La canciller alemana, Angela Merkel, no
acudirá al desfile militar del 9 de mayo en Moscú, conmemorativo del fin
de la Segunda Guerra Mundial, aunque sí celebrará la efemérides al día
siguiente junto al presidente ruso, Vladimir Putin, ante la tumba del
soldado desconocido en la capital rusa.
La jefa del Gobierno
alemán se reunirá con Putin un día después de las conmemoraciones
oficiales del 70 aniversario del fin de la contienda porque considera
"incorrecto" asistir a la parada militar en la Plaza Roja en pleno
conflicto ucraniano, indicó en rueda de prensa el portavoz de la
Cancillería, Steffen Seibert.
Pese a las diferencias entre
Alemania y Rusia en relación a Ucrania, es deseo de Merkel participar
"de un modo adecuado" en los actos que recuerdan la derrota del nazismo y
el fin de esa guerra, por lo que la propia canciller planteó como
alternativa el acto en la tumba del soldado desconocido, añadió el
portavoz.
La decisión de no asistir a la gran conmemoración
del 9 de mayo se adoptó "recientemente" y la propuesta alternativa ha
sido aceptada "de buen grado" por parte de Moscú, indicó Seibert.
Según el portavoz, hasta ahora no se ha recibido formalmente una
invitación para que la canciller alemana participe en las
conmemoraciones de ese aniversario organizadas en Polonia el 8 de mayo.
Moscú prepara para el 9 de mayo un gran desfile militar en la Plaza
Roja, con el que se quiere representan la victoria sobre la Alemania
nazi.
El 8 de mayo de 1945 se firmó la capitulación
incondicional del Tercer Reich, ocho días después del suicidio de Adolf
Hitler en su búnker de Berlín y seis después de que el ejército
soviético izara su bandera sobre el Reichstag.
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