El comisario europeo de Energía, Maros Sefcovic, dijo hoy que le sorprendería que Rusia y Ucrania logren este viernes un nuevo acuerdo sobre el suministro y el pago del gas para después de marzo, cuando concluye el marco temporal actual.
"Veremos, igual estaré positivamente sorprendido, pero la última vez costó varias reuniones llegar a un acuerdo", reconoció el comisario tras participar en un acto junto a la comisaria europea de Transporte, Violeta Bulc, para promocionar el coche eléctrico en el Atomium de Bruselas.
"Llegar a un acuerdo en este momento, cuando los temas están ya bien definidos, dependerá de la buena voluntad política de ambas partes", añadió.
Sefcovic explicó que la reunión a tres bandas del viernes, en la que la Comisión actúa de mediadora, permitirá tener una discusión sobre "cómo poner marco a la cooperación energética entre Rusia, Ucrania y la UE en el periodo posterior a marzo".
En este mes es cuando concluye el acuerdo temporal que ambas partes fijaron en octubre para garantizar el suministro de gas hacia la UE, el llamado "paquete de invierno".
El comisario reconoció que "hay muchas cuestiones sobre la mesa", pero que el suministro a las regiones rebeldes del este ucraniano de Donetsk y Lugansk no será parte de las negociaciones.
"Esa cuestión (el suministro al este de Ucrania) acordamos dejarla fuera del paquete. Pedimos a ambas compañías, Naftogaz y Gazprom, que encuentren una solución de una manera que no contamine la atmósfera general y la cooperación dentro del paquete de invierno", aclaró Sefcovic.
En cuanto a la duración que podría tener ese nuevo acuerdo, el comisario no aclaró si el objetivo de Bruselas es lograr que llegue hasta que se pronuncie la corte de arbitraje de Estocolmo, a la que acudieron Moscú y Kiev al no ponerse de acuerdo sobre el precio de las importaciones de gas ruso a Ucrania.
"Tenemos una situación complicada hasta que se pronuncie la corte de arbitraje de Estocolmo y, por la información que me han dado, esperamos un compromiso en la primavera del año próximo, así que tenemos un largo periodo que cubrir", comentó el comisario.
El principal punto de desacuerdo entre Rusia y Ucrania es el precio del gas.
Moscú cobraba en el pasado a Kiev un precio considerado "de amigo" por el suministro (268,5 dólares por mil metros cúbicos del hidrocarburo), pero lo encareció notablemente (hasta los 485 dólares) tras la caída del Gobierno de Víktor Yanukóvich y el acercamiento del país a la UE.
Ucrania insiste en que Rusia le aplique el primer precio y argumenta que estaba recogido en un contrato válido, mientras que Rusia se queja de impagos y retrasos en las facturas.
La única solución viable por el momento ha sido el acuerdo temporal de seis meses al que se llegó en octubre para estabilizar la situación durante el invierno y garantizar el suministro a la UE.
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