte violenta fue duramente condenada por Estados Unidos
y la Unión Europea, con cuyos representantes se reunía con asiduidad.
Sus familiares y los dirigentes opositores mantienen que la muerte de
Nemtsov, ex viceprimer ministro ruso, fue un crimen político y ponen en
duda el deseo de los investigadores de detener a los que encargaron el
asesinato.
El presidente ruso, Vladímir Putin, ha exigido a
las fuerzas de seguridad el esclarecimiento del asesinato más sonado de
un político desde que él llegara al Kremlin hace 15 años.
Lea más: El Consejo de Derechos Humanos de Rusia investiga las denuncias de los soldados acerca de su posible envío a Ucrania >>>
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